Capitulo siete

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Volví a casa al atardecer, cargaba con una bolsa y mi mariconera en mi dolido hombro, muy cansada entre e iba rumbo a mi cuarto cuando mama me detuvo

– y como te fue? – pregunto

Exhale por el cansancio

– Bien – solo me miro y asintió

– está bien, supongo que fuiste con tus amigas – dijo

– Si – dije continuando

– quieres cenar? – pregunto

– Más tarde estaría bien – conteste

– Bueno –

Sin más solo proseguí, mi blusa se sentía húmeda en mis hombros y también estaba demasiado sudada, había estado con ellas bastante tiempo después del centro comercial, miramos una película sobre héroes que no tenía mucho de haberse estrenado y aunque fue buena nos tardamos mucho

Mientras me cambiaba pensé en bañarme por el olor que emanaba de mí y también porque al día siguiente debía verme bien o menos desalineada, con ropa limpia en mano y una toalla baje

Estando en la tina con el agua hasta el cuello pensaba en aquel chico que peleo pero lo deje porque era imposible que fuera Bao, además de que no era culpable de defenderse, sin embargo, el solo tenerlo en mis pensamientos me hizo sonreír y mi corazón latió apresurado, con todas mis fuerzas quería abrazarlo de nuevo y que acariciara mis mejillas como en esa ocasión y si no fuera demasiado pedir solo besarlo aunque fuera solo una vez, con la vergüenza abarcando mi cuerpo me sumergí un momento y sali para secarme. Con una toalla en mi cabeza subí de nuevo y mirando por mi ventana solo me fije en lo comprado, con calma saque mi ropa y la fui guardando, el cuaderno lo coloque en mi escritorio, me retire la toalla y me senté observándola

No sabía qué hacer, volví a ponerme de pie y fui por mi celular por donde mire unos videos en el internet aunque lo deje minutos después y fui escribiendo en todas las hojas, no importaba si tenía mala letra pero lo hice usando lápiz, bolígrafos y un marcador, cada hoja la llene y pasando dos horas termine feliz pero insegura de lo que haría, con mucho tiempo todavía lo arregle un poco usando viejos materiales que guardaba y cuando lo tenía listo baje a cenar a solas

Por cada bocado que daba me sentía ansiosa de que llegara el día siguiente

Con sueño desperté al momento que sonó la alarma de mi teléfono, mis parpados pesaban demasiado y con pocas fuerzas me forcé para salir de la cama, fui al baño y me lave la cara aunque no me libero del todo de mi deseo de regresar a acostarme

Di una cepillada a mi pelo y luego baje a tomar el desayuno, mi hermano salió temprano por los entrenamientos así que solo estuve con mama, por lo que escuche en las noticias sería un día soleado aunque con un poco de vientos leves. Fue rápido y subí para ir por mis cosas entre ellas el cuaderno que metí en mi mochila pero igual aquellos guantes que compre no eran lo más lujosos pero esperaba que le gustaran siquiera un poco, me cambie rápido y baje de vuelta solo despidiéndome

Camine hasta encontrarlo donde siempre y ahora tenía otros guantes, sonrió al verme y saludo

– buenos días! – dijo

– Buenos días – respondí bajamente

Tenía muchos nervios, permanecí con la vista baja queriendo entregarle los guantes pero solo quede paralizada

– eh...estas bien? – pregunto inclinándose para mirarme pero solo forje una sonrisa

– Si – dije avanzando

No es mi culpa no ser popular pero si la suyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora