Parte 4

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En el colegio me encontré a Raven. Me dijo que me dejó sola porque vio a la madre y para que no la vea se fue para otro lado. Le conté todo lo que pasó y que al final respondí los mensajes de Gianluca casi como los había pensado. Raven me dijo que soy una tonta y que no debería prestarle atención a ese chico, también dijo que seguro se está haciendo el héroe.

Lo más probable es que Raven tenga razón. Tal vez sino está buscando ver si ya me atropellaron, aunque esta vez mamá me sacó, no solo los patines, también me obligó a darle el skate y la computadora. Se ve que ya se dio cuenta que me gusta programar juegos y "quiere que sufra las consecuencias de mis actos como una niña grande".

Lo único que no les dije ni a Raven ni a Gianluca es que antes de darme de alta me pesaron y me dijeron que estoy baja en peso, algo que yo no creo. Solo por estar algunos días sin almorzar para comprarme cosas no puede hacer un cambio tan drástico como los médicos dicen. Además, lo dijeron como si yo fuera flaca. Sé que no estoy gorda, pero estar baja en peso es algo que no me puede pasar, al contrario, dejar de comer un poco no me va a hacer mal, ni que estuviera viviendo de ensaladas. Hay veces que creo que es mejor pasar por alto a los médicos y sus locuras. No voy a dejar de lado que Raven es más flaca que yo y se la ve siempre perfectamente saludable.

Gianluca me envió un mensaje en la hora del almuerzo, diciendo que él y sus amigos iban a estar en el parque esta tarde y que si queríamos mi amiga, de la cual ya se tendría que saber el nombre, y yo ir con ellos, para saber cómo estoy.

Raven está recostada sobre mí. Lee el mensaje y me dice que ella no piensa ir. Tiene razón al decir que ni siquiera los conocemos, y así y todo ellos quieren que nosotras vayamos a verlos. Raven dice que aunque sea un lugar público puede ser peligroso, y que mí papá es un estúpido por haberle dado mi número a un chico que no conocemos y que solo me "llevó" al hospital, porque en realidad a él lo hicieron subir a la ambulancia también.

Menos mal que tengo a Raven para hacerme entrar en razón, no sé qué sería de mí sin Raven.

Raven está en mi habitación, intenta estar todo el tiempo conmigo y eso a mí me gusta. Raven sí se preocupa por mí, no como mis papás, no como Gianluca que solo quiere ser un héroe. Raven tiene razón, no sé cómo puede tener los pies todo el tiempo plantados en la tierra.

Gianluca me sigue enviando mensajes. No entiendo por qué si no le estoy contestando. Raven mira mi celular enojada, no le gusta que me envíe mensajes... Bueno, en realidad no le gusta Gianluca. No estoy segura de qué es lo que no le gusta de él, si ni siquiera lo conoció. Es más, creo que ni siquiera lo vio. A mí no me parece que sea un mal chico, pero si Raven dice que no es bueno, yo le creo. Raven suele saber quién es lo que dice ser.

Raven me mira ir hacia el lugar en donde debería estar mi computadora y se ríe. En lo único que sé que Raven puede estar de acuerdo con mí mamá, es en que me saque la computadora. Ella siempre me dice que cuando la uso la ignoro.

Si hay algo que me hace sentir mal es ignorar a Raven, eso es algo que realmente no me gusta, pero no puedo estar todo el tiempo pendiente de ella. Hay cosas que a mí me gustan y a ella no, pero eso no cambia lo fuerte que es nuestra amistad. Si no fuera por Raven, yo estaría siempre sola en casa, así que siempre intento estar con ella. Al Raven haberme ayudado tanto, no puedo simplemente dejarla sola o ignorarla. Necesito que Raven se sienta tan querida como yo me siento cuando estoy con ella.

Caminando por la calle me encuentro a Gianluca y a sus amigos, deben vivir cerca. Eso no me gusta. Raven podría verlos hablarme y eso no sería algo bueno.

-Phoenix, ¿estás bien? -me dice Gianluca mientras se acerca con una sonrisa.

-Sí, bien. Gracias por preguntar -intento alejarme pero los amigos de Gianluca también se acercan.

-¿Puedes mover bien tu hombro? -me pregunta el chico de pelo negro y lentes. ¿Qué clase de obsesión tiene con mi hombro?

-Sí, lo puedo mover sin problemas -intento alejarme de nuevo. Veo a Raven pero sé que ella no me va a ayudar, a Raven no le gusta estar rodeada de gente.

-¿Te tenés que ir? -me pregunta Gianluca y se corre para dejarme pasar.

-Raven está enferma, la tengo que ir a ver -todos me miran. Siempre fui muy mala mentirosa.

-Entendí que ella no tenía celular y que por eso no la llamaste cuando estábamos en el hospital -entre su buena intuición y mis pésimas mentiras no voy a lograr escapar tan fácil.

-No tiene, pero la madre no la deja faltar al colegio y hoy no fue, por lo que supongo que debe estar enferma -los amigos se miran entre ellos y se ríen. Alguien tendría que enseñarme a mentir.

-Bueno, supongo que nos veremos otro día y espero que tu amiga se mejore.

-Raven, su nombre es Raven -Gianluca se ríe y mira a sus amigos. Creo que ellos no entienden de qué se ríe.

-Ellos son Piero e Ignazio -por más que los señale no voy a saber quién es quién. Es más, dentro de un rato no creo ni que me vaya a acordar los nombres.

-Chau.

-Chau Phoenix -me responde Gianluca. Los amigos me saludan con la cabeza y se alejan riéndose. Gianluca se me queda mirando y me sonríe.

-Espero que empieces a contestar mis mensajes.

-Lo intentaré.

Me alejo caminando rápido. No veo a Raven. Seguro se enojó porque me quedé hablando con tres personas que ella no conoce, y lo peor es que uno es Gianluca. Supongo que lo habrá notado por la tensión de mi cuerpo. Raven siempre lo nota.

Tengo tanta mala suerte que veo a Gianluca cuando tengo a Raven cerca. Por lo menos no me lo encontré cuando estaba con Raven. No hubiese querido que él y Raven estén juntos. No creo que ellos dos se puedan llevar bien. Al contrario de Raven, Gianluca parece ser muy alegre. Raven de ninguna manera querría tener a alguien como él cerca. Los amigos de Gianluca no parecen tener tanta confianza, ellos no molestarían tanto a Raven.

Phoenix y Raven (Gianluca Ginoble)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora