Chapter Five

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Mackenzie Pov's

- Creo que eso, más bien es caspa. - Todos se giraron en mi dirección.

Estaba apoyada en la puerta trasera, había decidido ir a ver a John B para pedirle perdón por lo que le hizo mi hermano y para preguntarle si habían descubierto algo.

- ¡Mackenzie! - Vino Kiara a saludarme. - ¡Cuántas ganas tenía de verte!

- Yo también Ki. - Le sonreí. - Hola chicos. - Saludé a los demás.

Pope y John también se acercaron a saludar. Miré a JJ unos momentos, él también me miró.

- Oye, siento lo de mi hermano. - Me dirigí hacia John. - Se comportó como un auténtico idiota.

Me miró y se empezó a reír. No entendía el porqué.

- Tranquila, no fue tu culpa.

- Ya bueno, pero Topper no se va a disculpar, así que...

- No pasa nada Mackenzie, además está bien volverte a ver, te echábamos de menos, aunque algunos más que otros. - Se empezó a reír.

- Yo también os echaba de menos. - Los miré a todos. - Ahora que lo pienso. ¿Cómo lleváis vuestra investigación?

Todos me miraron sonriendo.

- Cómo te extrañábamos. - Dijo Pope ofreciéndome un asiento a su lado.

Me pusieron al día sobre todo, me explicaron que encontraron una brújula que pertenecía al padre de John B en el barco de Scooter, y que había una especie de mafiosos siguiéndoles para conseguir el objeto.

- A ver, con todo esto que me habéis explicado. ¿Para qué necesitarían ellos esa brújula? - Miré a John. - No te lo tomes a mal, pero esa brújula no debe tener mucho valor. - Parecía estar en otro mundo. - ¿John B?

- ¡Tío! - Le gritó JJ.

- El despacho. - Respondió, todos lo miramos confundidos. - Mi padre siempre lo cerraba, por miedo a que le robaran la investigación del Merchant. - Entró a la cabaña, todos le seguimos. - Nosotros nos solíamos de reír de él, pero ahora que no está... - Se situó delante de la habitación. - Está todo como lo dejó.

- Sí, para cuando vuelva. - Intentó animar Kiara.

John abrió la puerta, entramos todos detrás de él. La habitación estaba llena de libros y papeles colgados por todas partes.

- He dormido en esta casa mil veces y nunca había visto esto abierto. - Dijo JJ.

- Mirad, este era el dueño original de la brújula. - Se acercó con una tabla llena de fotos y la apoyó en la mesa.

- Robert Q. Routledge de 1880 a 1920. - Leí. - Ahí está el famoso objeto. - Señalé en la foto.

- De hecho, le dispararon nada más comprarla. Después le mandaron la brújula a Henry, que murió en un accidente de fumigación. - Explicó John mientras iba señalando todo en la tabla. - Después la heredó Stephen, la llevaba cuando falleció en Vietnam.

- Murió en combate. ¿No? - Río Pope.

- Algo así... En realidad lo atropelló un camión por el camino. Bueno, después la brújula paso de Stephen a mi padre.

- Hay un tema interesante. - Intervino JJ.

- Sí, tienes en tu posesión una brújula mortal. - Dije con sarcasmo.

- No es una brújula mortal.

- Mejor tirala. Esta maldita y ha llegado a ti. - Opinó Pope.

- Escuchad, mi padre me habló de este compartimento de aquí. - Le dio la vuelta al objeto e intentó abrirlo. - Los soldados escondían notas. - Miró si había algo, pero parecía que no.

Drifting Love || JJ Maybank Donde viven las historias. Descúbrelo ahora