Hola gente del mundo naranja. Aquí les dejo mi primer libro usando estos personajes.
Espero que les guste.
#605 - miraculous
#153 - miraculous
#979 - miraculous
En los rincones mas inhóspitos del desierto del Sahara se puede ver a un joven de cabello alborotado en una pose algo extraña para cualquier ser humano normal.
-¡Hame...!
Dio otro grito mientras sostenía sus manos al costado de su cintura mientras estaba en cuclillas mirando el cielo.
El estado del chico era casi deplorable. Su traje de combate tenia algunos arañazos y también estaba lleno de arena. Mientras que de su frente y brazos se escurría su sudor demostrando que había estando en alguna clase de entrenamiento por horas.
-¡HA...!
Después de expulsar ese grito estiro sus brazos al cielo desplegando en el acto lo que parecía una gran onda de ki de tamaño considerable para no dañar al planeta.
Una vez que la lanzo al espacio espero un par de minutos, en la misma posición, y después lo vio.
La gran esfera de energía estaba descendiendo a su posición. rápidamente el saiyajin estiro sus manos al cielo nuevamente y recibió el ataque de lleno.
La presión del Kamehameha lo obligo a arrodillarse más su convicción le gritaba que tenia que permanecer de pie. Y así, expulsando más ki del que se había propuesto a gastar en el entrenamiento, se reincorporo y empezó a absorber la bola de energía con la palma de sus manos.
La bola de energía se empequeñecía con cada minuto que pasaba asta que final mente el dios saiyajin la absorbió completamente.
-Bien...- dijo estirando levemente los brazos hacia el cielo.- Creo que eso ya termine por ahora.
Lentamente comenzó a caminar rumbo a un pequeño oasis que tenia a unos par de metros junto a el para descansar después de su entrenamiento.
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-Creo que ya es hora de ir a reunirme con los chicos.
Lentamente cerro sus ojos y empezó a sentir el ki de sus amigo y al darse cuenta de todavía no había ningún héroe en el punto de reunión decidió relajarse un poco.
-¿Okey, ahora que hago?
dijo mirando el interminable paisaje desértico frente a el. Instintivamente poso su mirada al pequeño manantial que tenia junto a el y una gran sonrisa salió de la idea de darse un buen chapuzón en ella. Lentamente comenzó a desvestirse para poder tener un relajante baño en aquellas aguas cristalinas que lo invitaban a entrar en ellas...
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