MiKrokosmos Starlight

Capítulo VI : Koolhaus

Hay cosas que un ser humano nunca olvida, el primer beso, el primer golpe, la primera fractura, la primera vez que tomaste una cerveza y luego está la persona que no olvida el primer día que vio a la chica en el cielo con diamantes. Recuerdo todo perfectamente y lo hago por una simple causa, eres un antes y después de mí.

Es mitad de semana y todo parece ser normal, mi vida siga, tu vida sigue, el mundo sigue girando, nada extraordinario pasa, aun. La vida y la naturaleza tienen una forma de trabajar muy peculiar, ambas son sabias, tan sabias que las cosas que pasan no son por mera casualidad, todo tiene una explicación, ahora entiendo porque decidí oír esa voz de ese pastelillo que me decía “anda ve” y yo, un vago sin nada que hacer dijo pues ya que, que gran sorpresa me tenía esa decisión, pues tan solo minutos después de llegar a ese gran lugar te vi, sobre saliste de entre toda la gente y no por tu estatura, sino por tu presencia, recuerdo perfecto que me dijeron que estaría fuera de tu radar, hice como que no escuché eso y en seguida pregunté tu nombre.

Lo que siguió solo tú y yo lo sabemos, pero lo que no sabes es que como lo dije antes, el impacto que tuviste ha sido especial, mucho de lo que soy es gracias a ti, si llegué a sentir un amor verdadero fue gracias a ti, tú me preparaste para cuando la conociera, es cierto, eres importante y no creí sentir algo más grande pero fue así, me siento afortunado por tenerte en mi vida, por todo lo que me enseñaste, creíste que no hacía promesas pero si la hice, la primera se la hice a la Luna y la cumplí, la siguiente se la hice a como sea que se llame y no sé si la cumpla, no es por mí, es por ella. 

Siempre te voy a honrar, fuiste especial a niveles casi cósmicos, no me odies por eso, no espero que entiendas en que momento todo cambió porque ambos sabíamos que lo nuestro tenía fecha de caducidad, no fue por mí, fue por ti y no te guardo rencor, jamás lo haré, pero ahora lee de nueva cuenta el inicio de este párrafo hasta la primera coma, eso mereces.

Quizás ahora tú estás confundida, tenía que hacer esa acotación porque alguna vez hablé de ti con ella, era el año de dos mil catorce y hablaba sobre la mujer que tal vez me esperaba, una de sus características era que sería muy inteligente, pero sobre todo, que respondería una pregunta que yo le haría de una forma indirecta, pero yo no tuve que esperar a que esa respuesta llegara, yo lo supe en un momento único.

El mundo se detiene, por un momento nos olvidamos y solo nos enfocamos a nosotros, no es egoísmo, lo necesitamos porque las cosas que creamos juntos es lo mejor, porque hacemos el amor cada día, a cada minuto, en cualquier lugar, lo hacemos cuando nos tomamos de la mano, cuando nos besamos, cuando nos miramos, cuando intercambiamos sonrisas, incluso a la distancia.

Y la chica de los ojos de caleidoscopio llegó, y trajo consigo un sinfín de aventuras y momentos únicos, no lo negaré porque fueron geniales, gracias a ella puede aprender a valorar cada experiencia, mi formación estaba casi completada, pero aún faltaba lo más importante, verte en aquella casona en medio de todos, hay cosas que no sabes porque no las conté en su momento pero ha llegado el día de conocerte, estoy listo para el gran momento pero, ¿Estás lista para que sea la hora exacta en nuestros relojes para llegar puntuales a nuestra primera cita como sea que te llames?