IV. CLUB

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Crear un club.

A pesar de que me había prometido respuestas se había ido a su habitación dejándome con más preguntas.

¿Para qué demonios quería un club y por qué tenia que crearlo yo? Ni idea. 

Al día siguiente Shayla no se presentó en las clases de por la mañana. Ahora que se su estado no me preocupa que falte, al contrario, debe descansar. Grabar lo que había estado físicamente me preguntó en qué tipos de problemas se mete y con quién. El no saber nada de lo que esconderme pone nervioso, podría decir que no estoy acostumbrado a la ignorancia ... la próxima vez que la vea le pediré una pista.

En un descanso me acerco a la sala de maestros para pedir información para crear un club. Cuando Sujai me ve con los papeles me mira extrañado.

-Sea lo que sea mi apunto- no me sorprende su comentario. 

-Por supuesto, planeaba arrastrarte aun que no quisieras-.

-¿Qué tipo de club vas a hacer? - 

-.......- no tengo ni la más remota idea. Sujai se ríe de mi cara.

-¿Sabes acaso cómo se va a llamar? -

-...-

Tendría que encontrarme con Shayla antes de lo que me imaginaba. Me acerco a Sahara a preguntarle por Shayla.

-Pues ha empeorado- me contesta -le repetimos varias veces que se fuera a dormir pero no hizo caso-

-¿Dónde está ahora? ¿No está en su habitación? - ella abre y cierra la boca repetidas veces sin decir nada claro, desvía la mirada un milisegundo a la ventana ... el bosque, esta en el bosque.

Abro mucho los ojos y salgo corriendo por la puerta. Ya había decidido dejarla ir una vez y fue un gran error. Me adentro en la espesura de los árboles, corriendo como un loco. Oigo algo rugir. Algo no, alguien.

-¡Shayla!- grito su nombre, esto es peligroso -¡Shayla! ¡¿Dónde estas?!- oigo algo crujir no muy lejos de donde estoy. Unos ojos rojos muy brillantes me miran fijamente, yo me alejo lentamente si dejar de mirarlo. La cosa se pone de pie, mide un par de metros más que yo y no parece agradarle que esté en su territorio, abre la boca y me enseña cinco filas de puntiagudos dientes bañados en sangre de alguien. Cierro los ojos a una muerte inevitable. Entonces la criatura ruge, pero no como antes, es un ruido completamente diferente al que he oído al entrar en el bosque.

-Haske- unas manos suaves me levantan la cara -Haske, abre los ojos- reconozco los susurros de Shayla -ya se ha ido, vámonos antes de que vuelva- abro los ojos y veo a una Shayla con sangre en la cara y ropa. Me coge la mano y me guía por el camino de vuelta al internado. Eso ha asustado mucho,¿Es por esa cosa que Shayla ha estado viniendo al bosque todo este tiempo? ¿Por qué? se supone que ha venido aquí a estudiar, no a suicidarse.

Que yo haya venido a eso no significa que los demás también. ¿Y si la han enviado aquí a morir? imposible, la guerra termino hace mucho tiempo. Pero tampoco diría que estamos en paz.

Observo la coleta de Shayla mecerse con su paso. Aún me sujeta con su mano temblorosa ¿Tendrá miedo? Me paro en seco.

-Siéntate ahí un momento- digo señalando un roca.

-Haske, no tenemos tiempo para esto, si vuelve...-

-Si vuelve lo volveremos a espantar- tiro de su mano hasta la roca y la siento.

-¿Volveremos? Tu has cerrado los ojos como un gallina- sonríe un poco -solo te faltaba gritar.

-Me alegra que te encuentres lo suficientemente bien como para bromear de mis desgracias, no sería divertido hablar con una Shayla amable- ella se ríe de la imagen que tengo de ella y yo sonrío -¿Me vas a decir ahora que hacías aquí?- ella guarda silencio mientras le miro las heridas de los brazos, provocados seguramente por ramas.

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