Deux 🈹

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-Me estas diciendo que el de lila vino con un arma y violo al otro 

-Si, es lo que dije, ya sabe estábamos montando una fiesta y este caballero llego, Trujillo ya estaba bueno, bastante mal y bueno le trabajo el siempre sucio..

No había acabado su explicación cuando el del saco blanco cayo al suelo.

-Horacio hombre -dijo el que estaba siendo interrogado mientras se hincaba para ver el estado de su amigo, el inspector solo paso su mano por su rostro-

-Llamen a una maldita ambulancia.

Y así sucedió una ambulancia arribo al lugar llevándose a Horacio y a Trujillo, este ultimo para hacerle una revisión.

-Vamos mariconeti -le decía a Gustabo para que subiera a la patrulla, cosa que este hizo sin dudar, ya se encontraban en camino al hospital y Conway pudo observar una preocupación en el otro- Ya que tu noviecito va estar bien, y hombre ¿me estas diciendo la verdad? porque a mi no me gustan estos juegos de nenitas he

-Que vamos es la verdad el de lila llego con Segismundo, pero nadie lo había invitado ¿porque no me cree? 

Ni una palabra soltaron, ni cuando llegaron al hospital, llegando se encontraron con todos los cuales estaban esperándolos, en especial al super intendente. Trujillo se encontraba "bien" pero claro no del todo por bueno lo que había pasado, lo único que sabia es que no vería las linternas de la misma forma, Horacio se encontraba ya mejor solo había sufrido un desmayo. En el lugar todos hablaban dando su punto de vista, cosa que comenzaba a agotar la paciencia de Conway daba gracias a dios que Gustabo solo hablara cuando le decía, eso le gustaba del chico, y quizá era lo único.

-Vamos a callar, el de las cabras, ¿me estas diciendo que el de lila disparo repetidas veces? 

-Si señor, eso hizo, llego con un arma y comenzó a disparar y luego lo de mi amigo -soltó Segismundo mientras se paraba de donde estaba sentado para pararse frente al otro-

-Sientate o te voy a sentar -exigió el hombre el cual ya estaba harto de aquello, su paciencia se había agotado-

Que dices, ¿nos vamos? 
22:19

Era el mensaje que apenas había llegado al celular de Gustabo, era de su buen amigo Horacio.

Hombre que no suena mal, ¿le digo a Trujillo y a Segis?
22:20

Claro, claro ire a tomar aire ¿de acuerdo? 
22:20

Y así lo hizo Horacio salio del lugar, mientras que Gustabo buscaba en sus contactos el numero de Trujillo 

¿Te quieres ir? 
22:23

Claro que si ¿quieres que busque el coche? 
22:24

Bien hombre, Horacio ya esta afuera 
22:24

De igual forma Trujillo salio rápidamente en busca de Horacio y de un coche.

Segis, hora de irnos 
22:26 

Segismundo solo lo volteo a ver y le lanzo una sonrisa, y el teléfono sonó de nuevo era un mensaje de Trujillo.

Coche rojo 
22:26

Y asi sin mas Gustabo tomo la mano la mano de su amigo y lo llevo hacia una maquina dispensadora, acción que no paso por alto para el super intendente el cual solo se acerco a ellos 

-Mariconetis vuelvan a su lugar de una buena vez 

-Oh Conway solo espere -soltó Segismundo con una sonrisa en el rostro-

-Nenita ¿como me haz llamado? 

-Segismundo, porfavor -dijo Gustabo para soltar la mano de este, para que después el intendente tomara su mano jalándolo lo mas alejado posible del lugar para pegarlo contra una pared-

-A donde quieres llegar con la compañía de ese, he 

-¿Esta acaso celoso?

-Mis huevos lo van a estar y se lo que te digo no confíes en ese chico yo no quiero ver tu estupido rostro de nuevo en mi comisaria 

Solo lo soltó y dejo que se fuera, acción que aprovecho para tomar de nuevo la mano del otro y salir corriendo del lugar en busca del auto rojo, que rápidamente pudieron divisar y subieron a este.

-Mierda -soltó Conway para ir a su auto avisando a sus subordinados lo que había ocurrido, ahora era una misión de búsqueda y rescate.

Amor. IntendenteplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora