Capitulo 1

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Ya iba a comenzar la universidad, tenía miedo pero sabía que era lo que quería estudiar, Santiago no fue mucho tiempo preso por ser menor de edad, pero tenía prohibido acercarse a mí a menos de cinco metros, me conformaba con eso, mis padres consiguieron un trabajo en el que les pagaban muy bien, seguía en contacto con Amelia y a veces con Alex, cuando lo necesitaba siempre estaban ahí.

Y ahí estaba en la puerta del salón de la universidad, estaba un poco más tranquila porque sabía que Amelia siempre me acompañaba; cuando entre, todos estaban sentados, así que tome asiento y me dispuse a escuchar lo que decía el profesor:
-buenos días chicos y bienvenidos, de una vez les voy a dejar las reglas bien claras, no quiero personas mediocres ni perezosas, no les voy a valer trabajos incompletos o mal hechos ¿Entendido?
-sí señor, respondimos todos en una sola voz, y continúa hablando el profesor:
-bueno, el primer trabajo de este trimestre es en equipos de a seis, saldrán de la ciudad e incluso del país a un lugar que les daremos al azar, se quedarán dos semanas y el grupo con la mejor foto ganará un premio sorpresa, que sólo sabrán que es, cuando ganén, comenzaré a hacer los grupos.

No puse atención a nada de lo que dijo después, hasta que mencionó mi grupo:
-Gabriela Díaz con:
-Abigail Montero
-Mariana rojas
-Lucas Fernández
-Andrés González
-Nicolás Pérez
¿Quiénes eran esos? Era lo que me preguntaba hasta que los vi levantarse, lo primero que noté es a un chico súper lindo, la verdad no sé cuál de todos los que nombraron era él, pero era muy lindo, ¡ok vine aquí a estudiar no a enamorarme!, Los saludé a todos y todos correspondieron, menos una de las chicas que no sé cuál es su nombre pero me mira con ¿odio? Y no se por qué, pero no me interesa, al terminar la clase, quedamos de encontrarnos en mí casa, cuando nos dijeran el lugar.

a llegar a la casa mis padres me recibieron con un almuerzo delicioso y mi favorito para celebrar mi primer día en la universidad, les conté sobre el trabajo en grupo y estánban de acuerdo con que nos reunieramos aquí en mi casa, y me dijeron que tuviera cuidado con el lugar al que nos tocará ir, que no saliera mucho, los abrace lave los platos y me fui a dormir.

No tenía sueño así que me puse a hablar con Amelia, no en su forma humana sino sintiendo su presencia, tan sólo con eso me daba Paz.

Al llegar a la universidad nos pidieron que escogiéramos a una persona por grupo para que fuera y sacará un papel, y en mi grupo me enviaron a mí, no sé por qué pero sentía que iba a ser así, pero bueno sólo era sacar un papel así que fui al frente metí la mano en la bolsa y saqué un papel, el nombre era muy raro y difícil de pronunciar, toda la clase el profesor se quedó explicándonos cómo se realizaría, dónde nos encontraríamos y cómo nos vendríamos de allá, nos íbamos al otro día.

a llegar a la casa le dije a mis padres que tenía que empezar a empacar para irme mañana, ellos me ayudaron, compramos mucha comida, paquetes de dulces, chocolates, papás, entre otras cosas estaba lista para irme, mañana.
Una hora más tarde llegaron todos a mi casa, empezamos a hablar, quedamos en un acuerdo de que cada uno llevaría comida (mucha comida), llevaríamos todo lo necesario para sobrevivir esas dos semanas en ese lugar, comenzamos a tener ideas de conocernos mejor, y en primer lugar para aprender nuestros nombres:
- Lucas Fernández, ese era el nombre de ese chico tan lindo y guapo, cabello castaño, ojos azules, tez blanca.
-Mariana Rojas, era la chica que me miraba como si fuera su enemiga, cabello casi rubio, ojos negros, tez casi blanca, en realidad era linda, pero no sé por qué sentía que no nos llevaríamos muy bien.
-Abigail Montero, se veía que era buena persona, al igual que
- Nicolás Pérez y Andrés González, ellos tres se parecían mucho, cabello café, igual que sus ojos y tez morena, sentía que me caerían muy bien.
Y por último yo, Gabriela Díaz, cabello negro, ojos cafés, tez morena, ya estábamos preparados para irnos mañana.

Al otro día llegamos todos al tiempo , nos subimos a un carro, me despedí de mis padres y nos fuimos, el viajé tardó trece horas,pero por fin habíamos llegado, era un paisaje hermoso con una cabaña encantadora.

SU ÁNGEL GUARDIÁNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora