•Es una novela juvenil de romance, NO son poesías•
- Qué tal, "tal vez algún día"?-pregunte. Este sonrió con ternura.
- Tal vez algún día.- asintió.
Y así fue como ese día sellamos ese tal vez en nuestras pieles.
Dos personas que llevaban a penas h...
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Me encuentro descartando prenda tras prenda entre las perchas del armario sin saber que ponerme. Quisiera estar decente para los amigos de Ale, pero sin exagerar.
Aún no se ni que edad tienen, quien sabe si me encuentro con señores mayores que conoció en la universidad, quisiera creer que son jóvenes como él, de lo contrario si que sería una situación bastante incomoda.
Finalmente y luego de dejar un desorden estresante que tardaré horas para volver a ordenar, me decidí por un vestido corto blanco con pequeñas flores rosas y me coloqué unas sandalias comunes.
Debajo del vestido, me había decidido por la bikini de color rojo que había comprado antes de mudarnos.
Salí lista y preparada mentalmente para la situacion y Ale ya me esperaba afuera.
— Estas hermosa.—alago sonriendo.
— Gracias, tu también te ves muy bien.—respondí con una sonrisa.
Este vestía una camisa blanca y unas bermudas de jean. Se veía muy bien, su cabello oro estaba un poco alborotado, como lo suele llevar.
Salimos por el pasillo y me despedí de mamá, ya le había comentado que hoy saldría con los amigos de Ale.
Mientras tanto, nana se había ido a comprar unas frambuesas temprano, para hacer una tarta por la tarde, por lo que no se encontraba.
Mientras bajábamos las escaleras de piedra, Ale me miro con cierto temor evidente.
— Espero que te caigan bien mis amigos, son algo...intensos a veces.—confesó riendo nerviosamente.
— Claro que me caerán bien—conteste rápidamente.—. Necesito conocer gente nueva aquí.
Cuando salimos por el portón, afuera nos esperaban dos chicos bastante atractivos y una chica esperándonos.
— ¿Como están?—saludo Ale a los chicos.
— Hola.—les sonreí amigable.
— Belleza exótica.—murmuró la chica de cabello negro y ojos cafés. La mire extrañada.
