-No es a ti a quien esperaba ver
A juzgar por su mirada parecía tan sorprendida de verme como lo estaba yo de verla a ella.
-¿Que estas haciendo aquí?
Eva bajó su mirada por un momento y luego la volvió a posar sobre mis ojos.
-¿Me dejas pasar?- dijo ignorando por completo mi pregunta, y antes de que yo pudiera responder a la suya la chica ya estaba adentrándose en el salón de la casa.
Yo me obligué a cerrar la puerta e ir tras ella. Ambos nos sentamos en el sofá.
-¿Donde esta Samantha?- preguntó
-De gira- le respondí seco
-¿De gira?- parecía sorprendida- ¿Pero no se iba la semana que viene?
En mi cabeza se fueron formulando un montón de preguntas para las que no encontraba respuesta.
-Eva porfavor, ¿puedes explicarme que haces aquí?- no estaba entendiendo nada.
-Es que te podría hacer la misma pregunta- me la quede mirando sin entender nada- Tengo entendido que aquí viven Samantha y Anaju.
-¿Como sabes tu eso?- pregunté. Cada vez estaba más confuso.
-El finde pasado me encontré a Sam y a Flavio en una discoteca de por aquí cerca- Abrí los ojos como platos al escucharla.
Ahora me cuadraba todo. Por eso estaban tan raros al día siguente. Se encontraron con Eva y no quisieron decírmelo.
-Y estuvimos hablando y me dijo que vivía aqui con Anaju- prosiguió con su relato antes de hacer una pausa- Sam me dijo que se iba a ir de gira pero creí que se iba la semana que viene no esta- levantó las cejas haciendo una de sus características expresiones- Te iba a preguntar que que haces aquí- de nuevo hizo una pequeña pausa- Pero creo que las revistas hablan por si solas- ladeo una pequeña sonrisa.
-Anaju y yo no estamos juntos- Aclaré- me he venido a vivir con ella mientras Sam esta fuera pero solo somos amigos
Eva soltó una sonora carcajada.
-Si, ¿hermanos no?- la miré extrañado- ¿cuanto tiempo más vais a estar engañandoos Hugo?
La miré levantando una ceja. Pero en el fondo sabia que tenia razón. Anaju siempre estuvo ahi y por mucho que intentara esconder mis sentimientos seguían ahí y hasta ahora no me di cuenta. Pero tanto Eva como yo sabíamos que lo nuestro no solo acabó por la distancia o por la falta de química.
La miré y volvió a reír. Parecía que acabara de leerme los pensamientos.
-Bueno yo me voy- se levantó del sofá- yo había venido a ver a Sam y a Anaju pero no están ni la una ni la otra.
-Me ha gustado verte- le dije, y no mentía. Apesar de todo seguía guardandole mucho cariño a Eva.
Recibí una respuesta en forma de sonrisa por su parte.
-Dile a Anaju que me llame y quedamos un día a tomar café, que tengo muchas ganas de verla- asentí con la cabeza- Y tu deberías empezar a dejar de pensar tanto y actuar mas.
La chica salió por la puerta dejandome con la palabra en la boca.
La gallega me acababa de abrir los ojos de una forma bestial. Ahora sí tenia claros mis sentimientos. Quería estar con Anaju, poder levantarme con ella cada mañana, poder acariciarla y besarla siempre que quiera, poder reír a su lado y disfrutar de su compañía todos los días. La quería a ella entera. Durante todo este tiempo he tenido a la persona perfecta a mi lado y no me había dado cuenta.
El sonido de la cerradura me sacó de mis pensamientos y pude ver a la chica de ojos negros entrar por la puerta.
-¡Hugo!- me saludó con una amplia sonrisa- ¡No te vas a creer a quien me he encontrado abajo!
La miré esperando a que me dijera a quien, aunque ya podía imaginármelo.
-¡A Eva tio!- se sentó a mi lado emocionada. Eva y Anaju siempre fueron grandes amigas- hemos quedado mañana a tomar un café. Te diría que vinieras pero nose si te va a ser incómodo por...bueno ya sabes porque.
-En realidad me encantaría ir con vosotras.
Me miró un tanto sorprendida.
-Pues perfecto- me sonrió
Pasamos el resto de la tarde-noche viendo películas en netflix, y yo solo podía pensar en las ganas que tenía de que ese momento durase para siempre.
