Dedicarme al olvido

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- Abuela ya regresé.
- Que bien y ¿cómo te fue?.
- Muy bien pero dime algo, ¿Planeó todo esto para que yo conociera a ese tal chico Manuel?.
- No mi niña ¿por qué piensas eso?.
- Los encargados me dijeron que "el pedido de la señora Sara" y si apenas necesitábamos esos alimentos, ¿como sabían ellos lo que necesitábamos?.
La abuela se quedo pensando por un momento después de haber escuchado su supuesto arreglo con los encargados.
- Vaya, me descubriste, sí que eres lista tanto como tú madre; ese chico Manuel me dijo que si te podía conocer ya que le agradaste, el te vio llegar con tu madre aquel día y no dudo en pedírmelo, así que elaboré un pequeño plan para que se conocieran, me hubiese gustado mucho que fuera más bonito pero con lo de tu abuelo no pude pensar en otra cosa.
Me quedé pensando en lo que dijo pero solo reí
- Ay que linda abuela pero no era necesario tanto rollo pero le agradezco que se haya tomado tal molestia, sin embargo, estoy aquí para disfrutar contigo y mi mamá estás vacaciones no a adquirir preocupaciones.
Mi abuela me abrazó y finalmente cenamos juntas, me fui a la cama y después de que mi cabeza tocara la almohada me quedé profundamente dormida.
A la mañana siguiente me desperté, no logré ver a nadie y pensé:
- Fueron por algo para el desayuno, no hay de que preocuparse.
Me dediqué a los quehaceres y dieron las 9:00 AM y no llegaron, empecé a preocuparme pero de pronto escuché risas llegando en el camioneta.
*Risas -Ay hija como crees 
- Si mamá eso me preguntó.
Me vieron bajar de las escaleras y me preguntaron:
- ¿Lista para desayunar?.
- Claro estoy muerta de hambre.
Mi madre sacó muchas cosas de una bolsa de papel, de entre ellas un trozo grande de carne y me entró la curiosidad.
- Mamá, ¿dónde compraste ese gran trozo de carne?.
- En la carnicería que está cruzando la calle.
- Abuela, ¿no compró carne el día de ayer?.
- Si linda pero quise comprar un poco más, hoy vienen mis amigas del club de pilates.
Pensé:
"Genial, podré conocer a las demás amigas de la abuela".
- Está bien pero ¿a qué hora llegarán? Para ayudarle con los preparativos claro está.
- Ellas llegarán a las 19:00 PM.
- Son las 14:00 PM así que tenemos tiempo suficiente.
Una vez llegada la hora las amigas empezaron a llegar y a platicar con la abuela, la señora Carmen fue la última en llegar y con ella dimos por iniciada el encuentro.
- Qué tal chicas gracias por venir a este pequeño encuentro quisiera presentarles a mi nieta Victoria una estudiante de medicina reconocida por si carisma y porte. *las amigas aplauden
- Abuela no es para tanto hace que me sonroje pero si, estudio medicina específicamente enfermería geriátrica.
La señora Carmen agregó
- Ya tendremos a un médico y a una enfermera para nosotras aquí en Herius; mi nieto Manuel y tú Victoria.
Al escuchar "Manuel" me quedé helada y la abuela me preguntó:
- Linda, ¿Te sientes bien?
- Si abuela no te preocupes, regreso en unos minutos ustedes sigan disfrutando su encuentro.
Me retiré al cuarto donde dormía y me dí cuenta de que no podía evitar a Manuel si bien el pueblo era pequeño sería muy probable que lo encontrara caminando por el parque o en aquella plaza comercial, da igual no perturbará mis vacaciones.
Regresé con la abuela y ella estaba totalmente concentrada en el juego, ella juega damas chinas muy bien porque se toma muy enserio el juego normalmente gana pero también hay ocasiones en las que no pero no sé frustra simplemente dice: "ok perdí, para otra ocasión será mi victoria" es muy reconfortante verla feliz.
Una vez terminado el encuentro las señoras se despiden y dejan la puerta abierta así que me dirijo a ella y la cierro no me dí cuenta de que la señora Carmen no había salido y sin pensarlo le abrí la puerta.
Mi madre me mandó a la cama pues era lógico eran casi las 22:00 PM me despedí y me retiré a dormir pero algo pasaba por mi mente y era Manuel pero no iba a permitir que perturbará mi sueño mejor me olvidé de esa situación y listo me quedé dormida.
En la mañana del siguiente día me propuse olvidar a aquel muchacho pensando que me costaría mucho trabajo.
Parecía interminable aquella acción así que me pregunto:
- ¿Y si mejor distraigo mi pensamiento con alguna película o escribiendo un cuento?
Eso sería lo mejor.
Jamás había visto tantas películas en un día y mejor me puse a escribir dejando llevar por mi imaginación, ese cuento fue la bomba que destruyó de mi pensamiento a aquel chico, me sorprendió la manera tan sencilla de olvidarlo utilizando otra actividad.
...

Te olvidaré, ¿destino?©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora