¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Se llama Agnes Barret, portando el apellido de uno de los hombres más importantes del Estado de Nueva York. Agnes significa pureza y felicidad, pero para ella eso no la identifica puesto que no se considera pura y la alegría no es una cualidad que destacaría de su personalidad.
Es una mujer trabajadora y dura de roer, así ha sido como ha conseguido convertirse en actriz, su sueño de toda la vida. No ha sido fácil ni lo sigue siendo, ya que sus padres son reacios a la idea de que su hija se convierta en una mujer del teatro.
¡Serías una deshonra para la familia! ¡Con todo lo que hemos hecho por ti! ¡No arruines tu vida, ni nos pongas en evidencia a nosotros como siempre haces!
Pero sus padres se dieron cuenta de que era tarde: por mucho que la educaran para ser una burguesita elegante, ella no había escuchado sus lecciones inútiles. Porque lo eran. Había aprendido en casa, nunca había pisado una escuela y esa era una de las razones por las que no tenía muchos amigos. Su madre la enseñaba, al igual que hacía su padre con Henry, su hermano menor. Efectivamente no compartían la misma enseñanza puesto que su familia era terriblemente clásica y las clases de su hermano eran diferentes a las suyas. Elegían qué libros debía leer, qué vestidos debía utilizar y qué palabras estaban terminantemente prohibidas decir en presencia de un hombre. A ella siempre le pareció absurdo, pero inevitablemente muchas de aquellas lecciones las lleva en práctica en la actualidad ya que son las que ha escuchado durante toda su vida.
