Phoenix y Raven (Gianluca Ginoble)

Parte 8 (final)

Gianluca acaba de aparecer en mi casa. Raven está adentro, no sé si va a ser una buena idea pasar. Quizá esta es mi oportunidad de mostrarle a Raven que él no es lo que ella dice. Después de darme varios besos me empuja un poco para que lo deje pasar. No creo que a mis papás les guste mucho verlo dentro de mi habitación, y mucho menos si ven que Raven también está ahí. Dejarlo pasar no va a ser la mejor de mis ideas, más que nada por la reacción que pueda llegar a tener Raven.

Gianluca se queda en el comedor dandome besos. Me separo de él cuando escucho un ruido en mi habitación. Raven ya nos debe haber visto. Me mira raro y mira alrededor nuestro, seguro que también la escuchó. Me pregunta en dónde está mi "glorioso" juego, y no lo dije, pero la respuesta debería haber sido "lamentablemente con Raven".

Empiezo a caminar hacia mi habitación y Gianluca me sigue. Al entrar no veo a Raven, seguro fue al baño. Enciendo mi computadora y lo dejo sentarse en la silla. Me quedo recostada sobre su espalda hasta que la computadora termina de encender. Me recargo un poco más sobre él para poder abrir la ubicación del juego. Mientras hago un intento de abrir el juego Gianluca me empieza a dar besos en el cuello, no puedo evitar reírme.

Raven sale del baño y se sienta en mi cama. Nunca la vi poner tanta cara de asco. ¿Cuál es su problema con Gianluca?

Gianluca está tan ocupado dándome besos cada vez que me muevo, que no nota a Raven en la habitación.

Al ponerle el juego, Gianluca está tan concentrado que sigue sin notar a Raven. Nos ponemos a discutir a través de señas para que Gianluca no nos mire.

-No lo soporto más. Basta -le digo a Raven. Gianluca pausa el juego, se da vuelta y me mira.

-Perdón, es que estaba entretenido -me río. Al parecer lo dije un poco fuerte.

-Está bien, podes volver a jugar. A Raven le hablaba -me mira raro.

-Pero ella no tiene celular -Raven lo mira ofendida.

-Gianluca, ella está al lado mío. No necesito un celular para hablarle -Gianluca mira toda la habitación y vuelve a mí.

-Phoe, no hay nadie más que nosotros dos -Raven está sentada a mí lado. La miro y la señalo -. No sé qué me estás señalando, pero ahí no hay nadie más.

-Gianluca, no molestes. Raven está en esta habitación con nosotros -Gianluca mira a mi lado y me mira de nuevo.

-Phoe, no está Raven ahí... O por lo menos yo no la veo.

Miro a Gianluca y después miro a Raven. Escucho que ella bajito me dice "te lo dije". Gianluca se para y se sienta del lado contrario al que está Raven. Esta vez no me da un beso al sentarse conmigo.

-Phoe... yo no la veo a Raven. ¿Me querés contar quién es ella? -me pregunta mientras me agarra las manos. Lo miro confundida. ¿Realmente no la ve?

-Raven está sentada con nosotros. No entiendo por qué no la ves -me acaricia las manos y me mira a los ojos.

-No sé por qué. Por eso te pido que me hables de ella. Para poder conocerla mejor. ¿Cuándo se conocieron? -lo miro y pienso.

-Creo que desde los seis años o incluso antes -la expresión de Gianluca es de sorpresa. Seguro que él conoció a su séquito hace relativamente poco-. La verdad es que la conozco hace tanto que ya no me acuerdo.

-¿Me habías contado que ella repitió un año y que por eso la estás viendo menos? -asiento con la cabeza -. ¿Hace cuánto pasó eso?

-Dos años más o menos. Me acuerdo que perdió el año a último momento. Ella dijo que eso era en parte culpa mía. En ese momento mamá me mandaba a un tratamiento de no sé qué cosa y no la pude ayudar a estudiar para los exámenes recuperatorios -Gianluca me sonríe.