Capítulo 8: Una desgracia.

30 3 1
                                    

- ¿Qué hacía Samuel aquí? se supone que solo pocas personas sabían de la enfermedad de Kamila ¿Pero como él la sabía? aún no tengo explicación alguna, a lo mejor se filtró, o alguien le dijo todo, aún no lo sé, pero pronto llegaré al fondo de esto.

- Entré en la habitación, Samuel estaba sentado en el sofá, menos mal no estaba cerca de Kamila, así que intenté comportarme y aparentar estar tranquilo, primero saludé a Samuel como si no pasara nada, después saludé a Kamila, los padres no estaban en la habitación así que aproveché y la besé, Kamila no dijo nada al respecto, pero Samuel tenía una cara no muy agradable, pero la intentó disimular un poco.

- Cuando Kamila vió el regalo, se sorprendió mucho, y yo me llené de mucha satisfacción, y Samuel, tenía una cara de envidia increíble, pero por lógica teníamos que comportarnos como amigos para que Kamila esté más tranquila y no se preocupe por lo que pase entre nosotros dos.

- Kamila claramente sospechaba algo, se notaba confundida al saber que no estábamos peleando, así que de la nada dijo: "¿Está todo bien entre ustedes?" Estuve a nada de decirle la verdad, pero Samuel me cortó la palabra y dijo: "Si, de nada vale que estemos peleados por tí, ya yo entendí todo, no te preocupes".

- Estaba en shock total, nunca pensé que esas palabras saldrían de la boca de Samuel, Kamila se notó feliz, así que no podía hacer nada mientras ella estuviera contenta, así que empezamos a reír los tres, al rato Kamila dijo: "Agradezco que ustedes no se vallan a pelear más, ojalá y sea así, son muy importantes para mí, sobretodo tú John, los amo".

- En eso pensé ¿Son muy importantes? Se refería a los dos, incluía a Samuel, eso me confundió y me molestó, pero tenía que ocultar todo lo que sentía, así que le dije a Samuel: "Samuel, ¿Puedes venir un momento?" Y el aceptó, así que salimos de la habitación y le dije: "Es mejor que nos empecemos a llevar bien, mira como está de feliz Kamila viéndonos comportarnos como amigos comunes, y el me respondió: "Oye, yo siento lo mismo que sientes tú por ella, así que no creas que me quedaré tan tranquilo como tú piensas".

- Le respondí: "Esto es en serio, deja de lado lo que sientes y fíjate en su felicidad, si ella es feliz, te aseguro que tú lo serás el doble, y aveces es mejor dejar ir las cosas, porque aunque no lo creas, cuando damos existen dos posibilidades, una es recibir el doble de lo que dimos, y la otra es de no recibir nada, pero si das por recibir no servirá de nada, y te apuesto a que si le das felicidad a ella, tú serás doblemente felíz, al igual que yo, así que es mejor que nos llevemos bien".

- El se quedó viéndome y de la nada me dijo: "A mí no me importa lo que tú me digas ni tus discursos aburridos, solo me interesa que cierres la boca y dejes esto así como está, igual Kamila no siente nada por tí, ni por mí, solo le importa su enfermedad y salir de esto, así que cállate la boca y vamos a fingir que somos amigos frente de ella, del resto, solo seremos el gato y el ratón, yo el gato, y tú la pobre rata, así que tú decides, o lo tomas, o lo dejas".

- Es increíble como cambia todo con solo una oración, pensé que todo se arreglaría, pero no, tuvo que hechar a perder mis planes para que todo fuera normal y Kamila estuviese feliz, y ahora solo tendrá una sonrisa gracias a una mentira, que desgracia.

- Entramos otra vez a la habitación, Kamila un poco confundida preguntó: "¿Que estaban haciendo ustedes allá afuera?" A lo que tuve que responder: "Fuimos a la cafetería a comer un postre, teníamos un poco de hambre, por eso salimos".

- Ella lo creyó, me sentía muy mal teniendo que mentirle a Kamila, nunca le ocultaba nada, sabía todo de mi y esta sería la primera vez que le mentiría, me sentía culpable, pero no me quedó más remedio que mentirle.

- Al rato llegó la madre de Samuel, se despidió de mi como cualquier amigo, pero me veía con una cara de amenaza, yo ni le hize caso, así que cuando se fué, estaba muy aliviado, ya podía estar solo con Kamila, como siempre lo tenía previsto.

- Lastimosamente no duré mucho solo con ella, ya que mi mamá cinco minutos después de que Samuel se fuera, me llamó mi madre diciéndome que ya estaba afuera del hospital, me molestó un poco el hecho de que Samuel viniera, ya sabrán el por qué, Kamila me notó molesto, y no dudó en preguntar: "John, ¿Que tienes?" A lo que yo claramente le respondí: "¿Cómo demonios Samuel sabe todo esto?", Hubo un momento de silencio hasta que Kamila me respondió diciendo: "¿Y cuál es el problema de que Samuel lo sepa? ¿Acaso ya te vas a poner como el? No John, las cosas no funcionan así".

- Yo muy molesto le dije: "¿Después de todo lo que causó Samuel, de todo el daño que te hizo, que hasta metiste a su padre en la cárcel..., Kamila me detuvo, se le puso una cara de molestia y me preguntó: "¿Cómo tú sabes que su padre está en la cárcel? ¿Y como sabes que fueron mis padres quienes lo llevaron tras las rejas?" En ese momento me nublé por completo, no me quedó de otra que decirle la verdad, así que le dije: "Escuché una discusión que hubo entre tú y Samuel, y le dijiste que también lo podías encerrar tras las rejas así como a su padre".

- Kamila por lógica se molestó demasiado, me quedé con la mirada hacia abajo, sentía mucha vergüenza, intenté que se calmara un poco diciéndole: "Kamila de verdad lo siento no fué..." Me volvió a cortar la palabra y me dijo: "Vete" a lo que yo le respondí: "Kamila de verdad yo..." Me interrumpió y me grito: "¡Vete!" Y empezó a llorar, no me quedó de otra más que retirarme del hospital.

- Cuando me subí al auto, mi madres de una vez se dió cuenta de mi cara devastada y triste, así que me preguntó: "¿Ocurre algo?" A lo que yo claramente le respondí: "No, tranquila estoy bien".

- El viaje a cada fue muy callado, no hablamos en todo el camino, ella intentó calmarme un poco diciéndome: "Mañana vendrá tu primo Rafael, por fin vas a conocer a la otra parte de la familia" yo le respondí no muy bonito y le dije: "¿Y eso me importa?", Mi madre se quedó callada y no quiso decir nada más.

- Cuando llegamos a la casa, solo pensé en subir a mi cuarto y llorar, era lo único que me mantenía "estable emocionalmente" y me mantenía tranquilo, así que entré a mi cuarto, me quité los zapatos y me acosté en mi cama, llorando y pensado en lo idiota que fuí, cuando de la nada me llegó un mensaje, como siempre, un mensaje devastador, pero ese mensaje ya era más preocupante, ya había recibido muchos mensajes así, pero ninguno se comparaba con este...

Con Solo Una MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora