xSouh
Nimbostratus
Primera Nube
Maldijo por primera vez en ese día cuando su teléfono se estrelló contra el suelo, quebrando la mica protectora que tuvo que retirar para evitar cortarse con las pequeñas astillas que se formaron. La segunda ocasión fue cuando se dio cuenta que su servicio de antena estaba vencido y la única forma que existía en el mundo era ir a las oficinas a dar el pago.
Las cajas de mudanza aún estaban esparcidas por todo el piso, la maleta abierta sobre el colchón sin sabanas tampoco tenía cara de querer acomodarse sola y su refrigerador estaba vacío.
Mudarse al otro lado del continente no era la mejor idea que tuvo en su vida y ese cheque mensual con seis ceros ya no se veía tan prometedor.
Aparte el clima es Ame era horrible.
Itachi estaba seguro que todos aquellos que romantizaban la lluvia eran personas que no tenían que salir a trabajar todos los días ni usar las líneas de tren.
Pero el ascenso que consiguió en la empresa era algo que no se podía rechazar, el mundo entero sabía que en Akatsuki no era tan fácil escalar tan alto, mucho menos a sus treinta y pocos años de edad.
Su departamento estaba en el octavo piso del edificio, la vista era simplemente espectacular, torres altas, calles pavimentadas con cientos de coches moviéndose como hormiguitas, pantallas por todos lados... Hacia que Konoha, la ciudad más grande del país del Fuego se sintiera rupestre.
Buscó entre sus pertenencias el paraguas que su madre insistió en que llevara, no seria suficiente para evitar que se mojara si seguía lloviendo de esa manera, pero era mejor que nada. Por si las dudas también revisó las cajas buscando algo para abrigarse, el clima entre ambas ciudades no solo se diferenciaba por la gran cantidad de precipitaciones sino por los varios grados debajo de temperatura que había en Ame.
Los cartones seguían revueltos, por mucho que revolvió para dar con alguno de sus sacos, lo único que encontró fue una vieja sudadera de sus años universitarios, ni siquiera recordaba que la tenía. Tomó sus nuevas llaves y salió a buscar algo para llenar su refri y pagar el servicio de antena.
―Si madre, ya me puse un suéter. Lo juro. ―
Itachi escuchó como otra puerta se estrellaba, esperando que sus vecinos no fuera alguien ruidoso. Le llevó semanas escoger un departamento en línea, en la mayoría había hasta seis viviendas por piso, ese era el único donde solo tenía que compartir con otro y al parecer no corrió con suerte.
Miró por el rabillo del ojo, esperando ver a sus vecinos, pero solo salió una mujer. No era lo suficientemente alta así que seguro le sacaría una cabeza de alto, estaba hablando por el teléfono y por increíble que sonora, no fue el color rosa de su cabello lo que más le llamó la atención, sino que llevaba una sudadera igual a la de él.
Ella también lo notó, sintió como su mirada iba de una prenda a la otra, como si buscara diferencias hasta que la voz al otro lado de la línea la sacó de sus pensamientos porque soltó un "Más tarde te llamo" antes de colgar.
―Tu debes ser Uchiha Itachi. ―le dijo, buscando unos papeles en su bolso, que parecía no querer cooperar porque primero sacó mil cosas antes de dar con su objetivo. ―Mi nombre es Haruno Sakura, vivo la otra puerta, solo espera... Fuyikawa-san me pidió que te diera los últimos recibos de pago de servicios, por problemas con la compañía cambiaron el sistema de cables y se actualizaron contraseñas. No me preguntes que significa eso, pero ahí viene todo en los papeles.
―Gracias...―
―De nada. Me alegra haberte visto antes de irme al trabajo, si no me hubiera sentido mal porque estuvieras todo el día sin servicio. ―
Itachi se quedó parado, hojeando los papeles y viendo desaparecer a la mujer en el elevador cuando las puertas se cerraron. Esas fueron muchas palabras en poco tiempo.
Esa fue la primera vez que se encontró a su vecina, cuando volvió de compras el piso seguía vacío y tampoco escuchó nada por el resto de la tarde ni la noche.
No se durmió hasta que cada cosa estaba en su lugar y la pila de cartones en el fondo de la habitación de lavandería, por lo que cayó dormido y ni siquiera la tormenta eléctrica que hubo fuera lo despertó.
―¡Buenos días! ―lo saludó de nuevo su vecina, que se unió a el cuándo esperaba el elevador.
―Buenos días. ―
―¿Estudiaste en la Universidad de Konoha? ―se animó a preguntar cuando empezaron a bajar. Itachi se preguntó cómo es que ella sabía eso, pero recordó el suéter que llevaba el día anterior.
―ANBU. ―respondió, refiriéndose a la rama de la escuela que se especializaba en tecnología, matemáticas y física. ―¿Y tú?
―Iryō Butai ―
El Uchiha reconoció el nombre, el equipo médico estaba en una sesión aparte del resto d e la universidad y poco se relacionaban con las otras especialidades, no sería raro que nunca la hubiera visto a pesar de ser de donde mismo.
―Estas muy lejos de Konoha.
―Tu también, Itachi. ―se despidió. ―Es interesante conocer a alguien de Konoha aquí, nos vemos.
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Sakura salió temprano ese día, no de esas veces que regresaba feliz a su casa a poder ver televisión un rato y caer dormida en el sofá de la sala antes de que sus tripas gruñeran exigiendo comida a media noche la despertaran.
Su equipo llevaba semanas trabajando en un nuevo medicamento de prueba, todo parecía ir bien, pero esa mañana había muerto uno de las personas con las que hacían el ensayo, la pelirosa le había tomado especial cariño a la anciana que firmar su certificado de muerte le hizo sentir vacía y sola.
El cielo estaba más gris de lo normal, las nubes más cargadas y la lluvia más intensa, haciendo que las personas que salían del trabajo y escuela se amontonaran en las casetas esperando el trasporte público. Las paraguas negras, grises y trasparentes formaban ríos en las banquetas, moviéndose de forma apresurada para tapar los trajes y zapatos de cuero o tacón de los pobres que no habían llevado impermeable ese día.
Sakura nunca se cansaría de esa escena. Pero agradecía poder tener un coche y no ser parte del espectáculo.
El semáforo cambió a color rojo, se detuvo y observo a la marea de personas que esta vez desfilaba frente a ella, esquivando los charcos que quedaban sobre el pavimento.
Itachi fue el primero que la vio, conduciendo un coche de un modelo estándar color negro, cuando ella lo miró, no dudo en hablarle, aunque sabía que su voz no saldría de la cabina. Él lo entendió. Ella quitó los seguros y él pudo subir.
No hubo muchas palabras en ese viaje de regreso a casa.
Pero no el único viaje que tuvieron juntos.
Itachi salía aproximadamente una hora antes que ella, pero se quedaba en la oficina hasta que ella saliera.
Sakura siempre se apuraba a terminar el papeleo para poder salir a la hora, porque sabía que el estaría puntual, en el tercer semáforo de la calle principal.
Él podía comprar su propio coche, pero le gustaba regresar con Sakura.
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Nimbostratus [ ItaSaku]
Fiksi PenggemarEl nuevo puesto de Itachi requiere que se mude a otra ciudad. Ame es gris y muy lluviosa, el frío es molesto y la comida no es tan buena, pero entre tanta nube, alguien puede encontrar un arcoíris, ¿no? ITASAKU ROMANCE