Día 5: didn't know they were dating.
A Kenma siempre se le hizo facil dejarse llevar por todo lo que Kuroo significa, pero cuando Kuroo le pide lo mismo de vuelta, realmente se vuelve un problema. Más aún cuando se acaba de enterar que, en realidad, estaba saliendo con su mejor amigo.
Kenma, ¿me quieres?
Kenma odia las noches.
Sobre todo esas noches en donde el silencio le corta la respiración, porque hay una parte dentro de él que le repite constantemente, a pesar de tener tantos pensamientos y sentimientos, que nade va a escucharle y él intenta gritar y son solo palabras que están atrapadas y encarceladas en su garganta. Las noches como estas son solo un pequeño recordatorio del caos que habitualmente tiene en su mente pero que ahora también tiene en su corazón, aquel caos que a veces se permite ignorar durante el día pero que ahora, entre sus almohadas y sus mantas mullidas, no puede evitar traer al presente. Hay demasiadas palabras, demasiadas cosas a las que nunca encontrará un orden y no es capas de decir y le tiemblan los labios mientras suelta un par de lágrimas desesperadas, y cierra los ojos con fuerza como si eso fuera a hacer que le doliera menos aceptar su realidad. Y se encoge sobre si mismo y se permite fingir que, por una noche, aunque sean las tres de la mañana, es valiente y que puede decir todo lo que lleva dentro y que a la gente le va a importar, que no le van a rechazar y que, por sobre todo, no van a juzgar sus sentimientos.
Pero lamentablemente la noche dura poco y el sol comienza a aparecer por su ventana porque ha olvidado cerrar las cortinas antes de acostarse, y se acaba de dar cuenta que, en realidad, no ha dormido ni un poco porque no puede evitar sacarse de la cabeza las palabras que su mejor amigo le dijo el día anterior, esas palabras que le calaron en lo más profundo, que le hicieron enfrentar su peor miedo y que, por desgracia, solo pudo darse media vuelta y correr lejos de ellas sin ninguna respuesta mientras temblaba por completo y se hiperventilaba sin poder calmar los latidos desenfrenados de su corazón.
Siempre creyó que el amor era un corazón latiendo con fuerza, era emoción y felicidad burbujeando en su sistema sanguíneo, era dejar de sentir el suelo bajo sus pies y comenzar a sentir que estaba flotando con un solo toque, era caer y que realmente no le importe, era amar y amar tanto que olvide qué era no hacerlo y amar hasta que se le desgaste el corazón pero aún así encontrar la manera de obtener fuerzas para seguir haciendo crecer ese amor. Y a veces se siente así, a veces se siente así y muchas otras cosas que no logra explicar, como por qué le cosquillean los dedos cuando los enreda entre los cabellos negros y desordenados de su amante, o porque siente esa sensación de vacío cuando este deja de besarle, por qué quiere llorar cuando tiene que apartarse de él.
Pero además de todo eso también siente cosas horribles como desesperación y angustia que le hacen pasar noches enteras en vela, angustia que le cala los huesos y le hace retorcer el estómago, que llena sus ojos de lágrimas a pesar que intenta con todas sus fuerzas no largarse a llorar pero cree que es una de sus debilidades que apenas algo le duele comienza a llorar de inmediato. Es angustia que le hace quedarse en la cama al día siguiente y faltar a clases porque el vacío que siente en el pecho es más grande que sus ganas de aprobar los próximos exámenes, también falta a los entrenamientos aunque su teléfono esté llenándose de mensajes de sus compañeros exigiendo una explicación pero él simplemente apaga el aparato porque no tiene fuerzas para lidiar con el mundo hoy, porque ya tiene suficiente con el caos que hay en su mundo interior.
Y llora, llora mucho. Llora en su cama y en el baño cuando entra a la ducha, llora mientras come su desayuno a solas porque su madre ya se ha ido a trabajar y solo le ha dejado una nota deseándole buen día, llora mientras se tira en el sillón tomando su consola de videojuegos y luego se da cuenta que ni siquiera tiene fuerzas para ello. Y llora más, y llora y llora y llora.
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KUROKEN WEEK 2020 [EN EDICIÓN]
FanficSiete días de risas, un poco de drama, quizás unos manoseos por aquí y por allá y, por supuesto, mucho, mucho amor. ▪ Los personajes no me pertenecen, todos los derechos reservados a su respectivo autor.