WHAT IS YOUR POWER? 1ra & 2da TEMPORADA

Capítulo Especial 2: Kai

Something

Ella tiene ese algo.

Y si que lo tiene…

La tarde empezaba a caer y la noche se estaba empezando a hacer presente. Estaba cansado, si. Pero no por eso iba a separarme del baile.

De mi futuro.

Del futuro que ya me había trazado.

De todo lo que había luchado para conseguir nuevamente un contrato con la empresa de Sehun. Lo que quería era eso… El baile. Ser reconocido mundialmente, por todos y todos y todos.

Pero ser famoso tenía una maldición. Los Pros y los contras.

Caminé adentrándome a las frías noches. El frío me golpeaba en el rostro ayudando a despejar el calor que sentía en el interior.

Me sorprendí cuando me teléfono empezó a sonar. A regañadientes lo saqué y sin mirar quién era la persona que me estaba llamando, contesté.

-Diga. – gruñí por lo bajo. La otra persona soltó una carcajada. Rodé los ojos.

-¡Jonginnie! – gritaron en un tono de burla.

-¿Qué es lo que pasa Kyung Soo? – pregunté en voz baja.

-Este sábado, los chicos y yo iremos a bailar. ¿Te apuntas? – preguntó y apuesto que estaba sonriendo.

Bailar… si, quería ir a bailar. Distraerme pero, ¿Por qué esperar hasta el sábado para ir a bailar?

-Claro que me apunto. Eso ni lo dudes, Soo. – respondí quedamente.         

-¡Genial! Entonces, luego hablamos para mandarte la dirección.

-Seguro. Hablamos.

Y corté.

El pequeño Kyung Soo me había hecho que me entraran ganas de ir a distraerme en ese preciso momento. Quería ir a bailar.

Caminé por las abarrotadas calles y llegué hasta la primera discoteca que encontré. Quizás no era una de las mejores pero, no había de otra.

-Vodka, por favor. – le pedí al chico que atendía la barra. Este asintió y me entregó el vaso.

-¿Primera vez aquí? – preguntó.

-¿Se me nota? – pregunté mientras cogía el vaso. Este se rió.

-Kim JongIn, mejor conocido como Kai… Creo que te recordaría si hubieses venido antes. – dijo en tono de diversión.

Le devolví la sonrisa.

-Quería distraerme un poco. – murmuré mientras recorría con mi vista el lugar.

-Me lo imagino.

Dos chicas en mini falda se me acercaron moviendo sus largas pestañas y contoneándose como si no tuviesen huesos. ¡Agh!

-¿Vienes sólo guapo? – preguntó una de ellas.

-Quizás debas dejar a la persona con la que viniste e irte con nosotras.

-No viene sólo, Camila. – murmuró el tipo de la barra. Le sonreí en modo de agradecimiento.

-Te lo pierdes. – dijo una antes de perderse nuevamente entre la multitud.