1

380 59 11
                                    


Charlotte se encontraba mirando de forma sumamente distraída sus redes sociales, en un intento de no reflejar la evidente preocupación que la estaba embargando, mientras dejaba que su estilista se ocupara de proporcionarle los últimos retoques a s...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Charlotte se encontraba mirando de forma sumamente distraída sus redes sociales, en un intento de no reflejar la evidente preocupación que la estaba embargando, mientras dejaba que su estilista se ocupara de proporcionarle los últimos retoques a su peinado y maquillaje.

Honestamente, no recordaba cuándo fue la última vez que se sintió tan nerviosa por subirse a un escenario y, sobre todo, por realizar un «Meet & Greet» antes de que éste se llevara a cabo, puesto que sólo las primeras veces desde que su carrera dio comienzo fue que se sintió de esa forma.

Pero ahí estaba ella, sintiendo que el tiempo corría demasiado lento y para nada a su favor, puesto que, con cada minuto vencido, parecía a punto de echarse a llorar como una niña pequeña lo haría en una situación tan estresante como, sin duda alguna, lo estaba siendo esa. Además, el hecho de visitar sus redes sociales en un intento de encontrar distracción de su malestar no fue la mejor idea que se le pudo ocurrir, puesto que sus fans estaban enloqueciendo debido a que el último concierto finalmente había llegado y, con ello, Mía y ella se conocerían.

¿Cómo decirle a sus amados y alocados fans que sufrió un rechazo brutal? ¿Cómo decirles que esa chica jamás contestó su mensaje directo? ¿Cómo decirles que estuvo a punto de retirar la historia que grabó en la que le daba la enhorabuena a la ganadora? ¿Qué estuvo a punto de retirar su follow porque, muy probablemente, Mía se habría sentido muy intimidada al pensar que Charlotte se había excedido con eso de invadir su privacidad?

Pero, a pesar de que nunca obtuvo respuesta alguna y, sobre todo, a pesar de que jamás lo hizo con alguna otra intención más que hacerle saber que estaba muy entusiasmada por conocerla para que no creyera los bulos que se corrieron por su enfado con su mánager, sus fans se encargaron de crear un nombre de pareja para ambas y, por supuesto, un supuesto romance gracias a que Cupido disparó una de sus flechas que contenía amor a primera vista para Charlotte.

— ¿Se puede saber qué te sucede, chica? —inquirió Marlene, su estilista, con diversión— Es el quinto suspiro que se te escapa en lo que llevamos de minuto.

Charlotte levantó la vista de su móvil para centrarla en el espejo frente a ella para mirar a Marlene a través de él.

— ¿Eh? —inquirió— Lo siento, no he escuchado lo que has dicho.

Marlene rió brevemente.

— Vaya... —comenzó a decir, realmente divertida con la situación— Así que eso de que Cupido te ha golpeado va a ser cierto al final, ¿eh? —rió un poco más al ver la mueca que Charlotte hizo ante su mención— ¿Es eso lo que te tiene así?

Charlotte emitió un pequeño gemido de puro disgusto.

— Tú también no, por favor —refunfuñó, devolviendo su vista a su móvil— Sólo la felicité por ser la ganadora del concurso, no es como si le hubiera malditamente pedido matrimonio —bufó— Tú y el resto de personas que creen que me gusta estáis muy locos, definitivamente.

Pídeme como deseo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora