♡~El Día Que T/N Se Calle Le Saldrán Subtítulos~♡ JJK. [COMPLETA]

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No me interrumpas mientras te ignoro, gracias.

Rose, The man-hater

Deben ser las doce de la noche.

Lo supongo porque veo por la ventana que la luna está a medio camino entre el cielo y el mar.

En realidad, no es que sea una experta en lunas, ni mucho menos, es que es la primera hora que se me vino a la cabeza, no los voy a engañar.

Me despertaron unas voces en la planta baja.

Asustada, me levanto de la cama y voy rapidísimo hacia la puerta de mi cuarto, donde pego la oreja para intentar oír mejor y comprobar así que no son ladrones, porque, si lo son, sacaría del baúl mis ropajes ninja y me enfrentaría con ellos en un encarnizado duelo a muerte por salvar a la humanidad de su fatal destino.

Okey, acabo de demostrar que no estoy nada bien al despertarme en plena noche.

Volviendo al chisme en estos momentos, descubro que se trata de voces masculinas, pero no entiendo lo que dicen.

Abro la puerta de mi cuarto y salgo hacia el descanso para averiguar qué está pasando, Fenrir me sigue de cerca, que ejerce de fiero guardián.

Me asomo por el hueco de la escalera con mucho cuidado para no ser vista y por fin descubro el problema.

Namjoon y Taehyung, uno a cada lado de mi hermana, que intenta en vano separarlos alargando los brazos, están gritándose de manera bastante violenta.

—¡Sal de esta casa ahora mismo o te vuelo la cabeza, muerto de hambre!—le increpa un Namjoon que no había visto así de nervioso nunca.

—¡Inténtalo si tienes pelotas, marica! —le responde Taehyung furioso.

Por lo que puedo entender, era Taehyung el que estaba disfrutando de las atenciones de mi hermana, ya que esta solo con un bóxer y descalzo, mientras que Namjoon va vestido con su típico, a la par que impoluto, traje de chaqueta.

Supongo que los agarró in fraganti cuando entró en la casa, porque él, como empleado mío que es, tiene llaves y no necesita llamar.

No me gustaría estar en los zapatos de Jennie en este preciso instante, pero ella se lo buscó, el que juega con fuego se quema y ella está jugando con dos o tres, ya perdí la cuenta.

—¡Cierren la boca los dos! —grita colérica—. Tae, anda a tu casa, después te llamo. Y Nam, lo siento, pero esto surgió y…

—¡No pienso irme a casa y dejarte con este tipo! —protesta Taehyung.

—¡Yo tampoco pienso dejar que se largue sin darle su merecido! —ruge Namjoon.

Entonces, ambos esquivan los brazos de mi hermana, que sale volando por los aires, y se agarran a las piñas, solo se distinguen cuerpos por el suelo de los que salen puños.

A decir verdad, yo solo me fijo en las cosas que se van cayendo y rompiendo a su paso.

Mientras esto está pasando, mi cerebro va calculando la suma que le voy pedir a mi querida hermanita y la que le voy descontar a mi guardaespaldas de su sueldo.

Fenrir ya está abajo gruñendo para defender a Jennie, que está tirada en el suelo.

Bajo yo también la escalera corriendo para socorrerla, me importa un carajo si ellos se matan.

—Jen, ¿estás bien? —pregunto, mientras la ayudo a levantarse del suelo.

—t/n, ¡estás acá! —Sonríe.