α ℓα ∂єяινα...

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A la Deriva...

Theodore, o Theo como le decían, era un jovencito pirata muy temerario y de fuerte carácter.

Con tan solo trece años ya era dueño de una embarcación.

Su padre el temerario Dorother había fallecido tras haber sido asesinado en una emboscada.

Dorother junto a sus hermanos, todos piratas infundían terror en el océano Atlántico y el Pacífico.

Todos los hermanos Bartomek eran oriundos de Santa Cruz, Argentina o casi el fin del mundo como ellos decían.

Theo había aprendido todo sobre piratas, incluso cosas que niños de su edad no debían saber...

Era muy bueno en el manejo de armas, no dudaba si debía atacar.

Por eso cuando Dorother falleció nadie se opuso a que él quedara a cargo de La Cruz del Sur, como había bautizado su padre al navío.

Una mañana después de dar un largo trago a una botella de vino Theo exclamó:

–Bien señores es hora de partir hacia Europa–

Todos lo miraron consternados.

Él los observó con sus penetrantes ojos celestes, y muy molesto exclamó:

–acaso ¿creen que no voy a poder llevar a cabo el viaje?–

El grumete con voz temblorosa dijo:

–es que, Capitán es un viaje muy largo, y nunca antes habíamos navegado tan lejos–

Theo lo miró más molesto aún.

–¿vos me venís a decir eso?¡Qué no sos nada más que el grumete!–

Otro de los piratas interrumpió

–Bueno Capitán él tiene razón, si bien era un viaje que se tenía planeado hace mucho, pero después su padre...

Theo lo interrumpió

–Sí, ya lo sé ¡mi viejo está muerto! Pero no por eso vamos a quedarnos, yo soy tan bueno o mejor que él, así que el viaje se llevará a cabo como se tenía planeado–gritó Theo.

Nadie dijo más una palabra y se dispusieron a preparar todo para el largo viaje.

Él habló con sus tíos pero la mayoría pensaba igual, que era muy arriesgado por la distancia. Solo uno de sus tíos aceptó acompañarlos.

Así unos días después una vez todo listo partieron viento en popa.

Por unos cinco días el viaje había sido tranquilo sin nada en particular. Hasta ahora todo iba bien.

Pero esa tarde uno de los hombres dio aviso de que se acercaba una tormenta.

Theo observó atentamente el movimiento del viento en las velas.

Dio un trago largo a una botella de licor y se dirigió al timón.

Lo orientó a estribor para cambiar la ruta y tomar un atajo.

–Capitán ¿Qué hace?–gritó uno de los hombres.

–pues ¿qué crees sabandija?Vamos a tomar un atajo, para tratar de evitar la tormenta–gritó Theo.

Todos se miraron asustados.

–pero ¡Capitán, ese camino es peligroso!–gritó el capataz.

Theo hizo oídos sordos y siguió girando el timón.

–Si, dicen que por esa ruta siempre ocurren cosas extrañas...

α ℓα ∂єяινα La Travesía Del VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora