Treize🈹

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—Largo de mi puta comisaria —decia Conway bastante enojado en cuanto vio a Gustabo y a Horacio entrar al lugar— 

—Pero joder, hace ya muchos dias que no veniamos y tenemos informacion fresca como una lechuga—decia el de la chamarra de color rojo en un tanto molesto—

—De seguro la misma puta mierda de siempre, un pequeño traficante u algo asi, ¿me equivoco?, asi que saquen sus putos culos de aqui nenas

—Pero...

—¿Les hablo en chino, en hebreo? o ¿como es que entienden?, capullos 

Y sin otra objecion salieron del lugar, Gustabo por su parte se encontraba bastante molesto y a su vez confundido ¿acaso aquel hombre era bipolar?, cambia repentinamente de estado de animo y no acababa de comprender, cuando creia que lo haria surgia otra cosa y volvia al mismo punto de antes.

—Horacio, llama a Segis, yo llamare a Pablito, cuando estemos los cuatro te explico 

—De acuerdo —y asi sin dudar Horacio marco el numero del chico amante de las cabras—

Gustabo solo obsverbo por ultima vez la comisaria y sin mas comenzo a marcar al nombre de su otro amigo, el cual rápidamente contesto.

—Quiobo 

—Pablito necesito de tu ayuda ¿puedes?

—Y ¿pa que o que?, sabe que cuenta conmigo 

—Te mando ubicacion y te explico de acuerdo 

Los cuatro ya se encontraban en el lugar acordado y era en una tienda de ropa.

—Entonces ¿que haremos? —pregunto Segismundo un tanto confundido—

—Veran, ¿que les parece hacer un atraco a una joyeria?

—Ay wey, no chingues, pero va jalo 

—Yo tambien quiero —solto Horacio con una sonrisa—

—Gustabo ¿no crees que saldria mal? —pregunto de nueva cuenta el amante de las cabras—

—¿Que podria salir mal?

Y todo lo que podia salir mal sucedio, claramente planearon la entrada, pero la salida no asi que la policia arribo al lugar y con quien iban a negociar era el super intendente, ya que tenian rehenes, pero si fuera por Conway entraria sin importarle nada.

—¿Que es lo que quieren, mariconettis?

—Primero corbatitas, queremos que cuando salgamos nadie nos lo impida 

—¿Como me haz llamado capullo? 

—Como escucho 

—Trujillo, basta 

—¿Trujillo? —pregunto Conway incredulo—

—¡Joder Willy, que eres un tonto!

Los chicos se habian decido poner otros nombres, Gustabo por su parte habia escogido Willy y le habia dicho a Pablito que se pusiera Rex, por su parte Horacio escogio Pope y al final Segismundo que opto por Trujillo, habian comprado mascaras y trajes, y cambiaron un poco su forma de hablar, para que no sospecharan y gracias a Dios que lo hicieron, porque si no el intendente los hubiera reconocido, estaban ya con el ultimo rehen para negociar.

—Y para este ultimo, nos hace un baile ¿no? —pregunto Horacio mientras intentaba no reir por aquello—

—Pope, por dios —solto Gustabo un tanto molesto—

Amor. IntendenteplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora