Capitulo 3

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No sabia bien lo que Drew pretendía, o lo que queria de mi, talvez queria ganar mi confianza y despues matarme para conseguir el "codigo", talvez el crea que yo se algo sobre esa maldita caja, que no tengo ni idea, me acomode en el frio suelo, que ya se habia convertido en mi cama, y observe el techo, que estaba igual de mugriento que esta sucia celda, me recosté para asimilar todo lo que había pasado y de lo que me entere, fui secuestrada, mi secuestrador, que dice que no lo es, quiere ser amigable, soy un impedimento, hay una sociedad secreta, por asi decirlo llamada HBP que quiere mi sangre para conseguir una caja que no sé que haga, estoy involucrada en esto desde que mi sangre empezó a circular en mis venas y yo no estaba enterada, de un momento a otro, empezaron a surgir varias imágenes en mi cabeza, vi una montaña detrás de un gran valle, como escondida, y después me veía a mi y a Drew corriendo, él me tomaba de la mano y yo estaba tan asustada en esa imagen, estábamos escapando de algo, pero ¿El? ¿Escapando de algo? ¡Por favor!, si escapan de él, como él va a estar escapando de algo, debieron haber sido alucinaciones mias, esta celda me esta volviendo loca, tenia que encontrar una forma de salir a como de lugar, pensé en varias posibilidades, buscar algún ducto de ventilación y escapar por ahí, hacer un agujero en el muro, cavar para hacer un túnel y salir de aquí, pero sabia que no tenia ni las herramientas ni las ganas necesarias, así que solo me recosté y espere, es lo único que podía hacer hasta ahora, esperar.

NARRA DREW

Camine por el pasillo hasta llegar a la pequeña habitación del fondo, <<Ahora que quieren los viejos>> pensé me detuve un momento antes de entrar y después gire la perilla y entre:

-Hasta que llegas- me dice Oliver, mi padre, prefiero llamarlo asi porque siento que no es nada mio, no desde que mama murió, por su culpa.

-Mejor deja de quejarte y ya dime-dije gruñendo, a la vez que me sentaba y subía los pies a la mesa, para mayor comodidad, claro.

-Como saben, nuestra misión es recuperar la caja spēcīgu- se aclaro la garganta- y tambien saben, que la sangre de esa chica tiene el codigo para recuperar nuestra pertenencia, entonces lo mejor seria..-

-Oye-interrumpi con brusquedad-no pensaras en matarla ¿o si?-

-Haremos lo que haga falta- se oyo una voz al fondo

-¡Hay que ejecutarla!- se escucho otra

-¡Nada de eso! Tambien tengo el poder aqui y digo que no- dije alzando mi voz

-¿Porque? ¿No me digas que sentiste lastima por la chiquilla?- me dijo Oliver burlonamente

-No te importa, lo unico que digo es que no nos conviene, porque, talvez se necesite mas que „el codigo” para abrirla-

-¿A que te refieres?- pregunto Oliver con calma

-Talvez ella nos sirva para, no se, otra cosa, talvez alla mas cerraduras, si sabes a lo que me refiero-

El asintio y alzo su brazo, lo cual indicaba que la sesion se termino, tenia que hacer todo lo posible para mantenerla con vida, porque, por alguna extraña razon, sentia una conexion con ella, sentia que la debia de proteger, era algo muy raro, como cuando soñe que escalaba una montaña, pero llevaba un frasco muy delicado lleno de sangre en las manos, y procuraba no dejarlo caer, era masomenos asi con Alice, decidi ir a verla a su celda, pero cuando me dirigia ahi, me detuvieron y tuve que voltear para ver quien era,

-Ahora que Oliver- gruñi

-No podemos conservar a la chica, es demasiado poderosa, tememos que adquiera poder sobre la caja y nos mate a todos-suspiro-la mataremos en la mañana.-

No podia creer lo que estaban diciendo, no podia creer que hablaban enserio, despues de mis esfuerzos por convencerlos para que no le hicieran daño,que por cierto sonaban muy logicos, habia fracasado, no dije ni una sola palabra y me perdi en el camino, y cuando me asegure y confirme de que no me seguia nadie, fui a la celda de Alice, lo bueno esque llevaba la llave, al abrirla, la vi dormida, en el piso, pobre chica, no sabia lo que le esperaba, y en tan poco tiempo gano mi cariño, me sente a su lado, porque el solo hecho de observarla dormir me calmaba.

NARRA ANNIE

La desesperación abundaba el aire, los padres de Alice ya habían llegado hace unas horas y estaban muy preocupados, diciendo cosas que no entendíamos ni Steve ni yo, como: <<Todo por la caja>> o <<Debimos decirle, es culpa nuestra>> no podía seguir viéndolos asi, trate de calmarlos pero tras varios intentos fallidos me rendí no había señales de Alice por ningún lado, me dirigi al auto, después de despedirme de los padres de Alice, Steve se me unió y nos fuimos a dar una vuelta, para calmarnos mas, nos paramos en una heladería, como si con helado nuestras penas de fueran, el se sento con la mirada baja y distraída, el pobre estaba aun mas devastado que yo, y eso que yo me la pase llorando todo este tiempo, y aunque el contenia sus lagrimas, se le veían los ojos rojos e hinchados, de que lloro en secreto y no durmió varias noches, el y yo teníamos pesadillas de lo peor, de encontrar a Alice muerta en un barranco, aligere el clima un poco y capte su atención:

-El helado esta muy rico- me aclare la garganta, y al no escuchar respuesta continúe- tranquilo, se que va a aparecer, estamos haciendo lo mejor que podemos, va a estar bien, te lo aseguro-

Y luego sonreí, el me devolvió una triste sonrisa, y me dijo:

-No puede ser que le pase esto a alguien tan buena como ella- suspiro-¿Porque la vida es asi con la gente buena?-

-La gente buena es la que mas tristezas recibe, lamentablemente la mala las provoca- dije somnolienta

El asintió tristemente y nos fuimos de ahí, recordamos que veníamos a este lugar juntos todos los domingos, para no recordar mas buenos momentos, nos fuimos a la Iglesia, a orar por Alice, es lo  mejor que podíamos hacer, apoyarla espiritualmente.

Sin SalidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora