Pechos extrapequeños

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Hyunjin últimamente había estado obsesionado con los pechos de las mujeres y no sabía porque, cuando caminaba por las calles se les quedaba viendo aquella parte de las chicas que pasaban cerca suyo. Eso le hacía sentir mal, él tenía una novia, a la que, por cierto, no le conocía los pechos. No es que había sido una decisión suya, sino de ella, él creía que seguramente era porque sentía inseguridad de ellos ya que eran pequeños. Pero eso no le importaba ella tal y como fuera.

Siempre le había gustado jugar con los pechos de sus parejas pero nunca había tenido una obsesión con ellos como la tenía ahora, porque si, ahora estaba obsesionado, siempre bajando la mirada a los escotes de las chicas que pasaban frente suyo. Con los de Minnie no lo había hecho, ni mirado, ni jugar con ellos, estaba planeado hacerlo, aunque debía ir lento con ese tema, a ella parecía no gustarle y él no quería forzarla a nada tampoco.

Ese día ella vendría a su casa para ver algunas películas como suelen hacer algunas noches de la semana, había planeado ver esa noche dos películas de terror que ella eligiera.

Hyunjin camino de su habitación hasta el living de su departamento en cuando sintió el sonido del timbre sonar, él anteriormente había preparado la ama y la televisión para que pudieran ver películas con su novia, también había hecho palomitas de maíz.

Atrás de a puerta se encontraba su novia con un vestido azul que la hacía lucir preciosa, ya que esta prenda resaltaba sus curvas a la perfección, especialmente su trasero. Hyunjin la tomo por la cintura haciendo que entre en la habitación y la beso suavemente, moviendo sus labios con lentitud sobre los ajenos, sin profundizarlo. Termino cortando el beso con una amplia sonrisa, él nunca se cansaba de ver a su novia, aunque lo hacia seguido. Él creía que nunca se iba a cansar de ella, cuando pasaban varios días sin Minnie él se sentía triste y llegaba a extrañarla mucho. Esto nunca le había pasado con una chica, él era el típico chico que solo usaba a las mujeres para una noche y nada más.

Juntos caminaron hasta la habitación, al entrar en esta ella se recostó sobre la cama y él fue a buscar las palomitas de maíz y los vasos con refrescos a la cocina. Cuando volvió Hyunjin se encantó con Minnie media sentada sobre la cama, su cabeza y parte de su espalda estaba apoyada contra el respaldar de la cama y sus piernas estaban cruzadas de forma muy femenina. Ella le sonrió al verlo entrar e hizo una seña, indicándole con ella que se acercara.



[...]



En medio de la primera película que verían durante la noche, en una parte donde la pareja protagonista estaba por tener relaciones, Hyunjin le llamó la atención y la beso con desesperación, invadiendo su boca con su lengua. Llevo una de sus manos al costado de su cintura e hizo que ella girara su cuerpo hacia él, pegando ambas anatomías. Luego de unos minutos del caliente beso.

Él sintió eso duro en el muslo de la castaña, como casi todas las veces que se besaban de esa forma, esta vez como las anteriores el pelinegro ignoró ese detalle y se concentró en la boca de la castaña.


Hyunjin comenzó a bajar sus labios por el cuello de su novia con besos húmedos y calientes, ella al comienzo de estos se tensó un poco pero luego se fue relajando y soltando pequeños gemidos. Cuando con su boca llego a la altura de sus clavículas la castaña se volvió a tensar, ya había supuesto que le sería difícil a ella esto pero quería hacerlo de toda forma pero claro que no forzándola, el pelinegro sabía que le iba a terminar gustando a ella.

El pelinegro se ayudó con una de sus manos y comenzó a bajarle el vestido por una de sus mangas primero y luego con la otra. Dejó al descubierto sus pechos y los observo, estos eran diferentes a todos los que había visto antes, parecidos a los de un chico, a los de él. No los pechos, porque claro que él no tenía pechos, pero se entiende.

Igual el pelinegro no dijo nada sobre es calmando asi a la castaña y acercó sus labios a uno de sus pezones, al principio lo lamió suavemente para no asustarla pero cuando vio que ella comenzó a disfrutar lo llevo a su boca y empezó a succionarlo con fuerza. Con su mano acariciaba el otro pezón, logrando que ella suelte un fuerte y agudo gemido, esta acción entusiasmo y excito al pelinegro. Había encontrado otra cosa que excitaba a su novia.










Nuez de Adán  [hyunmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora