Un 🈹

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Era un nuevo día el que comenzaba y así Gustabo abría los ojos nuevamente en un lugar que desconocía, pero ya era algo parecido a una rutina, y así procedió a llamar a uno de sus mejores amigos "Horacio" el cual rápidamente respondió.  

-Hombree Gustabo ¿que donde estas? 

Y así sin mas aquellos amigos quedaron en un punto de la gran ciudad, pasaron unos minutos cuando se encontraron y subieron en un automóvil que "compraron".

-Gustabo, sabes hace algún tiempo que bueno ya sabes -decía Horacio mientras manejaba sin rumbo fijo- y quería saber si me podías ayudar ya sabes 

-Y ¿de que clase de ayuda hablamos?

-Bueno que ya sabes me consiguieras a alguien, a un macho y ya después si quieres podrías entrar...

-Oh vamos que te ayudo, pero yo solo observo y creo que el indicado podría ser Trujillo ¿no? 

Sin mas comenzaron a planear, alquilarían la casa mas  genial que encontraran donde invitarían a Trujillo y donde bueno sucedería la acción, o eso querían esperar, Gustabo le mando un mensaje al chico para que asistiera al lugar.

-Hermoso -soltó Horacio en cuanto entro su invitado, el cual solo lo miro y paso de el-

Las cosas solamente pasaron y la policía ya arribaba al lugar, junto a ellos llegaba el super intendente Conway

-Que abran la puta puerta 

Al abrir la puerta el hombre solo pudo suspirar de volver a ver a Gustabo, si ya lo conocía por algunas cosas que habían sucedido antes.

-Nenitas salgan de la casa y contra la pared

Todos sin mas salieron del lugar acatando la segunda orden, se notaba la frustracion en todo el rostro de aquel oficial, que sin duda sabia que aquel dia seria mas largo de lo planeado.

-El de la gorrita ridícula de militar voltee y explíqueme que carajos sucedió -ante aquellas palabras Gustabo volteo y se encontró con la penetrante mirada del otro cosa que le intimido y a la vez le gusto-


Amor. IntendenteplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora