El caluroso sol cayo en Yunmeng y Huaisang lamento haber dejado Qinghe. Los veranos en las montañas del norte nunca fueron tan cálidos y sus pesadas túnicas no eran las adecuadas para la temporada. Contribuyendo al calor y a las mejillas sonrojadas de Huaisang, la escena actualmente se desarrollaba en el patio donde Jiang Cheng estaba entrenando a sus discípulos uno por uno. El calor combinado con la proximidad de Yunmeng al río significaba que aquellos que vivían en el Muelle de Loto se sentían cómodos con quitarse la ropa. Como resultado, todos los que entrenaban bajo el sol habían abandonado sus túnicas, quedando con un par de pantalones de lino claro y nada más, excepto Jiang Cheng que todavía llevaba una camisa de lino fino pero la tela se aferraba a su piel y hacia poco para ocultar la musculatura del hombre.
La vista del líder de la secta Jiang sin sus túnicas, con solo una delgada camisa de lino que se aferraba a su torso, y sus armas desenvainadas mientras luchaban formaron algo cálido en el estomago de Huaisang que no tenia nada que ver con el calor. Los labios de Jiang Cheng se curvaron en una intensa sonrisa que casi podría llamarse salvaje si no fuera por la diversión que bailaba en sus ojos. La forma en que sus músculos se movían bajo su piel, el elegante chasquido de su muñeca mientras empuñaba a Zidan hizo que la boca de Huaisang se secara mientras sus penetrantes ojos estaban fijos en Jiang Cheng y nada más. El chasquido de Zidan en el aire, el olor a suciedad sobrepasando la humedad y la clara sensación de peligro que colgaba en el aire hicieron que Huaisang apretara su abanico.
Jin Ling frunció el ceño desde donde estaba sentado, también mirando la sesión de entrenamiento, aunque se centraba menos en las técnicas que realizaban y más en el líder de secta Nie, que estaba mirando a su tío. El deseo abierto pintado a través de la cara de Nie Huaisang ponía al joven con los pelos de punta, la protección sobre su tío crecía en él. Y antes de que Jin Ling pudiera detenerse o pensar sus próximas acciones, fue a sentarse al lado del líder de secta, algo se acicalo dentro de el cuándo Huaisang salto.
"¿Quieres casarte con mi Jiu-jiu?" Huaisang se sobresaltó, sus ojos se expandieron con sorpresa antes de que lograra enfocar su rostro en su típica angustia confusa.
"¿San-ge? ¿Crees que deseo casarme con mi San-ge?" Desafortunadamente para Huaisang, Jin Ling frunció mas el ceño y se negó a retroceder o simplemente renunciar como muchos lo hicieron.
"Sabes que dije Jiu-jiu no Shu-shu. No me trates como un niño." Huaisang se preguntó si podía alegarse de ese interrogatorio ofendiendo el orgullo del joven y arrullo mientras golpeaba suavemente al chico en la nariz con la punta de su abanico.
"Ah pero todavía eres un niño joven maestro Jin. ¿No deberías escuchar a tus mayores como un buen chico?" Huaisang tenia la esperanza de que su última estratagema hubiera funcionado, después de todo, Jin Ling se ruborizo de un color rojo impresionante y su rostro se encogió de ira, como si estuviera listo para atacar al otro líder de secta o salir corriendo. Sin embargo, Jin Ling había aprendido claramente a controlar su temperamento, al menos un poco mientras respiraba profundamente para calmarse, aunque su ceño fruncido no dejo su rostro.
"Mi tío es importante para mí" la cara de Jin Ling todavía estaba ruborizada, pero parecía ser mas debido a la vergüenza que al calor o la ira "No confía en las personas fácilmente y esta buscando amor, no alguien que desee tomar ventaja de su posición." El control de Jin Ling sobre Suihua se apretó mientras se preguntaba si debía continuar, pero por primera vez Huaisang parecía concentrado y competente y Jin Ling trago antes de admitir algo que nunca pensó que haría. "Mi tío se preocupa por ti y no quiero que lo lastimes." Huaisang respiro hondo, tratando de calmar sus nervios, pero no había esperado tanta honestidad del joven heredero Jin y la confirmación de que Jiang Cheng se preocupaba por el lo conmovió. Podía ver al joven frustrado por su silencio y contesto antes de que su discusión atrajera la atención de Jiang Cheng.