Conclusiones inesperadas

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La tarde anterior me hizo sentir extraña no sabía cómo responder ante ese apuesto muchacho.
La noche de ese mismo día tuve un sueño bastante extraño.
*En el sueño.
+Hola Victoria. Me quedé pensando en lo que hablamos aquel día y solo quería decirte algo *se acerca demasiado a mi cuerpo.
- ¿Podrías darme un poco de espacio?, me sofocas.
*Me planta un beso.
Ese beso era demasiado cálido pero a la vez tan frío, no me quité porque extrañamente me gustaba.
*Terminado el beso.
+ Soy un as en los besos.
- He probado mejores.
+ Pero ninguno como el mío.
*Me vuelve a besar
- ¡¡Hey!! No abuses.
En eso me desperté y me dí cuenta de que era solo un sueño,
"Que alivio" me dije, pero para ser sincera fue más una pesadilla.
Mi madre llama a la puerta:
+ ¿Hija?, ya levantate, ya es tardísimo.
Miro el reloj y ¡dios! eran las 11:00 AM, me levanté como humo, me dolió la cabeza pero bajé con mi madre y la abuela.
- Hola buenos días.
+ Buenos días mi niña, ¿La cama no te dejaba bajar verdad? *Soltó una pequeña risa.
- No abuela no me dejaba.
Comenzamos a reír y mi madre también.
Acabado el desayuno quería ponerme a leer pero preferí salir a dar un paseo.
Veía la plaza comercial llena así que decidí ir a ver, la plaza estaba a unos 50 pasos de la casa por ello me dí cuenta.
De lejos logré ver un anuncio de ropa pero solo lograba distinguir 50% de descuento pero, ¿En qué?.
Logré ver el letrero completo
¡¡50% de descuento en toda la tienda!! Inmediatamente corrí para allá mi visión era un vestido que había visto corrí por todos los pasillos hasta que lo encontré y lo tomé sin pensarlo.
Me dirijí a la caja a pagar pero eran demasiadas personas, me iba a tardar años en salir de ahí pero de pronto veo a un chico de estatura media de tez blanca y con unos ojos verdaderamente hermosos (eso dije de Manuel pero al diablo Manuel) me acerqué a él, me temblaban las piernas, ni tuve el valor y di la vuelta pero me dije "puede ser la única vez que lo veas ¡hazlo Victoria!".
De nuevo me acerqué pero ahora sí hablé, temblaba todo mi cuerpo pero le dije:
- Hola.
+ Hola.
- ¿Vienes muy a menudo? *Ay que torpe, me dije.
+ No mucho y ¿tú?.
*Sigue la plática no te alarmes.
- Pues no tanto.
+ Entonces, ¿Qué te trajo?
- Ví muchas personas y me entró la curiosidad así que decidí ver qué era.
+ Coincidencia también estoy aquí por eso.
- Genial, cierto que descortés soy mi nombre es Victoria.
+ Joshua un gusto.
*Me besó la mano y me sonrojé.
- El gusto es mío.
+ ¿Te parece si vamos al parque que está contiguo a la plaza?
Ese chico era perfecto su cabello sus ojos quería gritarle: ¡Si llévame a dónde quieras! Pero disimule.
- Claro estaría muy bien.
+ Ok, vamos.
Me tocaba pasar a caja "accidentalmente" me colé en la fila y me tocó antes que a Joshua.
~ Aquí tiene señorita gracias por su compra.
- Te espero afuera de la tienda ¿Está bien?
+ Si preciosa.
¿Preciosa?, me había dicho preciosa, una emoción recorrió todo mi cuerpo, como aquella vez en que leía aquel libro.
+ Listo vamos.
Pasamos un gran rato recorriendo aquel parque pero de la nada Manuel aparece, venía con un ramo de rosas, lo veía acercandose poco a poco.
~ Hola Victoria vine a darte esto.
*Me entrega las rosas.
+ ¡Oye que te pasa ella es mi chica!.
~ No ella es mía, llegué primero.
+ No importa quien llegó primero.
Manuel se molestó mucho y le soltó un puñetazo a Joshua en el estómago, el regresó el golpe pero este fue en el rostro podía ver las gotas de sangre en aquel hermoso rostro, pero Manuel no se quedó con los brazos cruzados y gracias a qué el apuesto Joshua esquivó ese golpe no resultó tan herido.
Finalmente se separaron ya que me coloqué entre ellos y dije:
- ¡Suficiente! Ya no peleen ¡Por favor! *Las lágrimas salieron de mis ojos y empezaron a rodar por mis mejillas.
Los golpes cesaron.
~ Esto no a terminado te demostraré que soy más que este muchacho.
+ Eso jamás.
Las miradas de rabia entre ellos fue lo último que ví antes de decirle al guapo muchacho de Joshua que me tenía que ir.
Los tres tomamos caminos completamente diferentes Manuel al Norte Joshua al Oeste y yo hacía el Sur.
Mi madre me vio llegar y me pregunto que donde estuve todo ese tiempo que por poco pierdo la hora de comer.
+ Mi niña, ¿todo bien en la calle?
- Sí, no pasó nada interesante (claramente mentía).
+ Está bien comencemos a comer, ¿Les parece?.
- Claro abuela.
Mi madre comenzó a servir pero la simple idea de que a Joshua apenas lo conocía y me llamara preciosa e incluso me quisiera como su novia rondaba mi cabeza.
...
Espero les guste, cualquier comentario será bien recibido.

Aurevoir.

Te olvidaré, ¿destino?©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora