WHAT IS YOUR POWER? 1ra & 2da TEMPORADA

Capítulo Especial 4: Tao

LIFE

 

Cuando esta pasajera vida se marchita, vienes a mí.
Cuando tocaste mi corazón congelado
Mi vida comenzó…

Miraba el cielo nublado, sentía el aire helado chocar contra mi cuerpo. Pues aún recuerdo ese día.

No quería ir a visitar a mi tía Xieng, la odiaba con toda mi alma porque siempre me jalaba los cachetes y me abrazaba hasta quedar morado.

Ah… cómo odio a esa señora.

A pesar de mis insistencias y ruegos, mi madre no me dejó quedarme en casa.

Y se lo agradezco.

Recuerdo que tenía tan sólo 9 años, quizás menos o quizás más; no lo sé.

Recuerdo muy bien que llegamos y al saludar a la tía Xieng, está repitió su saludo como siempre lo hace cada año. Aún puedo recordar el dolor.

Mi madre me dice que puedo ir a jugar con mis primos en el jardín, pero mi padre niega con la cabeza. No quiso que jugara ya que yo no estaba para esas cosas.

Siempre repetía que un niño de la familia Hwang no podía rebajarse al nivel de los demás niños.

Y me lo repetía constantemente.

Estuve sentado escuchando la música y la conversación de negocios que mantenía mi padre con uno de mis tíos. Sólo quería desaparecer.

Estuve cómo media hora más, preguntándome si Dios me odiaba.

Quería ir a jugar.

Si… eso quería.

Mi madre llegó con un pequeño plato de comida. Arroz, creo que era pollo con salsa de tamarindo. Creo… no recuerdo bien. Pero olía de las mil y una maravillas.

Cuando cogí el plato, caminé con mi mamá hasta la mesa para estar más cómodo.

Aquella mesa se encontraba en la parte de atrás de la casa. Daba para el jardín, para el jardín donde todos mis primos y amigos de ellos jugaban sin parar.

-¡Hola tía Meng! – gritó Liu, mi primo mayor.

Mi madre lo saludó con una de sus sonrisas más hermosas.

-¿Cómo has estado, lindo? – preguntó ella sin borrar su sonrisa.

-Perfectamente tía. ¿Y tú?

-Bueno, ya sabes, trabajando y cuidando de mi Tao.

Mi primo de tan sólo 14 años pegó su vista a la mía. Me sonrió y despeinó el cabello.

Ugh, odio eso.

-¿Y tú cómo has estado Zi? – me preguntó. Pasé la comida antes de contestarle.

-Bien, gracias.

Él sonrió.

-Tía, si gustas, puedo quedarme con Tao para que tú puedas seguir con tu conversación. No me molestaría presentarles a mis amigos. Quizás así se divierta y no insista en irse tan pronto.

No, no y no. No quiero hablar con nadie.

-Seguro, que considerado eres Liu. Si necesitas algo me avisas, Tao. – me dice mamá.