Capítulo 10

1K 47 3
                                    

Los primeros rayos de sol entraron por la ventana de la habitación de hotel iluminándola.

Lentamente abrí mis ojos. Lo primero que hice fue girarme para mirar a Anaju, que seguía durmiendo placidamente en el otro extremo de la cama. Llevé mi mano a la mesita de noche y alcanzé a coger mi móvil para acto seguido encenderlo y mirar la hora. Las 9 y media de la mañana. Resoplé y decidí ir a ducharme, más que nada porque no me apetecia estar en la cama y en una habitación de hotel tampoco había mucho más a donde ir.

Al entrar en la ducha empezé a recordar todo lo de ayer. Anaju me había intentado besar. Pero realmente, no era ese el hecho por el cual no paraba de comerme la cabeza, al fin y al cabo estaba borracha y estando borrachos todos hacemos tonterías. Lo que me tenía pensando era algo que tenía que ver más conmigo que con ella. La aparté, si. Pero...¿y si ella hubiera estado consciente de sus actos? ¿Que hubiera pasado entonces? ¿La habría apartado igualmente?

El agua calló sobre mi cara mientras yo seguía sumergido en mis pensamientos, pero algo súbitamente me sacó de ellos. El sonido de mi móvil.

Salí de la ducha y me coloqué una toalla de manera que me tapaba de cintura para abajo, y acto seguido cogí el teléfono, no sin antes mirar quien me llamaba.

-!Samantha!

-!Hugo! ¿Dónde estas? ¿Anaju está contigo?- mi amiga parecía preocupada

-Si si esta conmigo ¿Se puede saber que pasó con vosotros ayer?- Le pregunté a Samantha.

-Ehh nada, solo estuvimos follando en el baño de la discoteca, ya sabes, lo normal- Su tono de voz sonaba raro. Por un momento me pareció que había algo que no me estaba contando.

-Illa estuvimos más de 5 horas en la discoteca-afirmé

-¿y? Llevábamos mucho sin follar ¿vale? Joder Hugo pareces virgen- Habló intentando quitarle peso al asunto, pero parecía algo nerviosa.

-Pues mientras tu follabas con Flavio- Decidí dejarlo estar-Anaju se pilló el ciego de su vida. Me la tuve que llevar al hotel porque ninguno cogiais el móvil.

-¿Pero esta bien?- preguntó

-Si, sigue durmiendo-respondí.

-Pues daros prisa, que quedamos para comer y ya sabes que a las 5 Flavio y yo nos vamos, y espero que nos despidais- dijo Sam.

-Ni lo dudes amiga- Dije- Nos vemos luego.

Colgué el teléfono y después de vestirme salí del baño. Al mirar a la cama me encontré a Anaju ya despierta. Miraba al techo y parecía pensativa. Aún no se había percatado de mí presencia.

-Buenos días- la saludé sentandome a su lado mientras ella se incorporaba-¿Como estas?

-Me duele la cabeza- Me miró- Pero bien

-¿Te...te acuerdas de algo de anoche?- pregunté tímido.

-De lo último que me acuerdo es de tomarme el cuarto chupito de tequila. A partir de ahí todo está borroso- Me dijo sería- ¿Hice muchas gilipolleces?

Por un momento dudé entre contárselo o no, pero al final decidí que era mejor guardármelo, la chica parecia preocupada por que pudo haber pasado anoche y preferí relajar tensiones.

-Nada grave- dije quitándole importancia

-Gracias por haberme cuidado Hugo- Me miró con media sonrisa

-Nada mujer- se la devolví. Ella me dio un beso en la mejilla antes de ir a ducharse. En ese tiempo aproveché para pedir el desayuno y una aspirina para su dolor de cabeza.

Pocas horas más tarde Anaju y yo estábamos de camino al restaurante en el que habíamos quedado con Flavio y Sam. Durante la comida, los dos estuvieron un tanto raros pero ambos intentaban que no se les notara. Creo que Anaju también lo notó, por que de vez en cuando me dedicaba miradas interrogantes.

Al acabar la comida. Los 4 fuimos hacia casa de Sam y Anaju para recoger las maletas de la primera y de Flavio para luego irnos a la estación de autobuses donde esperaba el autobús de la gira de Samantha.

-Os voy a echar mucho de menos- Nos dijo la rubia a mi y a Anaju.

-Lo vas a petar hermana- La abracé muy fuerte y luego hice lo mismo con Flavio.

Anaju y yo nos quedamos frente al autobús hasta que esté arrancó.

-Hugo- Me dijo Anaju una vez estábamos ya alejandonos de la estación- ¿Te puedo hacer una propuesta?

-Claro, dime- La miré con un poco de miedo a lo que fuera a decir a continuación.

-A ver, tu ahora mismo estás viviendo en un hotel ¿no es así?- asentí con la cabeza- Pues había pensado que si quieres puedes mudarte a mi piso, así ninguno de los dos estamos solos durante este tiempo y encima tu te ahorras dinero-Me miró tímida- Podrias dormir en la habitación de Sam...Pero solo si quieres eh que no te voy a obligar a nada.

Su timidez y nerviosismo me causaron tanta ternura que no pude evitar abrazarla. Sinceramente, por mucho que lo pensara, no le veía ningún fallo a su propuesta.

-Me parece una idea estupenda

UP | anahugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora