Dr. Stone

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-Necesitamos 800 mil copias- había dictaminado con una sonrisa malvada a todo el departamento editorial -se han acabado todos los volúmenes de este mes y demandan más, las quiero en breve-

-¿¡QUÉ 800,000!?- gritaron al unisono todos los miembros de la editorial Ishigami, incluido el sub-jefe de esa división, Gen. -De haber sabido que leer manga y ver anime es mucho más sencillo que hacerlo, me hubiera guardado mis aficiones otakus y hubiera sido un otaku de closed toda la vida- dijo el ya no tan joven mentalista con un fuerte pesar.

-Para qué no ocultas bien tus mangas durante el trabajo, por eso te di el puesto- dije sin más, pues 800,000 copias no es nada comparado con las más de 1,900,600 que producimos semanalmente por tomo, no solo para un manga en especifico, si no para varios.

-y tu como siempre sabes que me encanta el trabajo, Senku-chan- dijo Gen con sarcasmo, adjuntando una mirada sombría y estar al borde de un colapso mental.

Hace trece años, si Gen hubiera alcanzado a guardado a tiempo de mi vista el nuevo número de la Weekly Shōnen Jump para leer su manga semanal de One Piece y Detective Conan, y no lo hubiera visto, no se me hubiera ocurrido la maravillosa idea de fundar una editorial y casa de animación e incursionar en el campo del entretenimiento.

Construir un edificio con todas las especificaciones requeridas no representaba la gran inversión, después de todo el verdadero desafío fue la búsqueda y talento, mano de obra, de quienes estarían trabajando en las oficinas. Dichos talentos se encontraron a base de concursos en línea, Comicons y Expojapan fue así como surgió lo que ofrecemos hoy en día en la Editorial Ishigami, que forma ahora un pilar fundamental en todo el Reino Científico. No fue si no hasta hace poco menos de 3 años que nuestro diamante en bruto se robó por completo la atención de nuestros consumidores, desapareciendo casi al instante de las librerías cada vez que lanzamos un nuevo volumen, hablo del manga escrito e ilustrado por nuestro artista más joven, bajo el alias de Boichi Inagaki.

-¿Boichi-sensei ya tiene listo el capitulo de esta semana?, necesitamos también su aprobación para el casting de actores de voz que interpretaran a sus personajes en la adaptación al anime, sobretodo queremos que le de su visto bueno a la letra del opening- decía Gen con algo de inquietud pero relajado, eran muchas las cosas que se tenían que hacer y en una editorial el tiempo siempre era activo.

-Ku-ku-ku- no te preocupes, ¿cuando te ha decepcionado con la entrega de un capitulo?-

... ... ...

Llegue a casa y como siempre mi esposa me recibió con una reverencia y un "bienvenido", me quitó mi chaleco y lo colgó en el perchero del pasillo con delicadeza, pasamos al comedor y ella me sirvió el almuerzo, comimos de manera tranquila y apacible. Ruri-san hablaba y me contaba de su día mientras yo retenía la información más relevante de lo que me decía y desechaba la que consideraba innecesaria.  No dije palabra en toda la comida, ella me conoce tan bien que no se pondría mal por ese tipo de cosas, sabe que tengo otros asuntos en que pensar y otras cuestiones de que preocuparme. Por último cuando terminamos de recoger la mesa, y ella se encontraba lavando los platos, llamó mi atención para hablarme en su característico tono apacible -Boichi-sensei no ha salido de su estudio en todo el día para entregar el manuscrito final, me comentó que aunque no sea necesario sí podrías pasar a revisarlo-

-saben muy bien que a mí no se me dan ese tipo de cosas- dije con fastidio -Te puedo hacer un escudo resistente a base de papel y que sea tan duro como el plomo, pero no podré darte una demostración artística sobre él- dije, sin buscar una justificación, solo recalcando lo obvio de mi persona - pero si no hay mas remedio- agregué, dirigiéndome al estudio de Boichi-sensei, la última puerta al final del corredor. Toque tres veces antes de adentrarme, y cuando abrí la puerta una luz brillante me cegó, verificando que mis corneas no estuvieran dañadas procedí abrí lentamente mis ojos y vi varios papeles regados por el piso, así como otros más apilados sobre la mesa de trabajo de la joven mujer de 18 años que se encontraba dando los toques finales a lo que parecía ser la ultima viñeta del capitulo a publicar esta semana. -ku-ku-ku, ¿mucho trabajo el día de hoy, Boichi-sensei?-

-Papá, Buenas noches- dijo con sorpresa pero con una sonrisa en el rostro mi ya no tan pequeña Suika, queriendo levantarse y dejando atrás todo lo que estaba haciendo por ir darme un abrazo para darme la bienvenida.

-No, nada de eso, termina lo que empezaste. No queremos que sea la primera vez que te retrases en tu trabajo.-

-No te preocupes por eso, ya está terminado, quiero que lo veas, si se puede.- dijo acercándose a mi con papeles en mano.

-114 capítulos han pasado la revisión final y culminado en un proceso de publicación exitoso sin necesariamente mi supervisión, ¿que diferencia habría si lo reviso ahora?, puedo guardar una copia y leerlo después-

-No sería lo mismo, por lo menos quiero que leas este antes de ser publicado- comentó mi hija, la gran maestra de la ilustración, de resolver misterios y poseedora de una inteligencia excepcional, su manga a demás de ser entretenido es educativo, además de ser ficticio es humano, ¿cómo decirle que no?

-Es una lata, pero entregamelo- dije rendido y comencé a ojear y leer de a una las viñetas del capitulo.

"Una vez muera, por favor, poned lo que he reunido en esa cosa redonda... han pasado 1,014,599,230 segundos... puedo ver el espacio reflejado en el agua, no importa si no miro hacía arriba... estamos conectados, no importa como lo mires... es hora de revivir a la humanidad..."

... ... ...

Papá no dijo nada al momento de leer el final del capitulo 115, solamente sonrió y me devolvió mi manuscrito, me toco suavemente la cabeza con la palma de su mano y se retiro sin hacer ruido.

La puerta de mi estudio se encontraba entreabierta por lo que luego de dejar el manuscrito en mi mesa de trabajo me asomé por entre el espacio abierto y vi a mi padre de camino a la sala de estar y acercarse a mi madre, quien se encontraba remendando ropa sentada cerca del Kotatsu. El tomó lugar detrás de ella y la abrazó desde atrás rodeando su cintura, sin que mi mamá se lo esperase y eso pareció conmover la. Mi padre recostó su cabeza en su hombro de ella, y ella dejó de remendar para fortalecer ese abrazo. -¿gustas llamar a Byakuya-san para que nos acompañe a cenar?- escuche a lo lejos como mi mamá le hacía esa pregunta a mi papá.

-Ese tipo de cosas... No estaría mal que tu padre y tu hermana también nos acompañasen esta noche- dijo mi papá en un susurró sin despegar su frente de la cálida y suave piel de mi madre, y a lo cual ella solo pudo asentir.

BUENAS GENTE BONITA, otro capitulo más de esta bella y humilde historia que tengo para todos aquellos que decidieron probar suerte con una ship así. Quiero agradecer de antemano el silencioso apoyo y como comunicado para la fecha que subo este capitulo lamento profundamente el fallecimiento del Seiyuu de Byakuya, así mismo una celebración por estar a una semana de que el manga tenga 150 capítulos publicados. Son un Fandom increíble.

Nos leemos pronto. Fora.

ProvisionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora