•Cuatro

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Leo me había dado dos días libres al ver que no estaba del todo bien y realmente se lo agradecía. Lo estaba aprovechando al máximo, claro si eso quería decir, dormir y comer simplemente. Me sentía mejor con respecto a lo que pasó con Jin, solo esperaba no verlo más en el bar.

Era sábado, Sooah me había invitado a una fiesta pero no tenía ganas de ir, en cambio decidí salir al centro comercial y luego hacer las compras, me había quedado sin cosas importantes como ramen, mis cereales favoritos y mis bebidas favoritas.

Cuando subí las escaleras del edificio, ya que el ascensor estaba dañado desde hace una semana y se tardarían en arreglarlo, me encontré a Jungkook sentado en éstas, con una cerveza en su mano y tres latas más a su lado que estaban vacías.

–¿Qué haces aquí? –Cuestioné mientras sostenía las bolsas con una mano y con la otra rebuscaba en mi bolso para sacar las llaves. –Qué buena idea emborracharse en unas escaleras.

–Puedo emborracharme en donde se me de la gana, Glow. Déjame en paz.

Apreté los labios y pasé por su lado, caminando hacia mi apartamento. Estaba cansada de su actitud, desde que discutimos parecía tener algún problema conmigo, pero yo no estaba dispuesta a seguir aguantando sus malos tratos, fui una estúpida en hablarle. Más que dolida, estaba molesta.








Me encontraba preparando la cena, cuando escuché el timbre. Apagué la estufa y me acerqué a la puerta para abrir.

Era Jungkook.

–¿Qué pasa? –Pregunté, en el mismo tono como él había hecho conmigo la noche anterior.

–¿Podemos hablar?

Lo analicé por unos segundos, su actitud era completamente distinta ahora, parecía agobiado por algo y realmente me preocupé. Aunque se comportara como idiota, no me gustaba verlo mal.

–Si. –Lo dejé entrar y cerré la puerta.

Se sentó frente al mesón y yo lo hice a un lado. Parecía pensar en lo que iba a decir y yo me dediqué a observar su perfil. Jungkook era muy guapo, podía actuar como un chico malo la mayoría del tiempo, pero a la vez tenía un aura tierna y creo que eso era lo que le encantaba a las chicas sobre él. Su dualidad.

–Yo... llevo días queriendo decirte algo –comenzó y le presté toda mi atención– te veía con ese chico y no quería interferir...

–Si te refieres a Jin –lo interrumpí–, él y yo no tenemos nada. Tenía novia, resultó ser igual que todos. –Bufé.

Él me miró e hizo una mueca. –Siento escuchar eso.

–Estoy acostumbrada, supongo. –Me encogí de hombros.

–Woonie... –tomó una respiración profunda– yo... tú me gustas.

–¿De verdad? –Me reí. Seguro era una broma.

–Hablo en serio. –Frunció el ceño en molestia.

–Jungkook, llevamos semanas ignorándonos, además tú has estado acostándote con esa chica y quién sabe con cuántas más. ¿Ahora me dices que te gusto?

–Si, pero...

–Tu actitud hacia mí no ha sido la mejor, ¿esperas que te crea? ¿qué? La rubia no quiere follar hoy y estás demasiado necesitado. –Escupí molesta.

Me dio una mirada completamente enojada y se levantó para comenzar a caminar de un lado a otro, exasperado.

–Me gustas –repitió esta vez, tratando de calmarse– no sé desde cuándo pero caí en cuenta de que en verdad me gustas, me muero de celos cada vez que coqueteas con alguien o alguien lo hace contigo. Nunca te dije nada porque... porque solo me ves como tu vecino o con quién te acuestas de vez en cuando. Necesitaba decírtelo, ya no lo podía ocultar.

–¿Por qué te acuestas con otras chicas, entonces? –Pregunté con dificultad, no podía creer lo que había dicho.

Yo creí que había venido a disculparse conmigo, no a confesarse. Parecía algo irreal para mí.

–En un intento de olvidarme de mis sentimientos hacia ti, aunque ha sido imposible.

Apoyé mis brazos en el mesón y me tapé la cara, exhalando fuertemente.

–Esto es absurdo. –Dije, con voz amortiguada.

–¿Es tan malo que sienta algo por ti? –sonaba ofendido– no te estoy obligando a que tengamos una relación, sólo quería ser honesto contigo.

–Una relación entre nosotros es obvio que no funcionaría. –Pronuncié y lo miré, él seguía de pie a unos metros de mi.

–¿Por qué?

–Jungkook, ambos somos un desastre y tú podrías engañarme con cualquiera.

–¿Llegaste a pensar en una relación entre nosotros?

Me quedé callada, quise mentirle pero la verdad es que si he pensado en eso y siempre llego a la conclusión de que no funcionaría. Me gustaba Jungkook, pero no quería enamorarme de él, aunque era contradictorio de mi parte si nos habíamos enrrollado varias veces y la verdad es que siempre me decía a mi misma que debía parar antes de que fuera demasiado tarde.

–¿Cómo es que estás tan segura de que yo te engañaría? –Agregó, al ver que no planeaba contestar su anterior pregunta.

–Te conozco, eres un mujeriego. –Dije, con obviedad.

Jungkook se comportaba justo como lo hacía mi ex novio cuando lo conocí.
Ya sabía como sería la historia; al principio te prometen tantas cosas, te dicen que eres la única, que van a cambiar por ti y terminan por engañarte con cualquiera que se les cruce.

Recién había estado dispuesta a abrirme a una persona que pensé sería distinta, pero terminó por desilusionarme. Jin me gustó, quizás no al nivel de como me gustaba Jungkook, pero con él probablemente lo hubiese olvidado.

–No me conoces. –Expresó molesto y se acercó a mi. Me sentí intimidada.

–Esta conversación no va a llegar a ningún lado. –Dije, sin mirarlo a la cara.

–¿Yo te gusto, Jiwoo? –Se inclinó casi sobre mi, con una mano apoyada en el mesón, era como si quisiera evitar que escapara.

El olor de su perfume combinado con el olor a cerveza, me embriagó, y mi cabeza dio vueltas. Jugué con mis manos sintiéndome como una pequeña niña siendo interrogada.

–Solo responde la maldita pregunta.

–No me gustas. –Contesté, al fin.

–Mírame y dilo, te prometo que no volveré a molestarte.

Suspiré y lo miré a los ojos.

Mi respuesta cambiaría muchas cosas entre nosotros, que no estaba segura si sería algo bueno o malo para mi.

–No me gustas, Jungkook. –Quise sonar segura, pero no sé si lo logré.

–Bien.

Se separó bruscamente y avanzó a grandes zancadas hasta la puerta, dando un portazo al salir.

Mis manos se cerraron en puños sobre mis piernas y mis ojos se humedecieron, pero aún así no dejé de mirar hacia la puerta.

–Es lo mejor. –Susurré, con voz quebrada.










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Jiwoo, habrá tomado una buena decisión?

Espero les haya gustado, gracias por leer💜

SUGAR |JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora