Capítulo 7

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Krist's POV

Hablar con Singto por primera vez fue sencillo, mucho más fácil de lo que había imaginado. No se sintió como si lo acabara de conocer. Me gustaba su trabajo profesional, a veces veía entrevistas suyas o programas de televisión en los que aparecía, aunado a eso, las largas platicas de Yang, repletas de información sobre Singto, ayudaron a que nuestro primer encuentro no se sintiera como tal, al menos no de mi parte.

Debía confesar que me daba intriga. Singto era persona confusa.

Las personas decían que Singto era introvertido, de pocas palabras, fácil de irritar, con un deje de superioridad. Yang me decía que Singto siempre lo hizo sentir amado, que lo hacía sentir importante, que era lo suficientemente dulce y cursi sin caer en lo empalagoso; que era el tipo de pareja que recuerda fechas, eventos importantes y no olvida lo que le platicas; que te daba la confianza y que confiaba en ti. Prácticamente lo había descrito con las palabras más maravillosas que el léxico de Yang se lo pudiese permitir, y a mí, todo eso me causaba curiosidad.

¿Cuál era el verdadero rostro de Singto?

¿Era como la gente decía? ¿Yang tal vez estaba cegado de amor?

Tal vez un poco de ambas.

Singto era callado, eso lo confirmé, pero cuando se animaba a hablar, su plática era tan amena que te hacía sentir cómodo al instante. También me había dado cuenta que Singto era amable, y después de reflexionar un poco sobre toda la información que ya conocía de mi mayor, tan solo me quedaron ganas de conocerlo por mi propia cuenta. Solo de esa forma descubriría su verdadera personalidad.

¿Qué importaba si era el ex novio de un amigo?

¿Hay alguna norma que prohíba ser amigo del ex de tu amigo?

"Y aunque la hubiera..."

Mientras estábamos regresando a las casas de campaña, volví a alzar la vista para ver el cielo nocturno y la luna, el azul del cielo tenía una tonalidad más clara a la que normalmente observaba por el balcón de mi habitación.

"Tal vez la altitud."

Al llegar al campamento, Gun me dirigió una mirada molesta y se metió en la casa de campaña más pequeña, que era en donde nosotros nos quedaríamos. Suspiré, me despedí de Singto y caminé tras mi novio, el cual me esperaba sentado dentro de la casa de campaña, abrazando una almohada.

—¿A dónde fuiste?

—¿Qué más puedo hacer en medio de la naturaleza? Fui al baño, Gun. —Le respondí, sentándome en la colchoneta, enfrente suyo.

—¿Con Singto? ¿A solas?

—Me lo topé en el camino, ¿crees que no da miedo caminar por ahí solo entre tantos árboles?

—Me hubieras dicho.

—Pero te lo dije, y dijiste que no te meterías allí conmigo. —Gun resopló y me aventó la almohada que tenía abrazada.

—No te dije que te fueras con Singto.

—Gun. —Dije su nombre, un poco cansado de la discusión sin razón. —Basta. No puedes estar celoso de todo, Singto es un amigo.

—Ajá, y yo soy idiota. ¿Crees que Singto es un ángelito con alas en la espalda? —Dijo de forma sarcástica. —Ya no le hables.

—Oye, ya le he dejado de hablar a varias personas por tus celos sin fundamento, ellos eran menos importantes que tú, claramente, pero debemos ponerle un alto a esto. —Traté de explicarle, tomando su diestra entre mis manos. —Gun, no tienes...

—No me importa. —Me interrumpió, alejando su mano. —O terminas tu relación de amistad con él o simplemente dejaré de hablarte.

Sabía que no lo decía de broma, no era la primera vez que en serio dejaba de hablarme por no acatar sus peticiones. Suspiré profundo y susurré un "vale". Aunque "vale", era la palabra que menos deseaba decir en este momento.

Gun sonrió un poco y fue la primera vez que esa sonrisa de haberse salido con la suya me molestó, no mencioné nada, intenté devolverle el gesto con una sonrisa suave y salí de la casa de campaña caminando hacia la fogata que anteriormente Nammon, Singto y yo habíamos hecho, me senté encima de una de las sillas plegables, recargando mis codos en mis piernas, sabía que Gun no saldría hasta en un rato, siempre le gustaba estar a solas después de momentos como ese.

—¿Pasó algo? —Era Singto. Alcé la mirada para verlo y rápidamente vi alrededor, pero Nammon y Yang no estaban.

—Nammon quiso ir al baño y como Yang se enfadó conmigo fue con él. —Explicó, sentándose en la silla junto a mí. —Si no quieres mi compañía puedes decirme y me iré por ahí. —Lo seguí observando fijamente, ¿de verdad se había dado cuenta tan rápido que no estaba en las mejores condiciones?

—¿Por qué me pasaría algo? —Inquirí.

—Bueno, desapareciste por unos minutos con Gun en la casa de campaña, sales de esta forma, así que no creo que haya sido porque se hubiesen dicho palabras de amor. —Había cierto humor en sus palabras, y el tono que utilizó, más allá de molestarme me habían hecho sentir mejor.

—¿Por qué te gustan las estrellas? —Pregunté con voz suave, no quería que mi voz fuera de ese tono, solo había salido así por alguna razón.

—Cuando estaba pequeño, a mi padre le gustaban mucho, creo que era un fanático de tener la razón siempre, así que se la pasaba leyendo, viendo documentales o cualquier cosa sobre cualquier tema, pero el tema de los astros era algo que de verdad le gustaba, tal vez el gusto me lo heredó, pero yo no soy como él, no me he obsesionado con la información, solo me gusta verlas... —Musitó, alzando la vista al cielo, todo estaba repleto de las pequeñas luces parpadeantes, así que pensé que Singto definitivamente estaba disfrutando de la vista.

—¿Crees...? —Iba a ser una pregunta demasiado extraña. —¿Crees que uno pueda haber vivido varias veces? —Ladeé la cabeza con curiosidad por su respuesta.

—¿Reencarnación? —Asentí.

—No lo sé. —Lo vi pensar por unos momentos y luego me volteó a ver, me estaba observando fijamente a los ojos. —Tal vez. Me gustaría pensar que sí, es más interesante pensar en eso que en el hecho de que solo morimos y ahí se acabó todo para siempre. —Lo escuché atentamente, y un ligero calor se hizo presente en mi pecho, conocer alguien que pensara lo mismo era interesante.

—¿Qué hay de los signos zodiacales? —Esa pregunta lo hizo reír un poco.

—No creo en eso. He conocido personas con mi mismo signo que son totalmente lo opuesto a mí. —Dijo, esbozando una sonrisa ladina. —Pero... Es interesante leer de ellos, y a veces me identifico con algunas cosas, aunque no lo suficiente como para creer fielmente en eso.

—¿Qué estudias? —Seguí preguntando, queriendo de pronto conocer más de él.

—Ciencias de la Comunicación.

—¿Te gusta?

—Claro, aunque me gustaría estudiar muchas más cosas, soy algo indeciso y demasiado curioso.

Ahora entendía por qué decían que era inteligente. Singto era curioso, o sea, como una esponja queriendo empaparse de información para su gusto personal, no para el de los demás.

Nammon y Yang llegaron a los pocos segundos, Gun también salió de la casa de campaña, entonces, como si nada, seguimos con la velada. Fue una noche tranquila, hablamos de muchas cosas, aunque Singto no decía casi nada, comprendí que no le gustaba hablar ciertas cosas con las personas, menos si era de su ámbito personal.

Entrada más la noche nos fuimos a dormir. Abracé a Gun para juntarlo a mi cuerpo y acurrucarnos; me sentía cómodo, pero un sentimiento de molestia crecía en mi pecho.

Teníaque dejarle de hablar a Singto si no quería problemas con Gun, así que esanoche, fue la última vez que hablaba con él.

Sun & MoonlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora