Lazado Corazón

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Pasaron un par de años magníficos para todos, Anahí y Alfonso estaban de luna de miel, Isaac y May esperaban a su segundo hijo cosa que a todos nos llenaba de emoción, mi pequeño vaquerito ya tenía casi tres años y quería seguir a su padre hacia todos lados, Jenni estaba casi por ser una adolescente, seguía siendo una maravillosa hija y hermana, notamos que tenía una fijación hacia la veterinaria y los animales la adoraban por lo que algunas veces me ayudaba en el trabajo, es situaciones que no le representaran un riesgo.

-Pásame esa jeringa hija, por favor-pedí mientras curaba la pata de un potro que se había atorado en una cerca.

-Toma ma'-extendió la jeringa hacia mí sin perder detalle de lo que hacía.

-Gracias cariño, mira, acércate un poquito más para que veas cómo le pondré el medicamento-pedí a lo que de inmediato se acercó.

-¿Crees que algún día llegue a ser tan buena veterinaria como tú?-preguntó sin dejar de ver lo que hacía con el potro.

-Si le echas muchas ganas a aprender y en la Universidad vas a ser mejor que yo princesa-respondí desechando la jeringa-, y por supuesto papá y yo siempre te vamos a apoyar.

-Gracias mami, eres la mejor-dijo Jenni antes de abrazarme.

Regresamos hacia la casa entre risas y abrazadas viendo entonces a Chris llegando de montar a caballo, casi me da un infarto al ver que llevaba a Alex con él.

-¡Christopher! ¡¿Qué hace mi hijo trepado en ese caballo?!-exclamé alarmada provocando la risa del hombre.

-Mi amor está bien-respondió entre risas abrazando al niño- ¿Tú tienes miedo vaquero?-preguntó al niño a lo que negó con su cabecita.

-Pero ya bajarás de ahí corazón-dije viendo a mi esposo.

-¿Eso fue amenaza?

-Tal vez-respondí viéndolo mientras sonreía de una manera que provocó su estremecimiento.

Acostamos a Alex en su cama con ayuda de Jenni quien se aseguró que estuviera bien tapado y después hicimos lo mismo con ella.

-Oye mami-dijo cuando la arropaba y su padre cerraba la ventana con seguro.

-¿Qué pasó princesa?-pregunté viéndola.

-¿Puedes revisar mañana a Copito? Creo que algo le cayó mal en su pancita.

-Claro que sí cariño, tú tranquila-respondí con una sonrisa.

-Y pa'-dijo viendo a su padre-, ¿Sí vas a dejar que ayude a mamá en el parto de la yegua?-preguntó a lo que él volteó a verme por unos segundos para después suspirar.

-Está bien-respondió-, pero sólo en lo que mamá te vaya diciendo.

-Lo prometo-respondió entusiasmada.

En los últimos dos años el rancho había vuelto a subir, yo me encargaba de atender médicamente a todos los animales y Chris de la crianza que este año había sido espléndida, con el dinero que le quedó libre del premio y lo que ganó de ventas a raíz de eso pudo comprar una yegua y un caballo más por lo que se pudieron criar más, además de que varios clientes regresaron cuando supieron que el rancho Uckermann había resultado ganador, la cría de ganado también aumentó y la cosecha había estado fenomenal, diario venían personas por maíz y sorgo o a negociar la compra de alguna res o potro, las cosas en la veterinaria iban muy bien por lo que pronto pudimos tener un ahorro que nos ayudó para hacer una piscina en el patio trasero, algunos arreglos en casa y aún guardamos otro poco por cualquier situación que se presentase.

Lazado Corazón (Vdy) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora