PDV TAILS
Me desperté y miré a Sonic, el estaba despierto, mirándome a los ojos, quise decir algo pero nada salió de mi boca, hubo un silencio muy bonito, Sonic por fin habló:
S.- Buenos días mi Tails
T.- Buenos días Sonic
No podía creerlo me llamó suyo, estaba muy roja y empezaba a sentir mariposas, como siempre me pasa cuando lo veo por mucho tiempo, solo que esta vez fue más intenso.
Lo llamé con un tono dulce.
T.- ¿Sonic~?
S.- ¿Qué pasa?
T.- Lo de ayer... ¿No fue un sueño?
S.- No Tails, era real, llevas bastante tiempo gustándome pero no pensaba que quisieras ser una chica, más bien mi chica.
Era un sueño, no lo creía, Sonic prácticamente aceptaba que fuera su novia o eso me daba a entender quedé muy sonrojada y le miré los ojos, me iba acercando poco a poco a los labios de mi erizo azul, quería besarlo...
T.- ¿En serio~?
S.- Si, en serio~ (guiño)
Me quedé paralizada, me congeló aquel guiño de Sonic, sentía un mundo en todo mi cuerpo, mi corazón se aceleraba, mis colas se movían salvajemente, hasta que...
Sonic me abrazó, era como el paraíso, sentía una sensación de calidez que bajaba por todo mi cuerpo, estaba con Sonic en la cama, abrazados y no por situación si no por amor...
De repente Sonic me dijo:
S.- ¿Tails siempre vas a querer ir a comprar tu ropa?
T.- ¿Eh? S-si...
S.- Vamos a alistarnos entonces.
T.- Bien.
Salimos de la casa y fuimos al centro, una vez habíamos llegar en el súper Yo y Sonic buscábamos alguna prenda que me quedara, a aún así estaba cambiadísimo no lo podía creer todavía, en eso escuchamos una voz familiar... Era Amy...
A.- ¡Sonic!
Gritaba molesta la rosada...
A.- ¿Quién es esta zorra Sonic?
S.- Amy esto no es lo que piensas...
A.- Claro que se lo que es Sonic, ¡estás en una cita con esta chica!
Sonic y Tails dijeron al unísono:
.- ¡¿Una cita?!
Tails que estaba roja como un tomate, pensaba:
T.- No me había puesto a pensarlo, en verdad parece una cita, no puedo creerlo, Sonic y yo en una cita...
S.- Amy ¡¿estás loca?!
A.- ¡No Sonic estoy muy cuerda! ¡¿Como pudiste engañarme?!
S.- ¡AMY!
Amy se asustó al ver al erizo muy molesto pero no paró, miró a la chica zorro toda roja, temblando y le gritó: