6. "¿Spuky y Shaiming?"

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Shaiming se encontraba entrenando a las girasoles en el campo de las girasoles, mostraba una cara ruda para ejercer su autoridad frente a las demás girasoles cuando de repente Spuky apareció, irrumpió el campo de girasoles inesperadamente y la abrazó.

        —¡Hola amor, te traje unas flores, unos girasoles perfumados como te gustan!

        Segundos después, todas las girasoles se rieron a carcajadas burlándose de la cursilería de Spuky. Shaiming se ruborizó tanto que no supo qué decir, así que las mandó a callar; pero las girasoles se siguieron riendo ya que odiaban mucho a Shaiming por cómo las maltraba siempre que ellas entrenaban perezosamente.

        —JAJAJJAJAJJAJAJJAJAJJAJJAJAJJAJA —mofábanse cruelmente.

        Shaiming tomó a Spuky de la mano y lo llevó a un lugar más tranquilo, lejos de las burlas de las girasoles que Spuky ignoraba.

        —¿Adónde me llevas mi amor? —preguntó Spuky con curiosidad mientras seguía a Shaiming. 

        Fue en ese momento cuando Shaiming se detuvo y lo abrazó. 

        —Quiero que esas girasoles sufran por todo lo que me han hecho... —susurró Shaiming mientras abrazaba a Spuky cariñosamente—. ¿Me ayudarías a hacerlas sufrir?

         Spuky palideció un poco. Luego sonrió mientras le acariciaba sus bellos pétalos.

        —Podríamos hacerlas sufrir tantas veces quieras, mi amor ♥ —dijo Spuky, y la besó suavemente, dándole esa seguridad que necesitarían en un futuro no muy lejano...

***

        —¡¡Aww... pero qué lindos!! —dijo Aztteck mientras los observaba desde lo alto de la gran torre de los cactus—. ¡Mira Crazy Dave, acaban de esconderse de las girasoles! ¡Te lo has perdido!

        Los cactus que lo acompañaban, como estaban medio drogados, se asustaron mucho al oír el nombre de Crazy Dave y miraron a su alrededor, pero al parecer Crazy Dave no estaba en ningún lado. El sol estaba por ocultarse. Hace tan solo unas horas habían estado entrenando duramente en la cima de esa misma torre para mejorar su puntería. Ahora se encontraban descansando y fumando pasto alegremente con Azttek.

        Al cabo de unos segundos Aztteck se dio cuenta que los cactus le estaban mirando feo.

        —Señor director, Crazy Dave no está aquí con nosotros...

        En ese momento, se escuchó a Crazy Dave subir por las escaleras, y los cactus se dieron otro gran susto.

        —Oh Crazy Dave, aquí estabas... —dijo Aztteck alegremente y con algo de vergüenza en su expresión.

        —JAGDHAJDGAHJSHA —gritó Crazy Dave—; debo contarte algo muy importante, antes de que me lo olvide.

         Aztteck lo miró sorprendido y su buen humor se le desvaneció poco a poco. Por su experiencia, sabía que cada vez que Crazy Dave le comunicaba algo tardíamente era sinónimo de malas noticias.

        —¿Recuerdas cuando llegué tarde a la ceremonia de graduación porque se me habían quemado mis deliciosos tacos...? —siguió Crazy Dave, y entonces Azttek sonrió y dejó de estar nervioso, pues comprendió alegremente que Crazy Dave solo quería comentarle algo relacionado con sus deliciosos tacos.

             »Pues esa noche, ya había llegado al recinto amurallado de los ferrocariles de La Academia y estaba preparándome mis tacos antes de ingresar dentro del castillo, cuando de repente escuché el sonido de unos dementores... ejem, de un ferrocarril aproximándose a gran velocidad hacia esa pequeña estación donde me encontraba yo. Desde luego no pensé que se tratara de una amenaza zombie, pero era muy extraño que un tren llegase con mucha urgencia a un evento privado, a una ceremonia de graduación...

#2 La Defensa de Neighborville - PvZ GW 悪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora