Adoptado

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Los padres de Zhan finalmente lograron obtener la dirección de la casa donde su hijo ahora se encontraba viviendo, se encontraban realmente nerviosos y anciosos por volverlo a ver aunque no sabían si Zhan los reconocería pero aun así no perdieron las esperanzas y se dirigieron a la casa de los Wang, por suerte YanLin y su esposo ya se encontraban allí y habían hablado con Zhan quien estaba mas que seguro que no volvería con sus verdaderos padres, porque nunca le dieron el amor y cariño que merecía, YanLin no pudo contener sus lágrimas al haber escuchado aquellas palabras de su pequeño hijo pero aun así estaba dispuesta a hablar con los padres de Zhan y saber la razón por la cual lo habían abandonado, Yibo por su parte tenia su mano entrelazada con la de Zhan porque no quería que nadie se lo llevara a ningún lado pero al escuchar a Zhan decir que no se iría con ellos pudo estar mas tranquilo pero aun así no soltó su mano. Los señores Xiao finalmente llegaron a la casa de los Wang y la señora Xiao con su mano temblorosa toco la puerta y ambos esperaron que alguien abriera, Zhan no pudo evitar sentirse mas nervioso de lo que ya estaba pero Yibo sabia como calmarlo y le decía que todo iba a estar bien, que pasara lo que pasara el no lo iba a dejar solo por ningún motivo.

–Zhan tienes que estar tranquilo, no dejaremos que ellos te lleven –Dijo el señor Wang.

–Lo se pero aun asi tengo miedo de que me separen de ustedes y no quiero que pase eso, no quiero –Comenzó a llorar Zhan.

Yibo no podía soporta verlo así y lo abrazó fuertemente dando suaves caricias en su espalda, YanLin regreso a la sala junto a los padres de Zhan quienes al verlo quisieron acercarse a él pero Yibo se puso a la defensiva y no los dejo, y los miro con mucho odio. Los tres adultos tomaron asiento, mientras que Zhan se mantenía con la miraba en baja y sus nervios se habían apoderado completamente de él por lo que no podía dejar de jugar con sus manos, Yibo ya no sabia de que manera calmarlo pero aun así se mantuvo a su lado atento a cualquier movimiento que hicieran aquellos extraños porque no quería por ningún motivo que se acercaran a Zhan; Mei no encontraba las palabras necesarias o mas bien no sabia que decir y lo único que quería era abrazar a su hijo y pedirle las veces que fuesen necesarias perdón pero sabia que su hijo la rechazaría, ya que desde que habia llegado no la había mirado ni a ella ni a su esposo por lo que pensó que ya no los recordaba y que ahora eran unos completos desconocidos para él.

–Señor y señora Xiao –Hablo YanLin. –Se que están aquí por Zhan pero para él esta no es una situación fácil y no entiendo porque después de tanto tiempo han decidido volver –Los miró.

–Es porque nos arrepentimos pero creo que nuestro arrepentimiento llego demasiado tarde –Hablo Mei.

–Entonces vayanse de aquí, nunca debieron haber regresado –Dijo Zhan. –No creo absolutamente en nada en su arrepentimiento, se seguro pensaran que pidiendo disculpas creen que volveré con ustedes pero están equivocados, jamás volvería con unos padres como ustedes, jamás –Se sentía demasiado enojado. –Ni siquiera me dijeron porque me abandonaron, solo me dejaron sentado en la vereda y se fueron, si no fuese por la vecina de seguro fuese muerto por insolación pero Dios no es malo con nadie y me dio una segunda oportunidad y una nueva familia, de la cual me siento realmente agradecido ya que me dieron el cariño y amor que necesitaba –Sus ojos se volverion a cristalizar.

–Nosostros siempre te dimos amor y cariño –Dijo su padre.

–Mentiroso, siempre estaban mas al pendiente de sus trabajos que de mi –Se puso de pie. –No saben cuanto los odio desde el día en que me abandonaron como si fuese cualquier cosa –Se va de la sala.

–Zhan! Espera –Yibo sale detrás de él.

Mei ya no sabia como reaccionar, ya no sabia que mas tenia que decir porque lo único que quería era poder abrazar a su hijo y disculparse con él pero le dejo muy en claro que ya no quería nada con ellos y que los odiaba por haberlo abandonado sin razón alguna, y tenia razón porque no le dijeron porque se iban y porque lo estaban dejando allí, simplemente se fueron y ahora por eso se habían ganado el odio de su único hijo.