My King [Changlix]

10

Félix y Changbin estaban sentados en dos sillas, en frente de ellos estaba el tal SiWon. El rubio no tenía ni la mínima idea de quien era él y cuál era su cargo en el pueblo de Seul.

-- ¿A qué se debe su visita, majestad? -- preguntó con respeto el tal SiWon.

-- Vengo a pedirte que le digas al Alto Mando que ya encontré a mi omega -- hablo el rey con formalidad.

-- ¿Es acaso el rubio su omega? -- SiWon dirigió su mirada al omega, intimidándolo.

-- Así es. También tengo entendido que debo decirle al pueblo -- el rey dijo.

-- Es correcto, el pueblo debe saber quien será el omega que dará a los herederos-- asiente aquel hombre -- Podría decirle al pueblo en este instante -- SiWon apuntó hacia afuera, donde estaba la gente del pueblo.

-- Creo que mejor le dire al pueblo en otro momento, ellos ya sacarán sus teorías al verme con Félix -- Changbinresponde.

-- Si así lo prefiere, está bien -- el hombre se levantó de su asiento, siendo seguido por el rey y el rubio.

Ambos alfas empezaron a caminar, y Félix iba detrás de estos. A Changbin enserio se la hacía raro que él supiera el comportamiento que debía adoptar. Lix fue seguido por Jeongin, pero este no iba con cabeza gacha, pues al no ser omega del líder, no debía comportarse con tanta sumisión.

Todo el pueblo se inclinó en cuanto vieron al rey salir. SiWon y el rey iban caminando, ambos omegas detrás de estos, pero de repente un grito se escuchó.

Félix solo sintió como alguien le agarraba, al voltear pudo ver a un alfa ¿Por qué rayos ese alfa sujetaba su brazo? El rubio se preguntó.

-- U-Usted... -- aquel hombre trató de jalar al rubio.

Un fuerte gruñido se escuchó por el lugar. Changbin había visto como alguien agarraba a su omega, y eso no le había gustado para nada. Todo el pueblo jadeo sorprendido en cuanto vieron tal atrevimiento del alfa al acercarse al omega rubio. Jeongin trató de separar al alfa que sostiene a Félix, pero fue inutil.

Aquella mirada, Félix la conocía, conocía a ese alfa de algún lugar ¿Pero de donde? Aquel alfa seguía sujetándolo del brazo, tratando de jalarlo. El rubio sabía que el alfa trataba de llevarlo lejos de allí ¿Pero por qué?

-- El príncipe de Busan... -- susurró el hombre, por lo que solo Félix pudo escuchar aquellas palabras, abriendo sus ojos como platos.

No pasaron segundos para que el alfa fuera quitado bruscamente. Changbin se encontraba gruñendo y Félix estaba aturdido.

-- ¿¡Quién te has creído para tocar a mi omega!? -- El rey gritó.

-- ¿Su omega? Imposible...-- el alfa volteó hacia el rubio.

-- ¡¡Guardias!! -- gritó Changbin e inmediatamente unos guardias se acercaron -- ¡¡Llévenselo y no le perdonen para nada la vida!! - los guardias simplemente asintieron, para después llevarse a aquel alfa.

-- No... -- susurró Félix al saber que matarían al hombre -- ¡No lo mates Changbin! - al omega se le cristalizaron los ojos.

-- ¡Trató de llevarte y te tocó, eso es imperdonable! -- el rey dice con furia.

-- ¡Pero no me hizo daño! -- el rubio reclamó, no quería que mataran a un alfa por su culpa.

-- ¡¡Ya tome mi decisión, omega!! -- gritó el alfa y Félix simplemente se calló y agachó su mirada.

Todo el pueblo veía aquella escena con sorpresa "Pobre omega" eran algunos de los comentarios de aquellos pueblerinos, pues absolutamente todos sabían lo duro y malo que era aquel rey.

Lix volteó hacia todas partes y por primera vez, pudo ver cómo era el pueblo, y se sorprendió al ver aquellas casas tan feas y destruidas, la gente tenía ropa sucia y todas color beige. Aquello lo hizo sentir mal ¿Por qué estaba este pueblo tan destruido? Él volteó hacia su ropa y a la ropa de Jeongin y el rey. Absolutamente se notaba la diferencia de posición social.

En aquel momento, Félix se hizo una promesa.

Si iba a ser el omega del rey, el mismo se encargaría de ayudar a aquel pueblo tan destruído.

-- ¡¡Eres un estupido!! -- gritó Changbin en cuanto llegaron al castillo.

Apenas llegaban y Félix estaba siendo reprimido por el "mal comportamiento" que había adquirido en el pueblo, al contradecir al alfa.

-- ¡Dijiste que ya no me gritarías! -- el rubio se acercó al rey.

-- ¿¡Y cómo quieres que reaccione al saber que me has faltado al respeto!? -- gritó de vuelta el alfa.

-- ¡Querías matar a alguien inocente! ¿Qué querías que hiciera? -- el omega frunció el ceño.

-- ¡Te tocó y eso está absolutamente prohibido! -- el rey se acercó al omega, mientras este retrocedía.

-- ¡Pero ni siquiera me lastimo! -- le respondió el rubio.

-- Eso no importa, en este momento deben estar ejecutándolo -- dijo Changbin y el omega reaccionó.

Félix corrió a donde suponía era el calabozo del castillo, siendo seguido por Changbin, quien le gritaba que se detuviera.

Lix llegó a un lugar donde habían escaleras que dirigían hacia abajo, rápidamente bajo, llegando a un lugar más frío y obscuro. Aun podía escuchar los gritos de Changbin, por lo que corrió con más prisa. Cuando por fin pudo ver algunas celdas, corrió más, y entre más corría, podía escuchar unos gritos. Lix fue más profundo y pudo ver una puerta más grande, pero estaba cerrada, y allí vio que había una ventana a un lado, por lo que se asomó, pudiendo ver una guillotina y el mismo hombre que lo tomó del brazo allí, apuntó de ser asesinado.

Y antes que que Félix pudiera decir algo, la cuchilla fue soltada. El rubio pudo ver cómo era asesinado aquel hombre, y las lágrimas del rubio no tardaron en salir, acababa de ver una de las escenas más aterradoras que pudo haber visto en toda su vida.

De repente, siente unos brazos rodeando su cintura por detrás. El rubio seguía llorando debido a lo que acaban de ver, estaba sollozando fuertemente, pero el aroma a galletas que provenía por detrás de él, lo calmaba, haciendo que los sollozos sean menos fuertes.

-- Por eso no quería que vinieras aquí abajo... -- susurró el rey en su oído.

-- L-Lo m-mata...-- el omega es interrumpido.

-- Lo siento -- fue lo único que escuchó el rubio