Después de que mi hermano y su equipo nos desalojaran del sitio, todos nos encaminamos en el coche de este al club Diógenes, en el cual nadie habló ya que cada uno estaba sumergido en sus pensamientos, sabiendo que les esperaba una gran charlar y sobre todo nuestro detective quería saber más sobre la chica misteriosa, sobretodo como se llamaba, ya que en ningún momento comento su nombre.
Cuando llegamos al club nos dirigimos al despacho de mi hermano y cada uno se sentó en los diferentes sofás que había excepto mi hermano que se sentó en la silla principal de aquel despacho.
- Supongo que tendréis varias preguntas. Comento Mycroft con un rostro cansado.
- Claro que las tenemos, sobre todo lo que ya pasado en ese club, ¿Qué eran esas personas si se les puede llamar así? Contesto el doctor ya cansado de esperar a una respuesta después de tanto misterio que no se resolvía.
Por otra parte nuestro detective no paraba de mirar a la chica esperando que esta hablara. Esta por el contrario estaba relajada en el sofá esperando a ver si el mayor de los Holmes, contestaba a las preguntas que el doctor hacía.
- Bueno doctor Watson, lo que presenciaron es algo que, no deberían haber visto y sinceramente ni deberían haber estado en ese sitio, pero claro a mi hermano siempre le pica el gusano de la curiosidad y tiene que meter las narices, donde no le llaman.
Se notaba que Mycroft estaba enfadado, por cómo decía las palabras, pero también de forma cansada sabiendo que su hermano no daría su brazo a torcer, antes de que John dijera algo más, la chica misteriosa se levantó y empezó a hablar.
- Bueno será mejor que me presente y conteste a sus preguntas, me llamo Mariam y lo que acaban de ver como bien dice el señor Holmes es algo que no deberían haber visto, pero viendo las circunstancias, es mejor decir lo que está pasando. Londres se encuentra en peligro por diversas criaturas o catástrofes que no deberían producirse, no tan visualmente. Y contestando a su pregunta anterior señor....
- John Watson.
- Señor Watson, aquellas criaturas que vio son serpientes humanoides tienen su denominación, pero es irrelevante ahora mismo decirlo, lo único que les puedo decir es que no todo lo que vean, crean que es real. Y con esto creo que es más que suficiente.
Mycroft observo a la chica un una cara de agradecimiento, por todo lo que había comentado, ya que él seguramente hubiera contado todo ya que llevaba una semana bastante estresante y no solo por este asunto, sino por todo el trabajo que le otorgaban y no había tenido tanto tiempo para descansar. Sherlock se dio cuenta de aquella acción y no le gusto mucho, lo que estaba viendo, sabiendo desde hace un tiempo que ellos dos se conocían, pero la pregunta era su hermano ¿tenía algún interés en ella? Imposible eran Holmes y ellos no sentían, su lema era nada de emociones ya que este era un error humano, aunque Sherlock un poco había cedido sobretodo con la partida de Mary y la llegada de la pequeña Rosie a su vida. Pero esa reacción le hacía sospechar bastante, tanto la mirada de Sherlock como la de Mycroft se encontraron, obteniendo la respuesta que quería saber, su hermano estaba interesado en la chica, no sabía si de forma romántica pero sí que tenía un interés, que le sacaría, en cuanto pudiera.
- Creo, que con lo que le he comentado, he contestado a todas sus preguntas. ¿Usted tiene alguna señor Holmes? Pregunto Mariam mirando al menor de los hermanos, ocasionando que el contacto visual que tenia con Mycroft desapareciera.
- No, no tengo ninguna pregunta, lo que si me gustaría es que me llamara por mi nombre Sherlock y no por mi apellido, eso se lo dejo a mi hermano.
A Mycroft no le gusto, esa contestación y lo único que hizo fue una muesca demostrando su disgusto, sin pronunciarse lo único que deseaba era que tanto su hermano como el doctor Watson se fueran de su despacho, para él poder descansar y dedicarse a otros asuntos mucho más importantes que contestar las tontas preguntas que el doctor Watson preguntaba a la chica, aunque él en su momento le hizo preguntas muy similares.
El día que la conoció, se presento como todo un caballero, sabiendo en primer lugar quien era ella, cosa que su hermano a día de hoy no sabía y esperaba que fuera así aunque dudaba mucho que eso fuera así. Cuando la vio supo que su mundo lo pondría patas arriba y como había dicho Sherlock en una de sus tantas tardes de juegos, había encontrado a ese pez dorado, que tanto había esperado encontrar, al pensar eso se regaño mentalmente, él era el hombre sin sentimientos más conocido como Ice-man mote que le había puesto Moriarty hace años. ¿Porque le parecía interesante? La respuesta es que no podía deducirla, ni saber nada de ella, solo lo que le habían informado, que la verdad era muy poco, pero lo suficiente.
Las primeras veces que se vieron eran solo formalidades, cosas de trabajo, pero con el tiempo supo que la chica, era una persona demasiado alegre, amable que intentaba ayudar a todo el mundo y simpática y nunca la había visto enfada, cosa que le fascinaba, ya que buscaba la forma de molestarla y eso hacía que se involucra mas con ella y llamo toda su atención. Por ello no era de extrañar que a veces salieran a tomar un té y hablar como si fueran amigos de toda la vida, aunque a Mycroft le costaba expresarse y ella lo sabía, pero siempre le sacaba una sonrisa a este.
Un día de los tantos que ellos se reunían ella le soltó la frase que le marcaría "Mycroft, tú puedes pasar el resto de tu vida conmigo, pero yo no puedo pasar el resto de la mía contigo. Tengo que vivir sola" Aquella frase fue como un balde de agua fría, no se la esperaba, ¿era tan obvio que se había dado cuenta de los sentimientos que empezaban a aflorar hacia ella? Pero ella siguió hablando. "Pero, en todos estos años de tiempo, nunca antes he conocido a alguien que no haya sido importante" le había dicho con una sonrisa y se podría decir que con un pequeño rubor en las mejillas, eso significaba que ella lo apreciaba y lo valoraba. Y otra cosa importante que le daba esperanzas, y como buen lema de un Holmes, "Ningún Holmes se rinde" y el no se iba a rendir, ella había sido una de las pocas personas que habían entrado en su corazón y sobre todo que su alfa interno tuviera interés, protección y alegría hacia ella, cosa que nunca había pasado y le asustaba, pero le gustaba, se podría decir que a veces le gustaba sufrir. Y desde ese día se prometió que no se iba a rendir y sobretodo intentaría que sus sentimientos no se notaran tan descaradamente, cosa que a veces era imposible.
- Bueno, sino tienen más preguntas, será mejor que vallan a sus casas y descansen, lo van a necesitar y mas con lo que han experimentado.
Sherlock quería quedarse e interrogar a su hermano pero sabía que primero debía, quitarse a John, no tenía nada en contra de su amigo pero, quería tener una conversación privada con su hermano, sobre la chica y sabia que si John estaba en esa conversación habrían semanas o meses molestando, con que si quería algún interés más que profesional con ella y ni él sabía que era lo que quería ahora. Por ello sin más los dos se levantaron se despidieron y salieron.
- Sherlock, será mejor que te quedes y hables con tu hermano, creo que será más cooperativo si estas con el tu solo.
¿Acaso había sido descubierto?, no la expresión de su amigo era que le decía que quería saber más sobre la situación en la que se encontraban y si en un futuro, volveríamos a enfrentarnos a algo parecido. Por ello su amigo se despidió y se fue en el primer taxi que paso rumbo a su hogar a descansar. Por otra parte nuestro detective fue de vuelta al despacho donde estaría su hermano, pero no contaba con que la chica estuviera allí aun, Sherlock se quedo escondido detrás de la puerta entre abierta oyendo lo que los dos estaban hablando.
-Espero, no haber sido tan dura con ellos, no me gusta regañar a la gente, no es mi estilo. Había contestado ella con una risa.
- Lose querida, pero gracias a ti me has salvado de un aprieto y por ello te doy las gracias.
- No tienes porque dármelas Mycroft, sabes que siempre es un placer ayudarte. Por cierto debe irme Winiber, debe de estar llegando. Mañana nos vemos en donde siempre.
- ¿Misma hora?
- Misma hora.
Con ello la chica se fue, no sin antes dejarle un beso en la mejilla al mayor de los Holmes, el cual se sonrojo y sonrió, acompañándola a la puerta, mientras que nuestro detective se escondía para no ser visto. Ella se fue y Mycroft se acerco, donde se escondía su hermano, ocasionando que este se cayera.
-Creo que nuestra madre, nos enseño a no espiar conversaciones ajenas, ya que es de mala educación.
Sherlock se levanto como si nada y se dirigió a la oficina de su hermano, mientras que Mycroft le siguió y cerró la puerta, sabía que iba a hacer una noche muy larga para ellos dos.
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She Will Be Your Downfall
RomansaHistoria de Sherlock Holmes, donde se enfrentara a un nuevo caso, y pondrá todo su mundo patas arriba y de algún personaje más, descubriendo que todo lo que ve , a veces no es lo que la realidad nos deja ver.