Aquel equidna rojo se acercaba a Sonic pues lo había oído todo...
K.- ¡Eh! Sonic...
S.- ¡Woah! Dios que me asustaste knux ¿C-cuanto tiempo llevas ahí?
K.- Lo suficiente para entender como te sientes.
S.- Ahh si verdad es un bonito atardecer, es placentero.
K.- ¡No te hagas el tonto Sonic!
S.- Ah... así que lo sabes, por favor knux no le digas a Tails.
K.- No lo diré Sonic.
K.-Confía en mi.
S.- Está bien, ¿qué quieres entonces?
K.- Creo poder ayudarte, pero necesito detalles ¿cómo es que te enamoraste de Tails?
S.- Knux creo que no necesito ayuda mejor otro día.
K.- Sonic es tu única oportunidad para recibir ayuda.
S.- ¡Oh está bien! Bueno knux me enamoré hace bastante tiempo, te lo contaré todo pero prométeme que no le dirás a Tails.
K.- Sonic ¿acaso no sé guardar secretos?
S.- Bueno...
*FLASHBACK*
Todo empezó cuando lo conocí...
Lo vi pintando y haciéndole algo a mi avión desde lejos, corrí hacia el para preguntarle qué hacía con mi avión y donde estaban sus padres, cuando llegué le pregunté:
S.- Eh niño ¿qué crees que estás haciendo con mi avión?
T.- Oh... yo lo siento señor es que cuando veo una maquinaria no puedo evitar hacerle unos ajustes jejejeje
Rió el pequeño zorrito rascándose su cabeza.
Cuando ví esa sonrisa me enganchó me había perdido en esos ojos azules de aquel zorrito dorado.
S.- Mmmm ya veo me gusta lo que le hiciste
T.- ¿Uh? (Miró al erizo con una cara de asombro)
Sonic sonrojó y miró al avión.
S.- Me gusta el estilo, me encanta.
T.- No fue nada señor...
S.- Nada de señor, mi nombre es Sonic, Sonic el erizo ¿cual es tu nombre pequeñajo?
T.- Mi nombre es Miles, Miles Prower, un gusto en conocerle señor Sonic.
S.- Solo dime Sonic ¿si?
T.- Claro Sonic
Dijo con una sonrisa en la cara, era lo más bonito que Sonic había visto, se había enamorado.
S.- Oye amiguito ¿donde están tus padres?
Tails miró a Sonic con tristeza y dijo
T.- No tengo...
S.- ¿No tienes familiares, amigos, conocidos?
T.- (Negó con la cabeza)
T.- En realidad ya te había visto antes y en realidad me pareciste genial y quise ver que hacías y quizás volverme tú amigo hasta que ví tu avión y bueno...
S.- ¿En serio no tienes amigos?
T.- No todos me burlaban en la aldea, me llamaban deformidad, monstruo, por eso no tengo amigos, por eso huí.
