Miré la hora en mi celular, ya era tarde, nuevamente había perdido la noción del tiempo.
—Me tengo que ir. Muchas gracias de verdad, a mi novia le va a encantar, es un lindo detalle ella ama las flores.
La chica morena me dio una sonrisa con un dejo de tristeza o eso me pareció.
—De nada, seguro que sí lo amará. Pero ¿A dónde vas?
—Voy al hospital, a verla antes de que despierte, quiero estar ahí con ella.
La chica abrió la boca como queriendo decir algo más pero se detuvo antes, fue cuando nos despedimos y una vez más le agradecí por el regalo.
Llamé a Alirio para que me llevara y al momento en que llegué al hospital fui directo a la habitación de Juliana, estaba emocionada por verla, por besarla de nuevo y abrazarla mientras le susurraba que todo estaba bien que ya había llegado y tenía su regalo.
Lupe no estaba en el pasillo por lo que supuse que ya estaría con Juliana dentro en la habitación, entonces era probable que ella ya hubiese despertado pero lo descarte, si ese era el caso, Lupe me hubiera llamado para avisarme.
Fue cuando entré a la habitación sin embargo Juliana no estaba ahí, la cama estaba vacía, pensé que me habría equivocado de habitación pero en la mesita de al lado reposaba el libro que le leía a Juliana en sus momento más débiles para que supiera que yo estaba a su lado con el sonido de mi voz.
Empecé a asustarme pero quise mantener la esperanza en que Juliana estaba bien, que había mejorado y que volveríamos a casa a comer galletas y ver esas películas artísticas que tanto le gustan.
Las lágrimas volvieron a salir sin que pudiera controlarlas.
Dejé el osito a un lado del libro y rápidamente salí hacia recepción, ahí hablé con la chica recepcionista y antes de que yo le preguntara por mi novia alguien me llamó a mis espaldas, me volví hacia ella y fue entonces que me encontré con Lupe, nos miramos un momento desde la distancia y no dijimos nada pero sus lágrimas y su aflicción lo dijeros todo.
Mi mayor miedo se había vuelto realidad, corrí por ella y nos abrazamos entonces lloramos ahí, y me permití sacar todo lo que había estado aguantando hasta ese día, ambas nos derrumbamos juntas.
Juliana Valdés había fallecido en la mañana una vez salí del hospital, su corazón no pudo resistir el segundo ataque, dejó de respirar y se fue llevándose una gran parte de mí con ella.
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-ˏˋ margaritas ˊˎ- Lesbian
Nouvelles(Completa) Valentina busca el regalo perfecto para Juliana. 𝓙𝓾𝓵𝓲𝓪𝓷𝓽𝓲𝓷𝓪, 𝓱𝓲𝓼𝓽𝓸𝓻𝓲𝓪 𝓬𝓸𝓻𝓽𝓪 𝓣𝓮𝓶𝓪 𝓼𝓮𝓷𝓼𝓲𝓫𝓵𝓮