Un aliado inesperado

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Deimos, se encontraba furioso y lentamente salio del cráter que había creador y se acerco a unos pocos soldados que se habían arrimado. Se acerco a uno de ellos y le dijo.

- ¿Donde está él?

El soldado, un poco asustado por lo que había visto y todavía sin entender quien era el hombre, dijo. 

- No entiendo a quien se refiere.

Deimos, sin pensarlo, atravesó al hombre con su espada y la saco cubierta de sangre, dejando caer el cuerpo sin vida del soldado. Miro a los demás hombres y dijo.

- ¿Donde está Juanides?

Los soldados reaccionaron y empezaron a atacar  a Deimos pero este los mataba con mucha facilidad. Los demás hombres del campamento se dieron cuenta de lo que estaba pasando y uno de los primeros en acercarse a Deimos fue Ilias, que intento atacarlo por detrás pero el dios noto su presencia y logro bloquear el golpe del gobernador y luego lo empujo al suelo y levanto su espada para dar el golpe final pero un hombre choco a Deimos a con una gran fuerza y lo empujo al piso unos metros atrás. Deimos e Ilias observaron que aquel hombre era Juanides. El dios lo miro con mucho odio y se lanzo al ataque contra él pero una flecha golpeo su espada haciendo que esta se cayera de su mano. Deimos observo de donde vino la flecha y vio a Olopa apuntándole otra con su arco y detrás de él estaba Siris y Cira. Olopa avanzo un poco y dijo.

- ¿Qué haces aquí Deimos? 

Ilias y los soldados que se encontraban allí se sorprendieron al escuchar a Olopa decirle Deimos a aquel hombre. El simple hecho de que se enfrentaban a un dios, aunque sea un dios menor, daba miedo. Deimos rápidamente tomo su espada de nuevo, agarro una lanza que se encontraba en el piso y la lanzo en dirección a Olopa pero Juanides se interpuso y atrapo con una mano. Miro a Deimos y le dijo.

- Te hicieron una pregunta. 

Enojado, el dios respondió.

- Vengo a matarte. Mi hermano está muerto por su culpa, ahora pagaran.

- Eres un imprudente al creer que solo pelearas contra Juanides.

Juanides se giro y e dijo.

- Olopa, saca a Ilias de aquí y no quiero que interfieras.

El semidios se sorprendió por lo que le dijo su amigo e intento contradecirlo, pero entendía porque Juanides lo decía, era la oportunidad perfecta para demostrar que el hombre puede desafiar a los dioses y todos lo verían, debía respetar el orgullo de su compañero. Asintió con la cabeza y Cira dijo.

- ¿En serio lo dejaras pelear solo?

Olopa bajo la mirada y dijo.

- Es algo que el tiene que hacer y yo debo respetar.

Cira desidio o intervenir, aunque no entendía el estúpido orgullo de los hombres. Olopa ayudo a Ilias a levantarse y Juanides asintió con la cabeza, en gesto de agradecimiento. Después se giro para comenzar su batalla pero Deimos lo ataco de forma rápida y repentina, haciendo que Juanides apenas se pudiera cubrir con la lanza, acto seguido lo empujo hacia atrás y ataco con la punta de la lanza, pero el dios esquivo el ataque. Rápidamente, el semidios ataco con el otro lado de la lanza pero Deimos bloqueo el golpe con su espada. Por casi un minuto estuvieron intercambiando golpes de sus armas y esquivando los ataques del otro. En un momento Deimos empujo hacia atrás a su contrincante y dio un grana salto para dar un golpe directo desde arriba con su espada. Juanides logro bloquear el golpe con la lanza, pero esta se partió en dos, quedando un pedazo cada mano. Deimos volvió a atacar y Juanides bloqueo el golpe con el pedazo de la lanza con la punta y con el otro golpeo a Deimos en la cabeza, pero el pedazo de madera se partió en dos y el dios ni siquiera sintió el golpe entonces le dio un fuerte golpe con su puño, haciendo que Juanides cayera al suelo y soltara el otro pedazo de la lanza. Deimos intento golpearlo con su espada pero su rival logro girar en el suelo y esquivar el golpe, encontró un hacha y intento golpear al dios pero este  golpeo el hacha con su espada he hizo que se partiera. Juanides volvió a girar y encontró un escudo con el que se cubrió de varios golpes que el dios le daba.

JUANIDES Y OLOPA: EL MITO PERDIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora