Capitulo 7

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Ya era de noche, no teníamos sueño a si que todos estábamos despiertos, eso me complicaba más las cosas, no sabía cómo salir de la cabaña, ví  a Amelia en la puerta, su miraba trataba de preguntarme por qué no estaba en el lago, y faltaba un minuto para la media noche, así que se me ocurrió decirles qué iba a dar una vuelta para tomar aire, ninguno se interpuso, salí casi volando, fui lo más rápido que pude, al llegar al lago esperaba que pasará algo pero por unos minutos no paso nada, hasta que ví el otro del lago, estaba el hombre del lago, con una de sus manos en un árbol, me estaba mirando, yo también lo están mirando, no sabía que iba a pasar, de un momento a otro mientras pestañe había desaparecido, ¿Cómo era eso posible? ¿Para eso vine?
Al voltearme para volver a la cabaña el estaba hay pegue un pequeño saltó y como si fuera un amigo que conocí hace mucho le dije:
-oye, me asustaste.
Perdón, respondió suavemente ¿Cómo te llamas?
-Kevin, Kevin Torres
Por lo que se, tu sabes cuál es mi nombre, ¿Verdad?
-Si Gabriela, supe que tú me salvarias apenas llegaste aquí, ¿Amelia? Me dijo que tú me ayudarías
¿Lo harás?
-¿Por qué estás aqui?
¿Que te pasó? Mi mente tenía un montón de preguntas que necesitaba que tuvieran respuestas.
Estaba tan confundida, le iba a preguntar un montón de cosas más hasta que el me dijo:
-Gabriela, tienes que irte, tus  amigos están en peligro.
Lo primero que pensé fue:
-¡SANTIAGO!
Con prisa le dije a Kevin:
-Adios, un placer conocerte.
Lo mismo, respondió y desapareció.
No tuvimos tiempo de hablar más, pero Santiago estaba haciéndole algo a los chicos.

Al llegar a la cabaña todos estaban en los baños de sus cuartos, aparentemente vomitando menos Mariana, Santiago y yo, obviamente ellos le habían hecho algo, asi que lo primero que dije al ver esto fue:
-¿Que les hicieron?
¿Nosotros? Jamás, Respondieron juntos con tanto sarcasmo, la rabia se estaba apoderando de mi, pero mantuve la calma.

Cuando todos estaban dormidos, llame a la policía para denunciar lo que habían hecho Santiago y Mariana, pero como siempre "sin pruebas no hay nada que ellos puedan hacer", tenía que conseguir esas pruebas como fuera y lo más rápido posible, así que fui al cuarto de Mariana y a la sala donde estaba durmiendo Santiago a buscar evidencia, pero no encontré nada, tenía que buscar otra forma de encontrar las pruebas.
-de pequeña querías ser espía, a cumplir el sueño Gabriela.
Por el momento a dormir o bueno a luchar por seguir viva.

Le pedí a Amelia ayuda para saber cómo conseguir las pruebas, me dió una muy buena idea, hacerlos decir que ellos fueron los que intoxicaron a los chicos, sin que se den cuenta que los voy a grabar.

Ya teniendo todo planeado, me desperté más temprano que todos, escondí el celular en el pantalón de mi pijama, tapándolo con el saco, lo puse a grabar, desperté a Mariana y Santiago, pero antes de eso recé demaciado para que todo saliera como lo había planeado.

Con voz fuerte y decidida les dije:
-Ustedes fueron los que envenenaron a:
-Abigail
-Nicolas
-Lucas y
-Andres
Y no me mientan.

Y con un grito Santiago respondió:
-Si, fuimos nosotros.
¿Por que? Les pregunté de manera enojada y la respuesta de ambos fue:
-Lucas y tu, no valoraron el amor que les brindamos, es hora de que paguen.
Y se fueron a la habitación de Mariana y Andrés.
Cuando saque mi celular para escuchar la grabación.
¡Noo puede ser posibleeee!
El celular no había grabado nada, pero yo lo puse a grabar, tal vez se había trabado.
¿Ahora que iba a hacer? Ellos no volverían a decirme lo que habían hecho y si les preguntaba ellos iban a sospechar.

SU ÁNGEL GUARDIÁNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora