-¡Oye dormilona, despiértate! -me sacuden de un lado a otro. Es Maggie, la fastidiosa Maggie- Tienes que contarme que rayos ha sucedido entre tu, y el apuesto chico rubio de sonrisa misteriosa.
Abro los ojos rapidamente. No ha sido un sueño, en verdad estuve a punto de follar con él, sin embargo, el afro nos interrumpió y acabó con toda la magia. Maldito.
Me estiro y la miro a Maggie, que está mas destruida que un muerto. Tiene unas ojeras que le llegan hasta el cuello, y el pelo esta completamente desordenado.
-¿Conoces a Finn? -le pregunto. Ella se quedo por un momento pensando, pero luego se le forma una sonrisa. Afirma.- Es tan sensual el bastardo, besa tan bien y sus abdominales son para morirse.
-Eso ya lo sé Kels, durante el verano lo he visto pocas veces, pero ¡Vaya! Se le nota bien formado -mira al techo y muerde su labio.- Cuentame, ¿Folla bien? ¿Sabe como hacerlo?
-Ay, Maggie, Maggie, Maggie -suspiro- Estabamos a cinco segundos de concretarlo, pero un maldito afro, abrió la puerta del baño, y nos interrumpió -la boca de Maggie parecia que le iba a llegar al suelo.
-¿Como es el maldito?
-Tiene un afro gigante, usa anteojos negros gruesos, delgado y bajo.
-Floyd. Lo voy a asesinar. -pone cara de psicópata.
-Es tan genial Finn.
-Lo sé, lamento haber obviado esa parte cuando te conté los chismes, pero estaba emocionada con tu llegada. -hace una pausa- Hablando de eso, ¿Que le has dicho respecto a tus dos años de ausencia?
-Mentí. Le dije que estaba en Francia, aunque en verdad si estuve, con mi padre. Aunque él esta muerto, pero ya que.
-¿No es mejor decir la verdad a todos, y ya? -abro los ojos.
-No Maggie, sería un poco estúpido. Al 70% no le interesa y al 30% les parecerá gracioso. Es mejor guardarlo en una mentira.
-Esta bien, es tu decisión. -alza sus brazos como forma de defensa- Por cierto, ¿Te sientes mejor?
-Si, he estado comiendo bien.
-No me refiero eso -pronuncia y gira los ojos- Sácate esas pulseras, te van a lastimar más.
Hago caso omiso a lo que dijo y enciendo la televisión.
-Es por tu bien Kels. -afirma y la miro con todo el odio que tengo dentro.
-Todos los malditos doctores, mi mamá e incluso el novio de ella me han dicho eso, y mira, terminé internada en un centro psiquiátrico, con camisas de fuerza y con malditos medicamentos. Tengo todos los brazos pinchados por su culpa y por su estúpida frasecita "Es por tu bien" . Así que a mi no me jodas Maggie. Tu no sabes por lo que he pasado. -sus ojos se llenan de lágrimas y sale de mi habitación. Escucho los pasos de ella bajando por la escalera rapidamente, luego escucho la voz de mi mamá preguntando "¿Que pasó, cielo?" Y ella diciendo "Nada señora, nada" Finalmente, la puerta es arrojada por ella, y los pasos de mi mamá estan subiendo la escalera de madera. Sin avisar entra a mi cuarto, vestida con su típico vestido floreado y el delantal de cocina.
-¿Que le hiciste a Maggie, Josephine? -ella sabe que odio que me diga así, pero sin embargo lo dice. Opto por ignorarla.- ¡NO ME IGNORES, JOSEPHINE!
La miro seriamente.
-Nada.
-¡ESO ES LO QUE HAS DICHO DURANTE UN AÑO, Y ESTUVISTE INTERNADA! -grita- AHORA DIME, ¿QUE LE HAS DICHO A MAGGIE?
-Mamá, nos peleamos. Eso es todo.
Parece que se tranquiliza un poco, porque su pecho sube y baja lentamente.
-Hubieras empezado por eso, maldita estúpida. -se toca el pecho- Hija, sabes que los padres de Maggie son abogados; si le haces algo en un ¡Zas! Estamos en la calle. Controlate.
-Esta bien.
Sale de mi habitación, mientras yo sigo acostada mirando la televisión. Al rato entra nuevamente.
-Hoy vendran el tio Charles y la tia Julie, quieren verte. -dice mientras se limpia las manos con su delantal. Revoleo los ojos.
-No tengo ganas de ver a nadie, y menos a esos enfermos mentales de los tios. ¿sabias que se drogan? Un dia olí la chaqueta del tio Charles y tenia olor a marihuana.
-No digas eso del tio, hija. Son buenas personas.
-Y drogadictas.
Ella refunfuña y se larga.
No los culpo, yo tambien fui drogadicta, aunque lo disimule bien. La razón exacta por la que me internaron, fue por un intento de suicidio, aunque en verdad no fue así. Recuerdo que estaba fumando, y de un momento a otro no sentía mi brazo izquierdo, entonces cojí un cuchillo de la cocina e hice cinco cortes. Pasaron dos minutos y empezé a sentir dolor, entonces fuí al baño y tomé las pastillas que se encontraban allí. Me acoste en la bañadera, mientras el agua corria. Al rato llegó mi mamá y empezó a gritar. Me quise levantar pero tenia mucho sueño, entonces seguí durmiendo. Cuando me desperté estaba en una camilla, conectada a miles de cables.
Aunque hablando enserio, la razón exacta fue después de eso. Yo estaba... bueno, creo que festejando algo o no lo se, me rapé la cabeza y las cejas desaparecieron por la rasuradora. Rompí mis almohadas y las plumas volaban por la habitación, parecía el puto paraíso. Puse el cd de Marilyn Manson, y cantaba "The golden Age of Grotesque" Mi canción favorita.
El novio de mi mamá, Fahlo, tocó mi puerta varias veces pero lo que yo hacía era subir mas el volumen. Fahlo se preocupó, entonces llamó a mi mamá, ella llamó a la policia o ambulancia, no lo recuerdo, y me internaron nuevamente. El doctor nazi Auschwitz, ordenó a mi mamá que me llevaran al centro psiquiátrico de Francia. Ella aceptó y así sucedio todo.
Ahora que recuerdo, uno de los culpables de lo que me sucedió fue Theo, un ex novio que prontamente se convirtió en mi mayor obsesión. Lo amaba, pero él a mi no. ¡Bah, quien me va amar! Es gracioso porque una hora despues de que follamos, él se fue con Kendra, la zorra, y se acostó con ella.
Seguramente lo habrá satisfecho mejor que yo, pero no me importa. Aunque en verdad, si me importa.
Todavia no lo he visto, y es mejor así porque seria una lastima verlo, y saber que él no ha hecho el mínimo esfuerzo por buscarme o por saber si estoy bien. O algo.
