churros

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Como nos habiamos vuelto inseparables, practicamente viviamos en la casa del otro. Ibamos al mismo colegio, veiamos los mismis dibujos animados en la tele y hablabamos por hooooras y horas, tambien andabamos demasiado en bicicleta, eramos una pequeña pandilla.
Día domingo.
-karla despierta ya te vinieron a buscar para ir a andar en bici.
-oooh verdad se me habia olvidado, diles que me visto y salgo.
-bueno, apurate.
Me vesti lo mas rapido que puede, me puse mis zapatillas favoritas, unas calsas negras y una camiza cortita. Heche un platano y una botella de agua a mi mochila, me despedi de mi mamá, tome la bicicketa y salí.
-perdón me quedé dormida.
-nos dimos cuenta-dijieron al mismo tiempo.
-Perdóneme, porfii.
Habiamos planeado desde el viernes que ese domimgo iríamos a comer churros al centro comercial, habian abierto una tienda de churros y tenimaos que probarlos.
En el camino fuimos haciemdonos preguntas tontas de niños de 15 años, de vez en cuando nos retabamos a hacer cosas vergonzosas y si no las cumpliamos teniamos que pagar penitencia.
Al llegar al lugar dejamos las bicis en el estacionamiento atadas con una cadena.
-los churros de este lugar son los mas ricos del mundo- dijo Ingrid.
-karla apurate, camimas muy lento
-Damián callate porfavor, aun tengo sueño.
-aaaagh no peleen, estan a punto de comer los mejores churros del mundo y estan peleando?? Eso no puede ser.
Hicimos la fila, pagamos nuestros churros y decidimos ir a comerlos al estacionamiento del centro comercial.
Si llegabas al fondo del estacionamiento había una pequeña colina y un poco mas allá se encontraban las bodegas que abastecían el local, esa colina era nuestro lugar favorito, desde ahi se veia todo, las personas que iban a sus autos cargados de las compras, los autos pasar, el gran logo del supermercado y grafitis de alrededor.
Siempre, siempre, religiosamente tomabamos un carrito del super y dabamos vueltas por el estacionamiento, obviamente ese dia no iba a ser la excepcion.
Damián dijo que lo lanzaramos de la pequeña colina y que una de nosotras lo grabara, como eramos pendejos estúpidos de 15 años dijimos que si, lo dejamos caer por la pequeña colina con el carrito y yo lo grabe, luego yo me lanze por la colina, llego el turno de Ingrid, todo eran risas, el carro ya comenzaba a tambalearse, Damián dijo que ya no era chistoso y que se podia salir una rueda y nos podiamos lastimar.
-karla lanzame tu porfa.
-Ingrid, ya estoy cansada.
-la ultima, lo juro.
-esta Bien.
Subi la pequeña colina con Ingrid en el carro, conte hasta tres y la solte, estabamos en un estacionamiento, pasaban autos de vez en cuando y en ese momento era de vez en cuando.
Pasó un auto, no iba rápido, pero el carrito de Ingrid si lo iba, el auto paso lentamente por ensima de ella.
No sabíamos que hacer me quede en schock, el conductor del auto se bajo y dijo que lo sentia, que lo sentia mucho, estaba llorando, era un viejito sin pelo, con lentes y suéter.
La subimos al auto del anciano, llegamos al hospital, unas enfermeras llamaron a los papás de Ingrid, pero cuándo ellos llegaron ella ya no tenia pulso.
Ingrid siempre cumplía sus promesas y cuando dijo que era la última, es por que lo era, tambien dijo que eran los mejores churros del mundo y no mintió.

No estoy bienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora