~Mundo caído~ Yoonmin (PAUSADA)

▪2▪ Maldición

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YOONGI

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Hoy no había ido a la universidad, el jefe nos había encargado un trabajo que según el era tan importante no podía esperar.

—No puedo creer que falté a la universidad por semejante estupidez— Escuché a mi compañero reír y le di un codazo, no estaba de humor para sus juegos.

—Vamos Yoongi no seas amargado, además ganamos muy buena plata— Lo miré mal, fue una miseria.

—Cállate Hoseok, ni siquiera fue tanta

—Como sea, te veo después, iré a recoger a Jiwoo del trabajo y luego iremos a cenar con Seong Jin ¿No es genial? Al fin se llevan bien

—Me sorprende que por fin tu novia y tu hermana se soporten, yo pensé que Seong Jin la iba a terminar envenenado

Hoseok comenzó a reírse y negó. —No exageres, solo no se caían bien

—Hoseok, Jiwoo le soltó un golpe de karate porque ensució su vestido sin querer, decir que se odiaban era poco

—¡Bueno pero ahora se quieren!— Exclamó y yo solo negué. —Ya hermano, te veo luego

Me despedí de Hoseok y me fui directo a mi casa. Mientras caminaba por la avenida me dí cuenta que las calles estaban casi desiertas, apenas se veían unas cuantas personas caminando.

Se sentía un ambiente algo extraño, no sabía que era pero sabía que algo andaba mal así que solo me apresuré a llegar a mi casa, no me agradaba para nada la sensación que me daba ver la calle tan vacía.

Ya iba entrando a mi vecindario cuando de repente el grito desesperado de una mujer retumbó por toda la calle, brinqué asustado y volteé rápidamente hacia la casa de donde provenía.

Me quedé quieto un momento, no se escuchó nada después de ese grito, toda la calle quedó en silencio, pero un silencio perturbador. Estaba por seguir con mi camino hasta que se escuchó otro grito proveniente del mismo lugar pero esté era mucho peor que el anterior.

La escena siguiente me dejó petrificado.
La mujer de la casa cayó del segundo piso rompiendo la ventana, y estampandose contra el suelo, estaba sangrando mucho, tenía heridas que no eran por los vidrios o de la caída por todo el cuerpo, iba a acercarme a ayudarla pero de repente un hombre saltó de la ventana cayendo encima de la mujer y comenzando a arrancarle la piel de la espalda.

La estaba devorando...

Literalmente... la estaba devorando

Ver aquella imagen me dejó paralizado, asqueado y aterrorizado, era algo que jamás iba a olvidar. No lo pensé ni un segundo y saqué la pistola, comenzando a disparar le al hombre, en cuanto recibió el primer disparo volteó a verme de manera horripilante, los malditos disparos no funcionaban, solo hacían que esa cosa se acercara cada vez más.

—¿¡MIERDA PORQUE DEMONIOS NO FUNCIONA!?— Grité desesperado, esa cosa estaba cada vez más cerca.
Estaba a punto de lanzarse sobre mi cuando atiné a dispararle en la cabeza, un tiro limpio entre ceja y ceja. Cayó muerto al instante.

Traté de regular mi respiración, aún sentía la adrenalina en mi cuerpo. Pensé en llevar el cadáver a casa para enterrarlo y evitar problemas, pero entonces escuché más gritos y gruñidos detrás de mi, más de ellos venían corriendo a toda velocidad hacia mi, tenían un aspecto espantoso. Su ropa estaba llena de sangre al igual que sus rostros.