Escuela de mafia

Capitulo~11

Alison se despertó a causa de una notificación entrando a su celular.
Lentamente abría los ojos, los párpados le eran pesados, ya que no durmió mucho, y la razón era.... Mark.

Seguía sin creer, que al fin había regresado con el. Tanto, que de la emoción, durmió hasta ya muy tarde ayer.
Con mucha flojera, estiro su brazo para alcanzar su celular. Y al ver de quién era la notificación, sonrió.

Era de Mark.

Se sentó en su cama y desbloqueó su celular, para poderle contestar.

Mark

Buenos días hermosa 😉
✔️✔️

Buenos días Mark 🙂
✔️✔️

No se dice "Mark", se dice
"Amor"😌👌🏼
✔️✔️

Jajaja, perdone usted🙌🏻
Buenos días amor😘
✔️✔️

Muy bien, así me gusta👌🏼
Por qué tardas tanto?
✔️✔️

De que hablas?
✔️✔️

Estoy en la escuela, esperando
a que llegues🙇🏼‍♂️
✔️✔️

Awww🥺
Deja me baño y voy enseguida👌🏼
✔️✔️

Bueno
Pero apresúrate😑
✔️✔️visto

Alison se levantó de la cama y camino hacia su baño.
Abrió la llave de la regadera y dejó que saliera el agua helada para así, pasar a la caliente.
Se quitó la ropa y entró a la regadera.

No tardo mucho en el baño, hizo lo posible para apurarse. Quería ver a Mark, más bien, necesitaba.
Quería abrasarlo y asegurarse de que no estuviera soñando.

Se vistió y antes de irse, le dio comida al gato.
Iba camino a la escuela con mucha emoción, ni siquiera desayuno. No le importaba mucho el no haber preparado desayuno, ya que fácilmente, podía ir a la cafetería de la escuela y desayunar allí.
No tardo mucho tiempo en llegar a la escuela, ya que se había ido en un uber. Así que gracias a eso, llego a tiempo.

Todos los alumnos que si tenían clases, entraban corriendo al plantel, ya que había sonado la campana. Y ya era un poco tarde, así que si no corrían, no podrán entrar a su clase. Hay algunos maestros que no te dan ni la mínima oportunidad de entrar a clase, así que debían de llegar temprano.
Lo bueno que yo no tengo que estar preocupándome por esas cosas.

Caminaba por los pasillos en dirección a mi sala de planeación. Necesitaba dejar unas cosas allí, para después encontrarme con Mark y pedirle que fuéramos a desayunar a la cafetería.

Abrí la puerta de la sala y al primero que vi, fue a Mark sentado en mi escritorio.

-Que haces aquí? – pregunté sorprendida. No me esperaba encontrarlo aquí.
-Vengó a desayunar contigo– mostró unas bolsas de comida, que estaban escondidas detrás de el.
-Ayyyy Mark– camine hacia el con puchero y lo abracé.

Ya no tendríamos que ir a la cafetería. El lo tenía ya todo planeado.

-Supuse que no habías desayunado, por la cuestión de que te acababas de levantar– movió un mechón de mi cabello, detrás de mi oreja– Y como tenías mucha prisa por llegar aquí, no creí que fueras a desayunar.
-Pues tienes razón, no desayune– lo abrace una última vez y me dirigí hacia las bolsas que estaban detrás de él– así que te agradezco por esto. Señalé las bolsas.

-Aham, cof cof

Me sorprendí al escuchar a alguien más.
Voltee para atrás, y Grayson junto con Ten, estaban sentados en el escritorio de Ten.

-Oh, chicos, no los vi– les sonreí.
-Si, eso está claro– contestó Grayson.
-Buenos dias Alison, algo que nos gustes contar?– sonrió sarcástico.
-Ammm, pues nada– voltee a ver a Mark.
-Si ya mire– me contesto Ten– Pues iré a la cafetería por desayuno, quieres ir conmigo Grayson?
-No gracias, ya desayuné-
-No, claro que no– Ten lo interrumpió y le hizo señas para que fuera con el.
-Pero no teng- Ah!

Ten no dejo que terminara, cuando lo agarro del cabello y lo comenzó a arrastrar para afuera.

-Bueno, nos vamos, diviértanse– sonrió Ten cálidamente, como si nada sucediera.

Después se escuchó un pequeño silencio.
Alison y Mark se voltearon a ver uno al otro, y después se soltaron riendo.

-Siempre son así tus compañeros?– pregunto Mark con una ceja levantada.
-Siiii, es su forma de mostrar su cariño– sonreí y levante los hombros.

Después de ver lo sucedido y reírnos por un buen rato, nos sentamos a comer.
Hablamos un poco sobre algunas dudas o cosas que nos queríamos decir. Todo fue muy tranquilo, y eso me encantaba, ya que no me quería molestar con el por algo tonto.

Seguíamos hablando, cuando entró una llamada por mi celular.

-Ah, espérame un poco– le hice una seña a Mark, para que me esperara un poco.

Levante mi celular para ver de quién era la llamada, y al ver el nombre en la pantalla, me quede helada.