Capítulo 40 - Asesinos.

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Dejé mi bolso a colgado en una silla mientras veía a Lucy acercarse a mi abrazándome y dándome un pequeño caramelo, mas tardé saludé a mis tíos junto a Adam para luego inmediatamente subir hasta mi habitación donde ya se encontraba Tom recostado en mi cama mirando el cielo raso.

Tn- ¿Que rayos te pasó?—Murmuré mientras cerraba la puerta y me sentada en el borde la cama.— Se ve que es grave.-

Tom- Le debo dinero a ciertas personas.—Suspiró sin quitar la mirada del cielo raso.— Y esas personas son peligrosas.-

Tn- El dinero nunca fue un problema para ti, Tom. —Lo miro alzando una ceja.— ¿Y dinero de qué o para que?.-

Tom- Drogas.—Murmuró algo nervioso sin dirigirme la mirada.— Juro que no pensé llegar a este punto de mi vida, saqué todo el dinero de mis cuentas, vendí algunas de mis cosas. No se cómo caí tan bajo, ahora quieren matarme y yo no tengo dinero.-

Tn- ¡Maldita sea Tom! — Exclamé enojada procurando que no se me escuchase en la planta baja.— Eres un imbécil, ¿Es que acaso ya no piensas? Yo no puedo darte dinero Tom, sabes que tus padres controlan mi cuenta, saben lo que gasto mensualmente y de un día para otro no puedo reventar mi tarjeta.-

Tom- Dime, ¿Que rayos puedo hacer ahora? —Levanta la mirada hacía mi con ojos suplicantes.— Ayudame, por favor.-

Tn- De momento no hay mucho que pueda hacer por ti, Tom. —Lo miro con preocupación.— De momento tu solo envíame tu ubicación por WhatsApp, pero que sea en tiempo real. Mantenla activa todo el tiempo, si notas que alguien te sigue o si estas seguro de que te harán algo, me marcas, ¿Entendiste?-

Tom- ¿Y si te hacen algo a ti? —Me mira angustiado.— No quiero meterte en esto.-

Tn- Tom —Apoyo mi mano en su hombro.— Ya lo hiciste, tienes la suerte de haberme ayudado por años, es mi turno de hacerlo.-

Tom- Ya tardé mucho en pagar, vendrán por mi en cualquier momento.—Sostiene su rostro entre sus manos.— Lo siento.-

La conversación continúo con forzosos comentarios de consuelo de mi parte hacia Tom, hasta que finalmente decidió irse a dormir, mientras yo miraba la televisión pensativa a la vez que comía lo que Tom habia dejado en la habitación. 

Sin lograr quitar de mis pensamientos los problemas de Tom, lo complejo de la situación y la falta de control de mi fuerza opté por tomar mi celular y llamar a César.
Mientras le contaba la situación decidió interrumpirme, haciéndome saber que el ya estaba en conocimiento de la situación.
Había olvidado por completo que el y Caleb se conocían pero eso hacía que todo tuviese mas sentido. El tema se resumía en la deuda que era por apuestas y drogas, Caleb le habia dado un plazo en reiteradas veces y este no pagó, por lo cuál Caleb envío a darle palizas a Tom, pero ésta vez se encargaría el personalmente de matarlo. Caleb había evolucionado en un nivel de maldad impresionante durante los últimos años. Pero mi problema se basaba en ¿César me apoyaría o se quedaría del lado de Caleb?

Decidí despedirme y cortar la llamada para luego acurrucarme en la cama y dormir dejando todo encendido en mi habitación.

Me levanté la mañana siguiente con un gran dolor de cabeza. Entré enseguida al baño para darme una ducha bastante larga mientras intentaba relajar un poco mi mente, lo cual fue inútil.
Al salir de casa me encontré a César dentro de su auto haciéndome señas para que subiera. Lo observé unos segundos algo insegura pero finalmente decidí subir y lo saludé con normalidad.

César- Tienes mi apoyo.—Dijo sin siquiera saludar y mirándome fijamente.— Caleb es una rata, no irá solo para enfrentarse a Tom al menos llevará dos hombres más detrás de el.
Y te aclaro Tn, Caleb no es mi amigo, una cosa es que en sus años fuimos colegas en el tema de las apuestas y alguno que otro consumo de sustancias, pero ¿Mi amigo? Jamás, yo no necesito amigos así.

Infinitos [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora