Viajemos a la luna

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-fue entonces como el gran cienticero lanzó un hechizo mágico que hizo que los cielos destellaran de colores- dije con jubilo viendo como dos pequeños ojos destellaban emoción con cada palabra que relataba -y así fue como la sacerdotisa milagrosa encontró la luz en el cielo que le enseñó el camino de vuelta a los brazos de su amado, fin.-

-¡otra, otra!- gritaba llena de alegría mi nieta sobre mi regazo, ella cómo adoraba las historias que yo le contaba.

-sifinitivamente mi pequeña, todo lo que tu quieras- respondí encantado.

-Viejo, deberías de dejar de contarle esas historias a Suika, se le puede pudrir el cerebro- decía mi hijo Senku a través de la pantalla del computador -no te dejamos al cuidado de Suika para que le digas esas cosas, ahora pensará que soy un mago-

-cienticero- corregí

-da lo mismo- terminó de decir con aparente indiferencia

-yo creo que fue una bonita historia, Byukuya-san- comento mi queridisima nuera al lado de Senku, con una deslumbrante sonrisa.

Por cuestiones de trabajo Senku tuvo que ir a Estados Unidos a dar una conferencia a la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, acompañado de parte de su equipo y según sus palabras era indispensable que su esposa también fuera con el. Hace un par de años atrás Ruri-chan empezó a trabajar como recepcionista en las oficinas administrativas y rápidamente ascendió a sub-gerente en la división corporativa de textiles, trabajando codo a codo y bajo la supervisión de Yuzuriha-chan. Viera por donde se viera Senku tramaba algo, pues la división de Aeronáutica y Física, junto a miembros del área de Astrofísica y Astronomía  son las principales personas en acudir a la conferencia, no obstante pese a que Ruri-chan trabaje en la división de Textiles, siendo la esposa del magnate hombre de negocios y dueño del reino de la ciencia Ishigami, hacerle compañía a su esposo era la tarea y el deber más importante.

-fu-fu-fu- reí cínicamente, pensando en la posibilidad de que Senku solo se llevó a Ruri-chan para pasar tiempo a solas con su esposa como pareja -¡Ruri-chan es la única que me aprecia!- decía con sentimiento, debido a la "frialdad" de mi hijo -agradecido con el de arriba-

-Ku-ku-ku- deja de ser tan sentimental, llamamos para saber como estaba Suika y has convertido esta llamada de 5 minutos en una de hora y media gracias a tu cuento para dormir- decía mi hijo con una sonrisa ladina, una que denotaba un pequeño ápice de enojo.

-Suika extraña a papá- dijo la pequeña con entusiasmo por ver a su figura paterna a través de la pantalla del ordenador.

-Yo también extraño a mi pequeña detective- dijo mi hijo, mientras se cruzaba de brazos y suspiraba sonriendo le a su primogénita de 5 años.

-Suika quiere otro cuento para dormir- dijo, más en pregunta que en afirmación.

Senku se froto la cuna, estaba cansado, y tanto yo como Ruri-chan lo notamos. Estábamos a punto de intervenir cuando mi hijo habló -Esta bien, pero será el último, luego haz de ir a lavarte los dientes e irte a dormir-

-¡Hai!-

-Cuenta la historia que una vez al mes, cada luna llena, dentro de un bosque de arboles gigantes se encontraba una joven sacerdotisa que lloraba a la luz de la luna- empezó a relatar Senku el nuevo cuento para dormir. -"dime, ¿quien eres?", repetía para sí misma en su reflejo de un viejo estanque encantado sin obtener respuesta. No fue sino hasta que una noche un mago que paseaba en aquel bosque la vista cruzó, con la más dulce mirada que el toda su vida jamás conoció- relataba mi hijo Senku, siendo la primera vez que lo veía y oía tan reflexivo, relatando aquellos días que conoció y pasó al lado de Ruri-chan. -Desde ese mismo momento la sacerdotisa y el mago se reunían una vez al mes bajo la luz de la luna-

Flashback

-Amanita Virosa, Venenosa. Buna Shimeji, Comestible. Acónito, Venenosa. Artemisa, Comestible.- decía una niña de 8 años con tono exaltado y preocupado, cada vez que un niño de 5 años cogía con la mano una diferente especie de planta del cultivo familiar de ella.

-Al parecer no eres tan tonta como yo creía- dijo el pequeño niño de cabellera blanca y puntas de color verdoso en un noto regular. -enséñame más- dictaminó.

Presente

-Siempre el mago le permití a la sacerdotisa estar a su lado- seguía relatando Senku -puesto ella quería estar al lado de el, aún si el mago hubiera dicho que no, porque ella poseía unos ojos que el mago admiró por primera vez en algún ser tan celestial, ojos de asombro y emoción, que podían ver el mundo de la misma manera que él lo hacía, y de esos esos el mago se enamoróAl final de cada noche, el mago terminaba cansado de su largo recorrido por devorar el conocimiento que la sacerdotisa le propiciaba, y ella siempre cómo si de un ritual se tratase, preparaba un lugar donde el mago pudiese dormir junto a ella, una colcha para arroparse y las piernas de ella siendo su almohada, hasta que un ogro sirviente pasara por el mago y le recogiera en brazos dormido para llevarlo directamente a casa.- decía con "amor" y al mismo tiempo sin piedad Senku, llamándome directa-indirectamente ogro- realmente nunca se despedían el uno del otro, pero el cobijo que se tenían funcionaba como una despedida sin palabras. Ellos no lo sabían, pero la última noche que pasaron juntos, fue cómo si el destino durante tanto años les hubiera indicado el momento perfecto para sellar una promesa, con un beso.

Flashback

-Byakuya no es mi padre biológico...- empezó a decir un niño de 10 años, poseedor de brillantes ojos rojos y una cabellera blanca, ha una figura femenina que lo escuchaba atentamente, rubia de ojos azules de tan solo 13 años -Lo que Byakuya me dijo fue, que yo era hijo de un buen amigo. No me importó no conocer los detalles y no tengo ningún interés en saberlo. Ese tipo de cosas no importan, no tiene ninguna importancia, aun cuando él me dijo sus nombres... aun cuando me dijo qué de mi madre saque el cabello y la alergia a la laca, y de mi padre saqué los ojos y un amor por la astronomía... después de todo, yo soy su hijo.-

-El hecho de tener a una persona tan des-interesadamente maravillosa en tu vida, te ha brindado de un estimulo y pasión innatas para alcanzar ser la persona que eres ahora, en tu hambre por saber y conocer...- fue lo que la dulce niña respondió.

-No solo le tengo a él, también te tengo a ti-

Presente

-"viajaré a la luna y tocare los cielos de galaxias lejanas, espérame hasta entonces, pues formaré un Imperio donde puedas vivir feliz" dijo el mago decidido a cumplir su promesa, a lo cual la sacerdotisa respondió, "Esperaré hasta la noche resplandeciente para vernos de nuevo, cuando la belleza de mi alma alcance su máximo esplendor, pinta el cielo de colores que me guiará a ti, haz que las estrellas brillen más que ahora, entonces sabré que me correspondes, y yo seguiré esperando por ti." fin.- para cuando terminó de contar la historia mi hijo, Suika ya se encontraba profundamente dormida en mis brazos, y el solamente suspiró -ya es tarde, creo todos necesitamos dormir-

-Hai- dije entre impactado y conmovido por la manera de relatar historias de Senku, mientras me levantaba del sofá con Suika en mis brazos para dirigirme a arropar la su habitación -que descansen, Senku, Ruri-chan- empecé a despedirme de ellos.

-Dulces sueños, Byakuya-san-

-Descansa viejo- fue lo último que dijo Senku antes de que la pantalla del ordenador se pusiera negra y todos pasáramos a formar parte del mundo de los sueños aquella cálida noche de verano.

BUENA GENTE BONITA, otro capitulo más, juntos otra semana más, nuevamente y de manera silenciosa agradezco el apoyo y recibimiento a esta humilde historia. Tengo pensado que no han de faltar muchos capitulos para concluir, nuestro viaje juntos podrá ser corto y de no tan grande impacto pero gracias por todo.

Nos leemos pronto. Fora.

Dato curioso: los "papás de Senku" en esta adaptación provienen del anime/manga Jikabu Shonen Hanako-kun, lo tenía que decir y se dijo.

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