Surgimiento de interes.

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La joven Nadia al escuchar que la nueva profesora, iba hacer una prueba de conocimiento con una nota para el libro, así que con mucha molestia la joven se paro y observó a la profesora, no quería hacer la vocera del curso, ni nada de esas cosas, esos cargos no le interesaba pero le molestaba la idea de hacer una prueba con nota en los primeros días de clases en especial con una maestra nueva.

—Espere, ¿por qué habrá una prueba con nota? —Le preguntó la joven a la profesora.

—Primero cuando quieras hacer una pregunta, levante la manos y llámame profesora—le comento a la chica, dio un suspiro y pensó, «Esta chiquilla por alguna razón, me recuerda a mi juventud, aunque yo no era muy impetuosa, espera más bien se parece en mucho a ella »

Ella observó a su estudiantes esperando que la muchacha, que se había parado se volviese a sentar, pero aquella chica aún no se sentaba, esperando la respuesta de la profesora.

«Vaya aún esta parada, esperando mi respuesta, que linda», pensó la profesora y después de suspira le contestó la pregunta—La prueba será para saber lo que han aprendido en otros años, y lo que han aprendido el día de hoy, así sabré como voy a empezar, además poner nota a una prueba, va hacer que ustedes me ponga atención.

—Entiendo eso, pero puede repetir su lección, profesora —Un chico de apariencia de inteligente, pelo corto y negro, bien peinado y con lentes, levantó su mano para ser escuchado, y agrego—Yo anote todo lo que digo, pero el ruido no me dejo entenderlo bien.

«Este tipo debe de ser el inteligente de la clase», pensó la profesora.

Los chicos al escuchar al inteligente, empezaron a burlarse de él, por hacer aquella petición a la profesora, la cual observaba como sus estudiantes habían continuado el bullicio después de burlarse del chico. La profesora molesta por aquel comportamiento, se rasco su nuca, cerró sus ojos y respiro hondo, se acordó de su colegio y como su profesora paraba estos momentos de rebeldía.

—Paren de hablar de una vez—la voz de la autoridad de la joven profesora, se escucho en toda la sala y esto hizo que los estudiantes se mantuviese en silencio, ella observó que la joven Nadia, aún que estaba parada y le dijo—Señorita, ya le respondí a sus dudas, así que se puede sentar.

«Tiene razón», la joven hizo caso a la maestra y se sentó en su puesto.

«Ahora que lo pienso, es demasiado para ellos hacerles una prueba con nota, además no se cuales son sus conocimientos», pensó la profesora que estaba sentada en su silla y después de meditarlo un poco, se paro y les digo—Bien he decidido que la prueba de mañana, no tendrá nota, pero si hacen esa prueba pueden optar por dos puntos en su nota final, además voy a volver a dar la explicación,¿ estamos de acuerdo?.

Los estudiantes aceptaron la propuesta que se les habían realizado, así que empezaron a escuchar la clase, que reiniciaba desde el principio. Después de aquella clase la maestra, se dirigió a la sala de profesores, la cual en aquellos momentos estaba vacía, se preparo un café y  se sentó en una mesa, para revisar la carpeta con más tranquila, mientras tomaba el contenido de la taza. Estuvo viendo los perfiles de los estudiantes, hasta que llegó a la foto de Nadia.

«Aquí esta», pensó la profesora primeriza y pensó, «Por alguna razón, está chica me llamó la atención»

Empezó a leer el perfil de aquella muchacha, así supo que ella se llamaba Nadia Bisset, también supo que vivía sola con su madre, aunque está nunca se ha presentado a reuniones de apoderados, sus notas eran bajas, aunque también tenía algunas que eran regular, pero lo que más le sorprendía a la profesora, era la cantidad de anotaciones negativas, muchas de estas eran por contestarle mal profesor en turno o por hacer grafitis en las paredes de la escuela, entre otras causas.

«Vaya, está chica si que tiene muchos problemas», pensó la joven profesora, que aún observaba el perfil de aquella chica, y volvió a pensar, «Aunque siento que esta algo vacía la información, bueno es normal, los perfiles de colegio no debe contar todo»

Cerro la carpeta y estuvo pensativa durante unos minutos, una pregunta surgió por su cabeza ¿porque se estaba preocupando por aquella chica?, ella solo la conoció unos instante, sabía que era su estudiante, así que era obvio que debía tener ese tipo de relación con ella, pero era una preocupación más profunda.

«Debo dejar de pensar en eso», pensó mientras se rascaba su nuca, después sacó su celular y entró a un programa que utilizaba como una libreta para anotaciones, y empezó escribir lo había hecho en su primer día, cuando terminó guardo el celular, y pensó, «Rayos, porque aún tengo a aquella muchacha en mis pensamientos»
Después de pensarlo un poco la joven profesora, abrió el expediente y busco en el perfil de Nadia, el número telefónico de su casa, iba a conversar con su madre, tal vez lograría citarla para hablar. Cuando encontró aquel número, sacó su celular y hizo la llamada.

Después de escuchar el sonido del teléfono, durante unos segundo hasta que alguien contestó al otro lado de la línea.

—¿Quién es el maldito, que me despierta? —Pregunto una voz masculina muy mal hablada y malhumorada.

«Rayos, que mal humor tiene este sujeto», pensó la profesora, y le digo al hombre del otro lado—Disculpe soy la profesora de Nadia, me gustaría hablar con su madre.

—Ella está durmiendo, así que váyase al diablo—La línea se corto del otro lado, dejando a la profesora molesta por la actitud del sujeto.

Después de la llamada estuvo pensativa, hablar con la madre de la joven Nadia, no era muy factible, y no quería pensar en lo que estaba haciendo aquel sujeto mal hablado en la casa de la chica.

—Tendré que hallar alguna forma, para acercarme más a aquella chica—La profesora, se paro de su asiento y se pregunto, «Pero, ¿cuál es la razón de acercarme a esa muchacha? y ¿cuál es la razón de mi preocupación por esa chica?

Decidió caminar un poco por el patio del colegio, para aclarar sus preguntas. Cuando estaba en medio camino se fijo que Nadia conversaba con alguien.

La joven Nadia, que estaba sentada sobre una rama gruesa de un árbol seco, estaba conversando con su amiga, la cual se encontraba  parada en la base, y con su espalda sobre el tronco.

—No puedo creerlo, el primer día de clase y esa profesora nos da una prueba, maldición— Nadia se sacudió su cabeza con furia.

—Si, se que te molesta, cariño— Alexa comentó y agrego—Yo también estoy molesta, hoy debía ir a una práctica de boxeo, y por causa de esta prueba debo posponerlo hasta mañana, es una suerte que no es con nota.

—Sabes algo, no estudiaré para esa prueba, además hoy debo terminar el mural que estoy pintando en mi pieza—La joven Nadia salto del árbol y se paro frente a su amiga y agrego—Después de todo solo ganó punto, así que no me importa mucho.

Lucy al observar a las chicas, le vino a la mente un recuerdo de su juventud, la imagen un antiguo amor de juventud. Cuando era joven, ella había empezado una relación con una de sus compañeras, las dos se complementaba, ambas era rebelde, gustaban de meterse en líos y en peleas callejeras, su novia era la que tenía la personalidad más fuerte, pero su vida personal y familiar era problemática, empezando con que sus padres no le hacía mucho caso, y pasaba maltratando a su hija.

El tiempo que pasaban juntas, era un relajo para ellas pero en especial para la novia de Lucy, que disfrutaba cada momento de aquellos días, las jóvenes estuvieron juntas hasta que un evento separó su vidas. El padre de la joven molesto por que descubrió a su esposa con un amante, se emborracho, y con una cólera debido al alcohol en su sangre, volvió a su casa, mató a su esposa y ha su hija y después escapó, aquel día fue triste para Lucy que perdió a su querida novia, pero en aquel momento se prometió volverse profesora para ayudar a chicas igual que su compañera.

«Tal vez por eso, quiero ayudar a esta chica», pensó la profesora, que suspiro y decidió volver a la sala de computación, tomaría otro café y comenzaría a trabajar  en la prueba que debía tomar mañana.

Mientras estaba trabajando haciendo la prueba, llegó a la sala de computación uno de los profesores del colegio, el hombre era un viejo y le pidió a Lucy, que le pudiese remplazar  en la clase de aquella mañana. La joven profesora aceptó ser un remplazo temporal del viejo profesor.

Cuando terminó la hora de aquel receso, la joven profesora fue al aula para hacer la clase del profesor que debía sustituir en forma temporal.

La alumna favorita.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora