Todo llega a su fin
Creo que siempre había soñado con este día. Me idealizaba con mi bata roja lanzando al cielo mi birrete. Abrasando a todos los idiotas con los que compartí más de 10 años de escuela primaria y secundaria. Había llegado a la meta, había llegado al final del camino, la historia se estaba terminando, y yo, sinceramente, no podía estar más feliz por ello.
-Emma Wilson- Salí de mis pensamientos al escuchar mi nombre. Ya era hora, soy una de las ultimas gracias a mi apellido y mi promoción es de ciento cincuenta alumnos así que llevo rato sentada. Me levanté de mi silla y fui por mi diploma. El director Harrison me felicitó amablemente y posamos para el fotógrafo. La verdad no sé para qué, ya que no pienso comprar la fotografía.
Toda mi familia me miraba desde los primeros asientos. Habían llegado una hora y media antes de la ceremonia para poder tener la primera fila. Bueno, la primera, la segunda y la tercera, ya que tengo una familia muy grande. Mi madrina Ninna no dejaba de llorar, al igual que mis tías y todas las mujeres de mi gran familia. Vi lagrimas asomarse por los ojos de papá y mis hermanos, me miraban con una gran sonrisa. Sabía que estaban orgullosos de mí y los amaba por eso.
Volví a mi lugar junto con el grupo. Éramos como veinticinco. Nos llevábamos muy bien, siempre que se daba la ocasión tratábamos de juntarnos. Les encantaba salir de fiesta, beber bastante, y cuando digo bastante, es bastante. Eran muy graciosos y unidos, con ellos nunca me aburría, todos estaban locos y disfrutaban su juventud al máximo.
Estoy feliz y espero que lo que viene sea mejor, creo que la universidad será mucho, mucho mejor. Y estoy lista para lo que venga, sea lo que sea que me depare el futuro, estoy preparada.
- ¿Qué te pasa? Estas demasiado cayada- Lía me sacó de mis pensamientos- Llevo media hora preguntándote que vas a usar. ¡La habitación está hecha un desastre ya!
Mire a mi alrededor y si, su cuarto estaba hecho un asco. Había blusas, faldas y vestidos en toda la cama, mientras apenas se veía el piso alfombrado por la cantidad de bolsos y zapatos. Luego de ir a cenar con mi familia por mi graduación, nos estábamos preparando para ir a la fiesta de fin de curso.
En realidad, no iríamos al instituto como cada año. Los amigos de mis hermanos hacían una gran fiesta, y como el verano pasado nuestro grupo salía mucho con ellos, decidimos ir todos juntos a esta.
-Lo siento, lo siento Lía, es que nada me convence...- Le hice saber mordiéndome el labio y disculpándome con la mirada. Hasta ahora, todo lo que me había mostrado era o muy colorido, o con demasiadas lentejuelas.
-Oh no, de eso nada, siempre haces lo mismo, y terminas yendo de negro... Es sexy pero ya aburres siempre igual- Me regaño como si fuera una niñita pequeña moviendo su dedo de arriba abajo.
- No tienen nada de malo, el negro va con todo... y es sexy- Le respondí pensando que casi todo mi vestuario de fiesta era negro, blanco o tonos oscuros.
Lía puso los ojos en blanco y volvió a meterse a su closet. Somos amigas desde.... desde que tengo memoria creo. Es la más cercana a mí de todas las del grupo, aunque es la que menos se me parece. Es muy extrovertida, le encanta destacar y sobresalir. Es más baja que yo, tiene ojos cafés y el pelo rubio. Siempre fue y será mi compañera de travesuras.
- ¡Es la última fiesta Emma y vamos a vestirnos para la ocasión! - Grita saliendo del gran armario- Toma, ponte esto- dijo tendiéndome uno de sus vestidos. Era plateado y muy brilloso. Abrí los ojos como platos. ¡Joder! Iba a parecer bola de boliche. Estaba a punto de negarme cuando me interrumpió- No acepto un no por respuesta, los chicos pasan por nosotras en una hora y ¡Ni siquiera te has duchado mujer! - Exclama haciendo un ademán con las manos.
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Después de ti
RomanceEra hermosa y ella lo sabía. Siempre había tenido todo bajo control. Una chica segura de sí misma, con autoestima, sin inseguridades ni miedos. Con una reputación de puta madre. O al menos eso aparentó siempre. Hay veces en la vida que parece estar...