178 días antes.

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Y aquí me encuentro de nuevo, en la habitación de John, desvistiendome y esperandolo. Es increible lo estúpida que puedo llegar a ser a veces.

-¡YA VOY, CIELO! -grita desde el baño.

Durante mis veinte años, he estado con cuatro hombres y si tuviera que elegir el mejor con el que me he acostado, John sería el primero. Al principio es tan cariñoso, pero luego la bestia se apodera de él, y cualquier rastro de ternura desaparece. Quizá tambien lo hace más sensual, el hecho de que soy su alumna y él mi profesor de ciencias.

Me quedo solo en ropa interior negra de encaje, esperándolo acostada en su habitación. El departamento en donde vive es grande y por lo visto, carisimo. Está ubicado en la ciudad, por lo tanto, queda bastante lejos de mi pequeño pueblo en donde vivo.

-¡Que bien se siente tenerte de nuevo conmigo! -apunta. Se acuesta en la cama con dos copas y una botella de champagne- Pensaba que te había perdido.

-Opino lo mismo que tu. -añado. Él abre la botella, y vierte el liquido en las copas. Cojo una.- ¿Lo has redecorado no?

-Si, quise hacer un cambio, y que mejor idea que empezar por tu hogar. -bebo el líquido. Posa su mirada en mi.- Estas delgada.

-¿No te gusto?

-No quiero ofenderte, pero... -bebe de su copa- Si fuera por mi, yo te tendría de alimento.

Sonrío.

-Entonces, ¿Que esperas para comerme?

Arroja por algún lado de la habitación la copa de champagne, y se avalanza a mi como si fuera el último paquete de papas fritas en toda la faz de la tierra. Me sorprendo por su agresividad al besarme, pero sin importarme, le sigo el beso al mismo ritmo que él, o eso intento.

Acaricia mi trasero y lo aprieta, provocando de parte mia un gemido. Yo intento tocarlo, pero se resiste. Algo está planeando el maldito.

-Hoy te quiero hacer disfrutar a ti. -murmura en mi oido con la voz agitada y ronca.

Baja su mano por mi entrepierna, y por encima de la fina tela, acaricia mi feminidad. Yo me retuerzo debajo de él por los movimientos que realiza su experta mano. Con la mano izquierda acaricia mi mejilla.

-Kelsey -dice mientras besa mi cuello- Hoy te vi... -esta vez introduce un dedo dentro de mi y gimo- Hablando con ese muchacho, Fin Jacobson. -hace movimientos circulares provocando que grite- ¿Te gusta?

Abro la boca por el increible placer que me está dando.

-No. -afirmo con la voz temblorosa- Solo me gustas tu.

Él gruñe.

-Repítelo.

-Me gustas, John. -digo. Él ingresa un dedo más dentro de mi y realiza esos movimientos que solo el los puede hacer, y nadie más.

Es curioso lo bien que me hace tener sexo. Duermo mejor, me levanto de buen humor e incluso, tengo planes para hacer durante el día, aunque sean las dos de la mañana.

Siento en mi espalda la figura de John y la respiración entrecortada de él en mi cuello. Doy como puedo, la media vuelta para tenerlo de frente. Observo sus facciones completamente relajadas.

Acaricio con mi dedo índice su nariz pequeña, sus labios rosas, y por último sus ojos. Él fruce su entrecejo, lo que me provoca una pequeña carcajada.

De repente abre sus ojos.

-Gracias por despertarme, Kels. -sonrio y me aferro más a la sabana blanca.- Tengo que llevarte a tu casa.

-Lo se, por eso te he despertado.-le doy un beso en los labios.- Me cambio y vamos.

Pongo mis pies sobre el suelo de mármol frio. Cojo la ropa esparcida por la habitación y me la coloco. Él hace lo mismo.

**

-Kelsey, ¿A donde habías ido? -pregunta mi madre- Estaba preocupada por ti, maldita.

-Estaba en la casa de Maggie, se me hizo tarde.

-Más te vale que sea cierto.

-Lo es.-levanto los hombros- Buenas noches.

Subo a mi habitación y me cambio por la ropa de pijama de conejitos y vacas. Algo que fue un regalo de Kahlo, cuando vino por primera vez a mi casa.

Me acuesto en mi cama, lo único que puedo pensar es en el precioso momento que me hizo pasar el infeliz, ha sido genial y sobre todo, algo nuevo. Pero lo que me ha sorprendido es la pregunta que me hizo sobre Finn, ¿Está celoso de que me vio hablando con él? O ¿Será simplemente curiosidad? Lo que sea que sea, me encanta que se interese por mi, aunque no de la manera obsesiva que yo tuve por Theo. Recuerdo una vez, que lo habia visto hablando con Med, una chica de intercambio brasilera muy hermosa. Estallé en celos, y luego de clases, le hice un interrogatorio sobre ella, algo totalmente ridículo de parte mia. Me arrepiento demasiado.

-Entonces, ¿No te parece para nada atractiva?

-¿Quieres quedarte tranquila o quieres que te mienta, Kelsey?

-Quiero la verdad.

-Es linda, pero tu eres mi novia. Si tuviera que escoger entre tu y ella, sin duda serias tu la elegida.

-No te creo.

-¿Quieres que la atropelle, solo por hablarme?

-Me encantaria, pero seria ilegal y eso significaria separarte de mi, y eso es lo último que quiero.

-Mi amor Kelsey, tienes que creerme. Te amo a ti y a nadie más.

Cierro los ojos.

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⏰ Última actualización: Mar 03, 2016 ⏰

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Amor en tiempos de OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora